Mientras Macri vaticina liberar la divisa norteamericana para que cotice en torno a 16 pesos, el equipo de Scioli descarta una devaluación brusca. También hay disidencias con relación a los impuestos y las retenciones.
Los candidatos presidenciales comenzaron a aclarar sus propuestas económicas y, ante la proximidad de la segunda vuelta, temas como dólar, impuestos, jubilaciones y retenciones acapararon el protagonismo del escenario electoral.
El precio de la moneda norteamericana respecto del peso es una de las cuestiones en las cuales hay mayores diferencias entre Daniel Scioli y Mauricio Macri.
Sucede que el líder del espacio Cambiemos pretende “lograr un único tipo de cambio, que genere nuevamente la confianza y la expectativa para que el productor se ponga a invertir, a producir, a generar trabajo y a exportar”.
“Esperemos que ese dólar esté por debajo de los 16 pesos”, sostuvo Macri, mientras el ex presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Alfonso Prat Gay, quien es parte de su equipo económico, aseguró que “la devaluación ya sucedió”.
El oficialismo, por su parte, consideró que “si se lleva a cabo una devaluación”, el más afectado será “el bolsillo de la gente”. De hecho, durante el fin de semana Scioli se comprometió a mantener un dólar por debajo de 10 pesos durante el mes de enero.
El cepo cambiario es otro de los temas que exhibe una marcada diferencia entre los candidatos, ya que Scioli prometió “ampliar la compra de dólar ahorro” de modo gradual, mientras Macri aseguró que el cepo será eliminado inmediatamente, si es presidente.
“Creo que es el problema más fácil de resolver. Planteamos abrir el cepo para recibir los dólares que tendrían que haber venido y que no vinieron por esta medida”, fustigó Prat Gay.
El asesor del sciolismo, Miguel Bein, analizó: “Yo creo que el próximo gobierno, en los primeros tiempos va a mantener el control de capitales”.
Impuestos y retenciones
Respecto de los impuestos, el gobernador bonaerense garantizó que no va a “tocar ni los subsidios ni las tarifas”, aunque Bein había dicho que era necesario recortar subsidios por $70.000 millones. Sobre ese tema, la Alianza Cambiemos evaluó que Argentina “tiene que ir poco a poco reduciendo sus impuestos” a causa de que “cuanto menos impuestos cobre el Estado, más trabajo va a haber para los argentinos”. Con relación a las retenciones, Macri propuso: “El día cero ya reduciremos a cero las retenciones a las economías regionales, pero tienen que ir bajando los impuestos para que haya más trabajo”.
En cambio, Scioli dijo que evaluará realizar modificaciones y sugirió quitar las retenciones “de algunos productos” agropecuarios.
La percepción por la jubilación fue una de las variables que unificó criterios ya que ambos se comprometieron a implementar el 82 por ciento móvil para las mínimas.
Golpe al bolsillo
La ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires, Silvina Batakis, criticó que, si se lleva a cabo una devaluación, el más afectado será “el bolsillo de la gente”, mientras consideró que sólo se beneficiará un grupo “chiquito”. Así, quien fue anunciada como ministra de Economía en caso de que gane Scioli, criticó los planes de la oposición. “Cuando hacés una devaluación, el más afectado es el bolsillo de la gente. Cuando pensás un dólar a $16, estás pensando en un grupo más chiquito del que puede hacer transacciones y tener rentabilidad”, cuestionó. Además, vaticinó: “Esto va a impactar en la mesa de los argentinos” e insistió: “Mantener el dólar oficial bajo protege el salario de los más vulnerables”.
Para Idesa, hay planes “incumplibles”
Los subsidios otorgados por el Gobierno para evitar aumentos en las tarifas representan un volumen similar al total del déficit fiscal, es decir de cuatro por ciento del PIB, lo cual dificulta que se puedan concretar algunas de las propuestas de los candidatos presidenciales.
Así lo advirtió ayer el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) mediante un informe en el que -además- subraya que las jubilaciones, salarios públicos y subsidios sociales representan aproximadamente 17% del producto, mientras la inversión pública, implica alrededor de tres por ciento.
“Se trata de propuestas bien intencionadas, pero que no son posibles de ser instrumentadas en el actual contexto fiscal”, alertó.
En ese escenario, evaluó que “no es posible instrumentar la mayoría de las propuestas de los candidatos presidenciales en torno a reducir impuestos, aumentar jubilaciones y eliminar el “cepo” cambiario.
Por ello, la entidad recomendó reducir el gasto público porque, “si bien se puede generar ahorros en otras áreas con una administración más profesional y austera, en general, por su importancia social o su carácter estratégico los márgenes son más limitados”.
“Sin un ordenamiento de las cuentas públicas no hay posibilidad alguna de instrumentar la mayoría de las propuestas que se prometen en la campaña electoral”, subrayó y puntualizó:
“Más importante aún es que tampoco se podrá salir del estancamiento, inestabilidad y especulación financiera”.
En tanto, el trabajo fijó posición crítica al señalar que “dentro de los diferentes componentes del gasto público, es claro que la mayor irracionalidad reside en los subsidios económicos”.