martes 26, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

El déficit del presupuesto crece peligrosamente

Por Salvador Treber. Exclusivo para Comercio y Justicia
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Según los datos del primer cuatrimestre del ejercicio fiscal 2015, ha aumentado en muy alta medida y la persistencia de esa situación pone en serio riesgo la gestión para el resto del actual ejercicio.

El sector público argentino, medido en función del gasto total de las tres jurisdicciones que corresponden a un Estado federal, en la actualidad equivale a 32% del producto interno bruto (PIB). De dicho porcentaje, a la Nación le corresponde 25,7%; 5,1% al conjunto de provincias y Capital Federal; mientras los municipios completan el 1,2% restante. No obstante la enorme diferencia de magnitud, el ámbito nacional es el que tiene menor número de personal: 524,8 miles de agentes; siendo los fiscos locales (24) los que de mayor plantel, integrado por 2.347,4 miles, seguido por alrededor de 800 municipios que, en conjunto, se calcula que tienen otros 687,4 miles; con lo que se completan los 33.559,6 miles que trabajan en la actividad pública.

Esa distribución del empleo se explica debido a que, además de la organización básica, las funciones de seguridad, salud, educación y buena parte de la estructura vial está a cargo de las provincias. También esa citación impone diferencias notorias de calidad e intensidad en las respectivas prestaciones. La Nación ha centralizado la cobertura y mantenimiento de los transportes que vinculan varias provincias y la Capital Federal; la investigación científica y técnica, además de los estudios universitarios  específicos y todo aquello que relacione el país con el mundo y, obviamente, en primer término, con sus vecinos.

Es modalidad asumida la de publicar en los primeros días de cada mes el detalle de lo recaudado en el mes precedente, el acumulado hasta ese momento junto con la distribución interjurisdiccional, además tres o cuatro veces al año, la ejecución completa tanto de ingresos como de erogaciones, determinando en cada caso el superávit o el déficit acompañado del detalle de cómo se programa encarar la cobertura.

En el primer cuatrimestre de 2015 el resultado primario negativo ascendió a $50.303 millones, que implica una enorme trepada de 87,4 veces respecto de los $587,4 millones que correspondieron a igual período de 2014. Sólo por el hecho de que se haya incrementado en semejante proporción justificaba que los funcionarios fueran más prolijos y dieran una explicación… razonable, pero ¡no dijeron nada al respecto! Algo semejante sucedió con el Resultado Financiero, que se multiplicó por 4,2 veces ya que en 2014 era de $19.465,5 millones y en el  año en curso pasaron a sumar $81.184 millones.

Con bastante retraso, recién el jueves 2 de julio ppdo. se publicaron esos y otros datos de ejecución presupuestaria correspondientes al primer cuatrimestre del año en curso. Mediante ellos se verificó que el desequilibrio mensual ha venido ascendiendo en forma creciente pues, considerando exclusivamente los ingresos tributarios, en enero los gastos los excedieron en $13.463 millones; en febrero esa cifra llegó a $16.393 millones; para marzo ascendieron a $27.895 millones (la cifra mensual más elevada) y en abril quedó a poca distancia, con $24.103 millones. Este proceso implica para ese lapso (un tercio del año), exhibe una suma total de $81.854 millones. En consecuencia, tal importe, que constituye el respectivo resultado financiero, ha sido 3,21 veces mayor que el del mismo lapso en 2014.

Resulta muy llamativo y preocupante que en idéntico mes de 2013 se haya verificado el último superávit primario de $671,7 millones y que en el mismo mes de este año el precitado se haya trocado en un déficit primario de $17.049 millones, que se ha constituido en testimonio vivo del deterioro habido en esa materia.

Análisis parcializado de los rubros
De acuerdo con los datos anticipatorios sobre la continuidad de esa trepada, se deja plena constancia de que tal tendencia se prolongará en forma sostenida durante los meses subsiguientes, lo cual hace suponer que al cierre de este año el déficit acumulado superará $300 mil millones; o sea, una cifra que supera 6% del PIB. Obviamente, al igual que en ejercicios precedentes, deben deducirse las transferencias del Banco Central (Resultado positivo del ejercicio 2014) y títulos emitidos al efecto por la Anses que no son retornables, los cuales, en conjunto, totalizaron $38.559 millones, razón por la cual la cifra neta a cubrir con emisión monetaria y nuevos títulos de crédito ascendió en el cuatrimestre $43.295 millones.

Dentro de ese contexto que surge de su ejecución, la situación se ha visto afectada por primera vez, jaqueada por el déficit propio de la Anses;  ¡pues en el mes de abril ppdo. ascendió a $2.228,8 millones! ya que, mientras sus recursos subieron sólo 27%, las erogaciones totales de dicho mes lo hicieron 52%. Según el comunicado de Ministerio de Economía emitido en esa oportunidad, “las transferencias corrientes al Sector Privado, influidos muy especialmente por el crecimiento operado en los subsidios a las tarifas eléctricas y al consumo de gas licuado”, junto con las diversas modalidades de Asignaciones Familiares, registran incrementos interanuales que  treparon a 59,2%”.

