ESCUCHAREntre tanto evento frívolo y mercantilizado, en medio de tanta acefalía en los órganos encargados de fomentar de la cultura, es reconfortante ver cómo los hechos culturales no son patrimonio de los grandes centros urbanos ni necesitan de gigantescas estructuras.
Las Rosas es una ciudad del interior de Santa Fe. Cabecera del Departamento Belgrano, situada a la vera de la ruta nacional 178, cuenta con poco más de trece mil habitantes. Sin embargo, tiene una biblioteca popular (y, realmente, nunca mejor merecido el término), la “Domingo Faustino Sarmiento” de más de 18.000 volúmenes y unos venerables 80 años de antigüedad. Es decir, con más de un libro por habitante. O para ser más exactos: con 1,38 libros públicos por habitante, en una sola biblioteca. Para equipararnos, en Córdoba deberíamos tener una con casi dos millones de volúmenes.
No se agota allí lo cultural de Las Rosas. Tiene, también, uno de los coros más tradicionales y antiguos de la provincia de Santa Fe: el Coro Estable ECA.
“Un mediano bienestar tranquilo es preferible a la opulencia llena de preocupaciones”, es el proverbio árabe en que su director, Fernando Butto, ve reflejada su filosofía de vida.
Las Rosas Lee es el evento paradigmático de la biblioteca. Y, en este año, vino de la mano de una Feria del Libro, con presencias de escritores de la región, la provincia vecina y hasta de nuestra Córdoba.
Los escritores cordobeses “coparon” la feria en un día emblemático si los hay: el pasado 13 de junio, precisamente, el Día del Escritor.
Luego de las palabras de bienvenida y de la presentación del Coro Estable ECA se inició la feria, que contaba con la participación de editoriales tales como Vestales, de Buenos Aires; El Emporio, de Córdoba, Ediciones Cultura y un stand de la Provincia de Santa Fe.
La primera charla fue “Viajando en tres historias”, en la cual los escritores de nuestra ciudad Reyna Carranza, Roberto Lapid y Luis Carranza Torres (sí, el couator de cierta columna), frecuentes viajeros y novelistas reincidentes, volcaron sus experiencias de cómo el viajar se manifiesta en sus escritos.
Luego siguió la charla “Historias entrelazadas”, con plantel femenino a full: las escritoras Silvina Ruffo, Elizabeth Rey y Mirta Fachini compartieron algunos de sus secretos y experiencias en el género literario.
El cierre de la jornada fue una charla-taller sobre violencia de género y trata de personas, a cargo de la psicopedagoga y escritora Carola Ferrari, autora del libro Esclava blanca, obra en la que se narra una historia referido a estos temas.
El miércoles 17 prosiguió la feria, con la presentación del libro Reflexiones para el alma, de José Luis Prieto, y el viernes 19 hubo un encuentro regional de Literatura, gratuito y abierto a todo público, como los demás eventos.
El cierre, ese mismo día, fue con un café literario, por demás ameno y enriquecedor.
Como puede verse, hubo de todo y para todos los gustos. Trabajo a conciencia, simplicidad y profundidad provinciana, llevan a que año a año se consolide una propuesta cultural que nació local, se impuso en la región y ahora ha conseguido ser interprovincial. Y que tiene, con vistas al futuro, los mejores augurios.
Las Rosas Lee es una prueba de que puede hacerse cultura de calidad, con temas actuales y atrayentes, en el interior. Con muchísima más coherencia y sustancialidad que algunas otras ferias, cooptadas por el mercantilismo feroz de casi cualquier cosa, que poco hacen a favor del libro, aunque ese sea su cometido declamado.
* Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas. ** Abogado, magíster en Derecho y Argumentación Jurídica
