Los consumidores pagaron en promedio ocho veces más por frutas y verduras de lo que recibió el productor agropecuario durante agosto, según un relevamiento divulgado ayer por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). El índice elaborado por la entidad dio que los consumidores llegaron a pagar hasta 49 veces más de lo percibido por el productor, en el caso de la uva.
Mientras los precios que se pagan en góndola por las frutas y verduras continúan en ascenso, los que recibe el agricultor por esos productos “se mantienen estables o caen, ahogando las economías regionales”, indicó la CAME.
Según el IPOD que elabora el Departamento de Economías Regionales de esa entidad, para una canasta de 20 alimentos agropecuarios, en agosto la diferencia entre el precio que pagó el consumidor en góndola superó 8,01 veces lo que recibió el productor.
El informe consideró que la “amplia brecha” entre el precio de origen y el de destino es un reflejo de las distorsiones en los valores de los productos hacia el interior de la cadena alimentaria, en la cual el productor es el más perjudicado.
Si bien hay productos que tienen estacionalidades, las diferencias llegan a ser injustificables, para la CAME.
En agosto, por ejemplo, el segundo producto más afectado por las distorsiones en el precio fue la naranja, con una brecha de 14,7 veces, seguido por la manzana roja (13,4), la pera (12,9), el arroz (11,64) y el limón (9,8).
“La brecha entre lo que paga el consumidor y lo que cobra el productor muestra claramente cómo los últimos sólo reciben una ínfima parte del precio al que se vende lo que elaboran”.