El coleccionista de arte Cornelius Gurlitt, quien cobró notoriedad cuando a finales de 2013 se descubrió que guardaba una importante colección de arte desconocida y que luego donó al Museo de Arte de Berna (Suiza), estaba en posesión de sus facultades mentales cuando hizo el testamento, según un informe pericial publicado por el tribunal de Münich.
Las autoridades fiscales alemanas habían encontrado un tesoro artístico compuesto por más de 1.250 obras de artistas de primer orden, mientras que en la localidad austriaca de Salzburgo confiscaron otras 238 obras, entre las que había piezas de Picasso, Renoir y Monet. El anciano coleccionista murió a los 81 años en 2014 y legó su colección al museo de Berna, pero su prima Uta Werner recurrió la validez del testamento, argumentando que no poseía sus facultades mentales cuando lo redactó.