Luego de la presentación de propuestas a los candidatos para lograr eficientizar el destino de los fondos para asistir a la pobreza, la ACDE se fija nueva meta: trabajar con los gremios.
La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE), a fines de abril entregó a los candidatos a ocupar la gobernación y la intendencia un documento en el que advierten de que los recursos destinados en conjunto por los tres niveles de Estado (Nación, provincia y municipio) a la promoción y asistencia social “resultan tres veces superiores a la masa de recursos suficientes para erradicar la pobreza”.
En diálogo con Comercio y Justicia, Carlos Kesman, titular de ACDE, brindó detalles del análisis y adelantó nuevas estrategias de trabajo.
-El trabajo difundido afirmaba que se está gastando tres veces más de lo necesario para controlar la pobreza en Córdoba…
-Es un cálculo que está desde hace algun tiempo. Idesa y el Ieral de la Fundación Mediterránea ya han hecho esos cálculos. Ellos tomaron la cantidad de pobres, le fijaron una Canasta Básica Alimentaria (CBA) e hicieron el cálculo de lo que costararía entregarles a esos pobres una CBA y ese número final resultó ser un tercio de todo lo que se gastó en los planes superpuestos que tienen los tres niveles de Gobierno. No hay datos actualizados. Se podrían actualizar teniendo en cuenta la inflación -que no debería ser la que mide el Indec- sino una que esté entre 20 y 30%. De todos modos, el dato sería estimativo. Lo importante es entender que se están superponiendo los planes y se destina en conjunto mucho más de lo que equivaldría darles a todos los pobres una canasta básica en mano.
-Ustedes rechazan que se atienda a la pobreza como clientelismo sino que mencionan la necesidad de hacer foco en la educación y el trabajo. En función de ello ¿cómo evalúan la Asignación Universal por Hijo (AUH)?
-Todos estamos de acuerdo con que, al margen de que el Gobieno lo instauró por medio de un decreto, es un programa que tiene mucho concenso entre todas las fuerzas políticas. Mientras tengamos una pobreza extrema de entre 10 y 12 millones de habitantes, todos estamos de acuerdo con el principio que contiene este instrumento. Sólo que se piensa que debería ser más universal y que el monto se debería actualizar automáticamente. Esos serían los dos elementos que en la evaluación se consideran fallas, amén de que hay una en la condición. Es decir, la AUH está englobada en una política que se viene llevando a cabo en América Latina desde hace años y que se denominan programas de asistencia condicionada, lo que significa que se da la ayuda condicionado a que los responsables, padres o turores lleven los chicos a la escuela y hagan atender a su salud. En el caso de la AUH se realiza un aporte mensual y se retiene una parte que se debería entregar al final del ciclo sí y sólo sí se certificara el cumplimiemto de la condición establecida. Ese control en Argentina está fallando.
-¿Cree necesario que además de ese control se debería exigir un cumplimiento de cierto standar básico de calificaciones escolares?
-Ésa es una discusión que en general se debe dar en el ámbito educativo. Lo que se cree es que en realidad es mejor que el chico vaya a la escuela que que no vaya. Luego vendría esta segunda etapa, que ya implicaría una discusión en todo el sistema eduacativo. Hay que tener en cuenta que 40% de los alumnos en edad de cursar el secundario está abandonando la escuela. Yo no puedo estar en desacuerdo con lo que usted plantea, pero tenemos que ser conscientes también de que en algunos casos no se está cumpliendo ni con el requisito de mínima, que es la asistencia.
-¿Considera que la AUH debería convertirse en una ley?
-Sí, por supuesto. En eso también hay un consenso general de que cualquiera fuere el nuevo gobierno nacional sería muy importante que se convierta en ley para que, pese al consenso, no sea pausible de ser cambiado de un día para otro.
-En Córdoba tenemos programas como el Plan Primer Paso (PPP), las becas educativas y los Boletos Obrero y Educativo ¿Cree que eso ayuda en el combate con la pobreza o en la asistencia?
-En general, en los trabajos de investigación se hacen observaciones positvas de cómo están funcionando los planes como el PPP que están facilitando el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo. Tienen mayores opiniones positivas que dan un indicio de que deberían continuar, pero también Idesa ya ha hecho varias observaciones de cómo perfeccionarlos y están hechas desde hace mucho. Incluso de antes de que el Gobierno provincial los reflotara en 2015, y se puntualizaron algunas mejoras como la que hablábamos recién en el plan de la AUH. En este caso se está pidiendo que haya una mayor exigencia en la capacitación para el ingreso al trabajo.
-¿Cómo sigue el planteo que hizo ACDE? ¿Tienen pensadas nuevas reuniones o queda esperar al resultado de las elecciones?
-Bueno, ya está planteada una nueva reunión, posiblemente la semana que viene, con el arzobispo (Carlos Ñáñez) para analizar justamente cómo seguimos. Asimismo, hay dos planteos hechos, uno tiene que ver con reuniones para después de las elecciones y con la posibilidad de convertirnos en una especie de veedores de cómo avanza la aplicación de alguna de las propuestas, y la otra, más acá en el tiempo, tiene que ver con generar las reuniones y buscar los consensos y acuerdos como los que se lograron con la parte empresarial pero ahora con los sindicatos. La idea es promover un diálogo empresarial/laboral para consensuar políticas a largo plazo. Es decir, buscamos consensuar hacia dónde deberíamos ir en materia de legislación laboral y de seguridad.
Según Idesa
Falta buena gestión
Un informe de Idesa de abril de 2014 ya subrayaba que, “más alarmante” que los datos de la cantidad de pobres, son “los cuantiosos recursos destinados para erradicar la pobreza y las pocas mejoras logradas”. Según indicó el trabajo, en 2012 se usaron con ese fin $12 mil millones sumando lo presupuestado a escalas nacional, provincial y municipal, lo que implica que se podría haber otorgado mensualmente $4.750 por persona pobre y $18.849 por hogar pobre, habiendo considerado a las personas que quedaron por debajo del nivel de pobreza definido por la Canasta Básica Total (CBT) del Indec.
La conclusión de trabajo fue que para erradicar la pobreza no faltan recursos económicos, “lo que falta es calidad en la gestión del Estado”.