Ignacio María Vélez Funes, Juez de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba, se quejó por las continuas apelaciones del Estado para evitar pagar los juicios previsionales. “Las jubilaciones no son para los herederos”, subrayó.
Los juicios previsionales, la desfederalización de los delitos de droga, las internas en la Justicia federal y el estado del edificio de los Tribunales Federales en Córdoba fueron algunos de los temas que abordó el camarista federal Ignacio María Vélez Funes, en una entrevista realizada en exclusiva por Comercio y Justicia.
El magistrado, quien desde hace más de una década integra el máximo tribunal federal cordobés, no ahorró críticas al Estado por intentar llegar a la Corte Suprema con las causas previsionales, sólo con el objetivo de extender los plazos del proceso. Opinó que la desfederalización de la investigación de los delitos de droga es “positiva”, aunque reconoció que “habrá que esperar los resultados”. Sobre los nuevos integrantes de la Cámara Federal fue cauto y dijo que “no están peleados”.
-El fiscal General de la Provincia, Alejandro Moyano, anunció nuevas medidas para luchar contra el narcotráfico. ¿Qué evaluación hace sobre el tema?
-Yo, como cordobés y juez federal, veo con mucha satisfacción que se esté reforzando tecnología y creando nuevas fiscalías en puntos geográficos como San Francisco o Jesús María para lograr un mejor control de prevención e investigación y represión. Es sumamente positivo.
-¿Cómo ha incidido en la Justicia federal este traspaso de competencia? ¿Están paralizadas las investigaciones de droga como algunos sostienen?
-No, la Justicia federal es competente en investigaciones que tienen como objeto cantidades de droga mayores que el narcomenudeo, a veces la investigación comienza en el narcomenudeo y deriva después en un hecho o una investigación de mayores proporciones. En la Justicia federal hay investigaciones, lo que ocurre es que no hay narcomenudeo porque es competencia de la Provincia de Córdoba. Sin embargo, creo que esto es positivo y lo que hay que hacer es coordinar y no competir.
-¿Pero existe la coordinación?
-Hay diálogo constante para ir perfeccionando la metodología y los procedimientos. De cualquier manera, hay que recordar que la Provincia de Córdoba es un estado autónomo con un Código de Procedimiento, y la Justicia federal tiene un trámite procesal diferente.
-Hablando de otro tema. ¿Cómo está trabajando la Cámara con las causas relativas a los juicios previsionales?
-Se están moviendo con mucha celeridad. Desde junio del año pasado que la Corte nos transfirió la competencia, ya hay casi 3.000 sentencias. Pero hay un problema: el Estado sigue apelando, sigue intentando ir a la Corte, la Anses sigue dilatando el cumplimiento de las sentencias pese a que ya hay criterios fijados por el Máximo Tribunal del país, que es la Corte. La denegación que hace la Cámara Federal de recursos que pretende la Anses es prácticamente la nota de todos los días. ¿Qué objeto tiene eso? Debo interpretar que es dilatar. Yo siempre digo que las jubilaciones no son para los herederos, son para los jubilados.
– Se vieron sobrepasados en algún momento por la cantidad de expedientes. ¿La situación hoy está regularizada, entonces?
-Sí, hemos reforzado con más personal pero tendríamos que ser mucho más ágiles para la expectativa de la gente, sin dudas.
-¿Cómo están preparándose en la Justicia federal para el nuevo Código Penal, que se pondrá en vigencia en marzo?
-Los que se están preocupando e interesando sobre todo son los jueces y los fiscales porque los fiscales son quienes van a adquirir más protagonismo en el proceso. Se está trabajando, es un cambio profundo.
-¿Cómo está la situación del edificio de Tribunales Federales y la acordada en la que la Cámara pidió el desalojo de fiscales y defensores?
-La presidenta del Consejo de la Magistratura, Gabriela Vásquez, ha tomado en su conjunto el tema para hablarlo con el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio de Defensa a los fines de resolver la cuestión. Esa acordada fue porque nos queda chico el edificio y estos ministerios no dependen de nosotros. Pero desde la creación del edificio había una situación reglamentaria y legal particular que hay que desarticular -por decirlo de alguna manera- por intermedio de las máximas autoridades judiciales de la Nación.
-¿Están en armonía con fiscales y defensores después de esto?
-Sí, por supuesto; no es que los queramos echar porque no nos gustan, es un problema de espacio físico.
-¿Cuál es la situación en la Cámara Federal con la integración de tres nuevos camaristas? Las divisiones quedaron expuestas en varias oportunidades.
-La integración plena de la Cámara ha facilitado la tarea, los nuevos jueces están fijando sus criterios y estamos armonizándonos como todo tribunal colegiado; tenemos todas las semanas reuniones de superintendencia.
-¿Pero hay una división entre los nuevos integrantes y ustedes?
-Sí, siempre ha habido una división, está la Sala A y la Sala B. Hay distintos enfoques, pero no es una cuestión de pelea.