Fueron condenados el padre y sus dos hijos por el delitos de homicidio en agresión. El fiscal había pedido una pena de 10 años por homicidio simple. El resarcimiento por daño moral se fijó en $50 mil.
Por el delito de homicidio en agresión, la Cámara 11ª del Crimen condenó ayer a Juan Carlos Gómez y sus hijos Franco y Lucas como los autores de la brutal golpiza que recibió el mecánico Mariano Mugas, asesinado en junio del año pasado en otro hecho de violencia urbana, y les impuso una pena de seis años de prisión.
El fiscal de Cámara, Diego Albornoz había solicitado por homicidio simple 10 años de prisión para el padre y nueve años para los hijos.
Cambio de calificación
Por unanimidad, el tribunal presidido por Daniel Ferrer Vieyra e integrado por las vocales Susana Frascaroli y Graciela Bordoy de Pizzicari, cambió la calificación original de homicidio simple a homicidio en agresión, por lo que la pena resultó menor.
Si bien los fundamentos de la sentencia se difundirán en 15 días, se conoció que el cambio de carátula se debió a que en el debate no pudieron probarse una serie de supuestos, como el golpe fatal con una barreta que recibió la víctima.
La golpiza se desencadenó el 23 de junio del año pasado. Mugas discutió con los Gómez, unos vecinos con los que estaba enfrentado por estacionar en la cuadra los autos que reparaba.
En la trifulca habría participado la esposa de Gómez. Según consta en la acusación, los Mugas se defendieron a golpes, mientras que los Gómez tenían a mano una barreta, un cuchillo y un palo de escoba.
También se habrían sumado luego dos yernos de la víctima.
Franco Gómez fue quien con la barreta le dio el “golpe de gracia” hasta dejarlo moribundo. Su hermano, Lucas, le habría pegado a Víctor Sosa, un vecino de Mugas, al intentar intervenir mientras Gómez padre sólo lanzaba golpes de puño.
El mecánico terminó severamente golpeado. Días después, murió en el Hospital Nacional de Clínicas por complicaciones cerebrovasculares, a raíz de las contusiones.
Inferior a lo reclamado
Respecto del resarcimiento civil pretendido por la viuda de Mugas, el tribunal reconoció 50 mil pesos por daño moral. La suma resultó sumamente inferior a lo reclamado por el abogado querellante, Héctor Melli, quien había solicitado 550 mil pesos por ése y otros conceptos.
Conocido el veredicto, Sonia Mudas, hija del mecánico, se manifestó en disconformidad por el fallo y aseguró que la condena fue injusta: “Mi papá era una persona de trabajo. No es justo seis años de prisión. Pedimos una condena ejemplar”.