Obtuvo, por fraude informático, usuario y clave del home banking de una persona, transfirió dinero a la cuenta de un compañero de trabajo, quien de favor la extrajo por cajero automático y se la entregó al ahora condenado.
La Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, días pasados, confirmó la condena a un año de prisión a Pablo Alejandro Castelo, quien el 18/11/2011, mediante la manipulación indebida de datos informáticos, obtuvo usuario y clave de la cuenta corriente del Sr. Carlos M. Bianchi en el Banco Francés y a través del home banking transfirió dinero sin autorización de su titular, maniobra conocida como “phishing”. El monto defraudado fue transferido a la caja de ahorro en el mismo banco del Sr. Diego Arean y extraído por cajeros automáticos de otros bancos para ser finalmente entregado al Sr. Castelo.
La documentación aportada por el Banco Francés muestra la ruta seguida por el dinero extraído; que la cuenta corriente fue operada desde Guadalajara, México y a raíz de ello, el Sr. Bianchi tuvo que modificar su usuario y contraseña; y que al reconocer la manipulación informática, el banco asumió la pérdida y acreditó el monto defraudado.
Una vez demostrada la operación de phishing, no discutida por el imputado, se investigó la autoría del Sr. Castelo, que por diferentes pruebas aportadas se concluyó que el Sr. Arean, compañero de trabajo y amigo de Castelo, en noviembre de 2011 le prestó su cuenta bancaria para que le depositaran $3.000 por un supuesto trabajo freelance. Castelo reconoció haberle solicitado a Arean los datos de su cuenta y haber recibido la suma de dinero transferida a dicha cuenta.
A la defensa de Castelo que las direcciones IP eran de México, Google Inc. informó que la cuenta de correo de Castelo se hallaba vinculada con direcciones de IP extrañas a la jurisdicción Argentina. Al otro argumento que Castelo no tenía los conocimientos para hacer phishing, los jueces sostuvieron lo contrario atento a que en la empresa Global Logic se desempañaba como programador y además es estudiante universitario de ingeniería en sistemas de la UBA.
Las capacidades técnicas del imputado; la ausencia de vínculo entre Bianchi y Arean; el reconocimiento de Castelo de que Arean no tenía responsabilidad fueron factores decisivos en la condena. Pero el hecho de que Castelo no pudiera demostrar el supuesto trabajo freelance generador de esos $3.000 más haber actualizado su computadora sin hacer back-ups, fueron contundentes.
* Abogado especializado en nuevas tecnologías / [email protected]