ESCUCHAREl hombre designado por el juez Griesa para alcanzar un acuerdo entre los holdouts y el Gobierno nacional recibió a Luis Caputo, futuro secretario de Finanzas. Dijo que el funcionario de Macri le manifestó que quiere iniciar las negociaciones “pronto”.
El mediador designado en el litigio con los fondos buitres, Daniel Pollack, confirmó que a comienzos de esta semana recibió en sus oficinas de Nueva York al futuro secretario de Finanzas, Luis Caputo, quien le transmitió la “intención” de la administración de Mauricio Macri de iniciar “rápidamente” negociaciones con los holdouts.
El encuentro, realizado a partir de un pedido formulado por Caputo, ocurrió en las oficinas que posee el mediador nombrado por el juez Thomas Griesa, en un rascacielo ubicado en la avenida Park, en pleno corazón de Manhattan.
Pollack dijo que la reunión fue “de naturaleza introductoria” y que en lo conversado el futuro secretario de Finanzas argentino le expresó la “intención de la nueva administración” de comenzar “rápidamente” con las negociaciones por el litigio con los fondos buitres, según detalló mediante un comunicado de prensa.
Pollack agregó que la fecha para un próximo encuentro en Nueva York, sin embargo, no quedó aún establecida, luego del primer encuentro con un enviado argentino desde julio de 2014, cuando el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, criticó su desempeño como mediador luego de emitir un comunicado en el que colocó al país dentro de la figura de “default” debido al bloqueo de fondos dispuesto por Griesa para el pago a los tenedores reestructurados.
Desde ese momento, la relación entre el Gobierno argentino y Pollack no progresó y Kicillof incluso pidió que fuera aparatado por considerar su actuación favorable al accionar de los fondos buitres.
La cifra sigue creciendo
En su comunicado de ayer, el “special master” precisó, a su vez, que la semana pasada mantuvo también una reunión con representantes de los tenedores de bonos que demandan al país ante los tribunales estadounidenses por alrededor de “10 mil millones de dólares” -cifra que muestra un nuevo monto del litigio, que hasta ahora establecía un reclamo aproximado en torno a 8.000 millones de dólares-.
El mediador designado por Griesa para intervenir en las negociaciones aclaró, no obstante, que en ninguno de los dos encuentros “hubo negociaciones sustantivas para resolver la deuda pendiente del litigio”.
Por su parte, Caputo, quien será puesto en funciones por el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, “expresó la intención de la nueva administración de comenzar tales negociaciones rápidamente después de que hayan asumido”, según el comunicado distribuido por Pollack.
Siguiente parada
El próximo capítulo en la pelea legal con los fondos buitres será el jueves 17, a las 13.30 -hora de Nueva York (15.30 en Argentina)-, en lo que será una nueva audiencia convocada por el juez Griesa.
Allí, éste escuchará los argumentos de los representantes de las entidades bancarias BBVA, Deutsche Bank y JP Morgan, que acudirán al encuentro en respuesta al pedido de audiencia realizado por los abogados de los fondos buitres encabezados por NML, que buscan establecer que los títulos Bonar 2024 queden sujetos a embargo, entre otras cuestiones.
La saga pari passu
Las complicaciones del “juicio del siglo”Griesa falló en 2012 contra Argentina y le ordenó pagar US$1.600 millones en efectivo y en un solo pago, como lo requerían los fondos especulativos NML Capital y Aurelius por bonos en default desde 2001. El gobierno de Cristina Fernández rechazó tales condiciones y Griesa congeló, en represalia, un pago de US$539 millones en Nueva York a bonistas que habían adherido a los canjes de 2005 y 2010 de deuda impaga. En el mismo momento designó como mediador a Daniel Pollack, con el fin de que encabezara negociaciones entre las partes para llegar a un acuerdo de pago, algo que fracasó.
En octubre pasado, el magistrado aceptó además un pedido de 49 demandas de otros tenedores de deuda argentina en default por unos US$6.150 millones de sumarse al fallo a favor de fondos especulativos.
Argentina reestructuró su deuda en default de 2001 en dos canjes en 2005 y 2010. De sus acreedores, casi 93% aceptó esas ofertas de reembolso parcial con importantes quitas, pero el 7% restante las rechazó, reclamando el reembolso de la totalidad de lo adeudado más intereses.
