El exmilitar argentino Adolfo Scilingo, que confesó haber formado parte de los llamados “Vuelos de la Muerte” en la última dictadura militar, y acusado en España de 30 asesinatos, comenzará a gozar de salidas transitorias en los próximos días, luego de cumplir más de la mitad de su condena a 25 años de prisión, que se inició en 2001.
La decisión la tomó el juez José Luis Castro de Antonio, que dispuso que las salidas transitorias se repartan a lo largo del año hasta conformar los 36 días. La medida es previa a la liberación del acusado, prevista para el año que viene, cuando cumpla 70 años y pueda acogerse al derecho que le otorgan las leyes españolas.
Castro de Antonio resolvió, en contra de lo dictaminado por la Fiscalía y de las conclusiones de un comité interdisciplinario, argumentando que “no parece probable” que el represor “tenga la intención y la capacidad de sustraerse de la acción de la Justicia española”.
El exmilitar argentino se hizo famoso cuando confesó que sus víctimas “tenían que morir felices” y que, por eso, les ponían música brasileña antes de que las arrojaran al Río de la Plata desde un avión.
Fue detenido y juzgado en España por el juez Baltasar Garzón, en 1997, cuando se autoinculpó de haber participado en dos vuelos durante los cuales fueron arrojadas al mar 30 personas que habían estado detenidas clandestinamente en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
El exmarino permanece detenido desde julio de 2001 en el Centro Penitenciario de Madrid, una cárcel de máxima seguridad.
Su pena debe terminar en 2026 y es considerado un prisionero de alta peligrosidad.