El gobernador José Manuel de la Sota y el mandatario electo Juan Schiaretti ratificaron ayer su decisión de apoyar al candidato Sergio Massa de cara a las próximas elecciones presidenciales de octubre.
Las posiciones de ambos dirigentes, que en rigor se conocieron en la misma noche del domingo, fueron ratificadas ayer por medio de fuentes cercanas o bien, en el caso de Schiaretti, vía Twitter.
De hecho, ayer se conoció que el gobernador electo mantuvo contactos con Daniel Scioli luego del triunfo de éste en las PASO. De todas formas, en el entorno de Schiaretti indicaron que éste también se comunicó con Massa y con la dirigencia del PRO de Mauricio Macri, en el marco del frente Cambiemos. “Schiaretti felicitó a los tres”, resumió una fuente próxima al electo.
La aclaración a este medio y la que luego esbozó una fuente muy próxima a De la Sota se vincula con las especulaciones que desde ayer mismo comenzaron a circular respecto a un acercamiento a Scioli de cara a octubre. Esa negociación, que en rigor está dentro de las posibilidades que ofrece el amplio espectro del peronismo, sumó como prenda de cambio la chance de cerrar acuerdos con la Provincia respecto a las deudas y acreencias mutuas que mantienen el Gobierno nacional y el de Córdoba, por cierto en caso que Scioli llegue a la Presidencia.
Con todo, ayer las fuentes consultadas se encargaron de descartar esa alternativa. “Córdoba votó mayoritariamente en contra del Gobierno nacional, es difícil que De la Sota pueda direccionar a ese electorado”, resumió un informante.
Por lo demás, recordaron que De la Sota ya comprometió su apoyo a Massa, como parte del espacio UNA que compartieron en las PASO.
En esa línea, tanto en el sector del gobernador como en el de Schiaretti coincidieron en que la apuesta ahora es sumar la mayor cantidad de legisladores nacionales posibles, en un Congreso que, asumen, no tendrá mayorías absolutas. “En todo caso, habrá que ver la postura para el balotaje”, aseguran, sin dudar de que se llegará a esa instancia.
Como fuere, el paso de los días y la proximidad de octubre marcarán negociaciones y contactos cuyo tenor y consecuencias hoy parece prematuro conjeturar, en un escenario en que por ahora nadie tiene la mayoría asegurada y pretenderá sumar el caudal electoral que dejó De la Sota y Schiaretti.