Un trabajador casado con dos hijos que perciba en 2015 incrementos salariales promedio de 27 por ciento respecto a sus haberes del año pasado resignará hasta 5,4 puntos porcentuales de esa mejora, debido a los últimos cambios en el impuesto a las Ganancias.
Los datos aparecen reflejados en un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), elaborado por los economistas Nadín Argañaraz (foto) y Andrés Mir.
El documento se suma a otros análisis similares que informan sobre el alcance de los cambios en Ganancias.
De hecho, si bien la situación de la mayoría de los asalariados registrados que tributan hubiese sido ciertamente menos ventajosa si no se hubiesen anunciado las modificaciones, los cambios igual neutralizarán en parte las mejoras salariales que se obtendrán en las paritarias de este año.
El documento recuerda que, según la resolución vigente, los mínimos y deducciones se ajustarán como máximo 25 por ciento, ya que ese valor es el establecido para el tramo de ingreso más beneficiado, resultando porcentajes sensiblemente inferiores para el resto de los trabajadores.
En consecuencia, señala el informe, puede concluirse que, si los incrementos salariales acordados en las paritarias en curso representan un aumento del sueldo promedio mensual respecto al promedio del año anterior de al menos 25 por ciento, los trabajadores alcanzados por el decreto (y evidentemente aquellos no alcanzados por percibir en el año 2013 un salario bruto superior a $25.000 mensuales) verán incrementada su obligación tributaria en un porcentaje superior al aumento salarial y, por consiguiente, deberán destinar una proporción creciente de su ingreso para cumplimentar su obligación tributaria.
Concretamente, el trabajador que a agosto de 2013 tenía un sueldo bruto mensual mayor a $15.000 percibirá, por efecto de la mayor tasa efectiva del impuesto a las Ganancias, un incremento en su sueldo de bolsillo inferior al aumento nominal pactado en la negociación paritaria.
En ese marco, para un trabajador casado con dos hijos cuyo sueldo base de 2013 era de $16.500 bruto, recibirá un aumento de 25,7 por ciento promedio y no de 27 por ciento teóricamente pactado en paritarias.
En tanto, para un haber base 2013 de $24.500, la suba real será de 21,8 por ciento, esto es 5,2 puntos porcentuales menos que el 27 por ciento teórico.
El caso más extremo es el de un trabajador que en 2013 cobró $25.001, percibirá una mejora del 21,6 por ciento, es decir, 5,4 puntos porcentuales por debajo de la suba lograda en paritarias.
De esta forma, la mayor tasa efectiva del impuesto a las Ganancias -derivada de que con los nuevos parámetros de cálculo el aumento en la obligación tributaria será en todos los casos más que proporcional al aumento salarial, en tanto éste supere 25 por ciento- tiene como consecuencia que el incremento en el salario de bolsillo termine siendo inferior al aumento negociado.
En el caso de un trabajador soltero, para el caso de un sueldo bruto en 2013 de 16.500 pesos, el aumento efectivo (sobre una suba teórica del 27 por ciento) será de 24,8 por ciento.
Asimismo, para un salario bruto en 2013 de 24.500 pesos, la suba efectiva será de 22,6 por ciento mientras que para un haber de 25.001 pesos en 2013, el alza final será de 22,5 por ciento y no de 27 por ciento, como la hipotéticamente acordada en paritarias.