Por otra parte, el pago de intereses requirió afectar a ellos $6.177 millones  (+24,3%) y los gastos de capital, o sea todo tipo de inversiones (viviendas) o bienes de uso y producción incorporados en ese lapso, lo han concretado en +59,4%; aunque dentro de ella, la inversión real directa se retrasó en forma manifiesta pues acreció apenas 14% interanual que ni siquiera llegó a compensar la suba generalizada de los precios…

Resulta igualmente interesante y revelador el cotejo y comparación entre abril de 2015 frente a lo acontecido en idéntico mes de 2014. Los Ingresos Corrientes pasaron de $79.424,5 a 96.203,6 millones (+21,1%), mientras los Gastos Corrientes evolucionaron de $72.626,3 a 102.669,6 millones (+41,4%), dejando patentizado el muy diverso ritmo de crecimiento que se expresa en un más que proporcional incremento del desequilibrio. De la misma manera, el resultado primario que fue positivo en 2014 (67,7 millones), al cabo de un año se transformó en un déficit de $17.949,1 millones; mientras el Resultado Financiero que en 2014 alarmó por llegar a -$ 4.276,6 millones, virtualmente “saltó” a nada menos que $24.103,4 millones; o sea, reflejó que se ha multiplicado por 5,.9 veces, lo cual requiere una mucho mayor atención para los meses que restan hasta el cierre del año.

Debe insistirse  en que el gasto “corre” a una velocidad que deja muy atrás, cada vez más, al conjunto de Ingresos o Recursos y esto no puede prolongarse en el tiempo sin afectar la economía en su conjunto. Los últimos dos, según lo avalado por la ONU, el Banco Mundial y ls Cepal, ratifican que la actividad se viene recuperando y un manejo inadecuado del sector público nacional podría frustrar ese proceso en marcha. Esa forma de asumir más riesgos que los indispensables equivale a avanzar “caminando sobre la cornisa”.

El mensaje de julio
La recaudación  tributaria nacional del séptimo mes del presente año se puede calificar de muy buena pues ascendió a $145.998,6 millones que, además de implicar un  incremento interanual de 36,3%, excede la media mensual del primer semestre de este año, que fue de $101.186,2 millones en 35,5%, lo cual supera holgadamente al índice inflacionario en alrededor de 10 puntos porcentuales. Ello significa que los sucesivos aumentos que se vienen conociendo con retraso, se deben a una desusada alza operada en el gasto.

Según la información oficial, la parte que correspondió en julio a la Administración  Central es de $61.971,2 millones, cifra superior en 31, 6% a la de un año atrás, pero las Contribuciones de Seguridad (que incluyen las correspondientes al medio aguinaldo) ascendieron a $43.229,4 millones, que testimonian una suba de 40,4%; al par que las Transferencias a las provincias sumaron $34.816,9 millones, exhibiendo un crecimiento de 38,9%.

Esa diferencia tan marcada, en la cual la menos favorecida parece ser la Administración Central, se reitera en el acumulado de los siete meses pues ésta ha percibido $382.149,1 millones, que superan el mismo concepto del año precedente en 26,7%, lo cual contrasta con destinos de Contribuciones y Provincias que acrecieron en proporciones muy similares de 36,3% y 36,2%, respectivamente. Semejante diferencia, dado que globalmente el aumento ascendió a 32,1%, debería ser motivo de un análisis causal ya que equivale virtualmente a diez puntos porcentuales.

Al igual que a fin de año, los Aportes Personales y Contribuciones Patronales, íntegramente afectadas a cumplir esa finalidad, han trepado a la cima con $44.436,3 millones, importe que es 39,8% superior al alcanzado en 2014 por ambos; al par que el acumulado llega a $227.483,5 millones (+35,9%). En segundo término, al que se ha visto transitoriamente desplazado, está el IVA, con $35.911,1 millones (+28,3%), pese a haber concretado devoluciones y reintegros por $2.007,3 millones, ubicación que se reitera en el acumulado que asciende a $234.465,7 millones (+27,5%); aun así, le preserva el liderazgo computados los siete meses de 2015, después de haber efectuado reintegros y devoluciones por $9.565,4 millones.

En tercer lugar figura el impuesto a las Ganancias con $33.332,7 millones, que ha dado un genuino “salto” interanual de 52% e incluso las derivadas de actividades internas llega a +54,6%. A su vez, el total de enero a julio sumó $214.605,9 millones (+45,4%), cifra que ratifica la obtención de resultados muy satisfactorios en el ejercicio de las actividades gravadas. En tiempos preelectorales son habituales y explicables que abunden las críticas, pero los montos percibidos por este impuesto ponen en evidencia una realidad nada despreciable.

En cuarto término, pero muy lejos del impuesto precedente, con $13.997,2 millones en julio, están los que gravan el comercio exterior, pese a que éste no viene creciendo sino que ha retrocedido respecto a su mejores performances del año 2013. Es obvio que se reflejan las dificultades que afronta el circuito mundial pues no ha podido todavía dejar atrás la recesión generalizada. Ello se advierte con mayor nitidez en el acumulado que, con $69.916,7 millones, es 2,7% inferior al importe del mismo período, un año atrás.

El impuesto sobre Créditos y Débitos en Cuenta Corriente es el quinto, con $8.827,6 millones (+27,5%) y un acumulado de $53.062,9 millones (+26,9%), que no condicen con la realidad que trasuntan los analizados precedentemente pues debería exhibir, por lo menos, un semejante incremento al del IVA interno (+36,4%), razón por la cual no es aventurado suponer que existe una evasión de por lo menos 9,5%. Esta situación no es nueva, varias veces se la ha señalado, pero la AFIP no parece interesada por corregir esa grave anomalía.

 

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