ESCUCHARLa querella anticipó que pedirá la pena de prisión efectiva. El joven repartidor murió en 2007 porque se desnucó con una soga a la salida del barrio cerrado de Valle Escondido.
El juicio que se sigue contra el exadministrador del barrio cerrado Valle Escondido, Alberto Depetris, por la muerte del repartidor de pizzas Milton Saffadi, ingresa hoy al tramo final con la lectura de los alegatos.
Depetris llega acusado por el delito de homicidio culposo y -según adelantó el abogado de la familia del joven, quien se desnucó con una soga cuando salía en su motocicleta del barrio cerrado- pedirá la prisión efectiva.
Cabe destacar que el homicidio culposo prevé una pena de seis meses a cinco años de prisión e inhabilitación. Durante el juicio oral, el abogado Hernán Gavier pidió al juez Correccional Nº 4, Armando Angeli, el cambio de carátula para que el acusado sea juzgado por homicidio simple con dolo eventual. El planteo fue rechazado y el juicio continuó con Depetris imputado por el delito de homicidio culposo.
El planteo de la querella ocurrió luego de que los funcionarios municipales de aquel momento confirmaron en el debate que Valle Escondido no era por entonces un barrio cerrado y, por lo tanto, la soga no debería haber estado ahí, ni tampoco los conos ni ningún otro obstáculo para circular.
La querella también había solicitado la imputación del guardia Oscar Alberto Cobos, planteo que también fue rechazado por el juez, quien consideró que nadie puede ser perseguido penalmente dos veces por un mismo hecho. Cabe destacar que Cobos ya había sido sobreseído de toda culpa en esta causa y sólo declaró en una audiencia como testigo.
El gran interrogante que surge hoy es el pedido de pena que hará el fiscal Aldo Patamia, quien tiene a cargo la acusación.
Muerte absurda
El 27 de febrero de 2007, Saffadi, un repartidor de pizzas de 16 años domiciliado en el vecino barrio Don Bosco, se desnucó con una soga a la salida de Valle Escondido, noroeste de la ciudad de Córdoba. El complejo no figuraba como un country por lo que sus terrenos eran públicos y, por ende, esa soga jamás debió existir. Después de un eterno proceso judicial de ocho años que incluyó a varios fiscales, la causa tiene como único imputado al exadministrador del complejo, Depetris, quien intentó evitar el juicio por “homicidio culposo” con todas las apelaciones y solicitudes de probation que llegaron hasta el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
