Por Cecilia Pozzobon
Las sumas ya acordadas por algunos gremios, principalmente los estatales provinciales, en concepto de bono de fin de año no hacen otra cosa que certificar la pérdida del poder adquisitivo del salario en 2014, lo que es lo mismo que decir que las subas acordadas en paritarias -allá a principios de año- teniendo en cuenta la previsión de la inflación anual, perdieron la carrera con los aumentos de los precios.
Y como todo lo que tiene que ver con la medición de la inflación, el valor de referencia para cuantificar la pérdida del poder de compra de los asalariados es diferente de acuerdo con el “cristal con el que se lo mire”.
Según los centros de estudio de los gremios opositores al gobierno kirchnerista, la caída promedio del salario real se ubica en torno a ocho por ciento, aunque este porcentaje se incrementaría hasta 12% para aquellos trabajadores que están alcanzados por el impuesto a las Ganancias. De estas cifras se desprende que la pérdida sería equivalente a un medio aguinaldo y un aguinaldo y medio, respectivamente.
Por su parte, el Observatorio Social de la CTA Autónoma, que encabeza Pablo Micheli, aseguró que hacia el mes de agosto pasado (última cifra disponible), el salario real del sector privado era 6,4% inferior al de igual lapso de 2013.
Finalmente, hasta el mismo Hugo Yasky, de la CTA oficialista, admitió que “éste es el primer año en que los salarios están perdiendo terreno en relación con los precios”, y ubicó el deterioro en torno a cinco por ciento.
Pese a ello, el Gobierno se negó a reconocerlo y, por medio de los dichos del secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, aseguró: “Para nosotros, no hubo pérdida de salario real”.
Lo cierto es que los más perjudicados fueron los trabajadores de los sindicatos que firmaron las primeras paritarias, con aumentos en dos cuotas de entre 26,5% y 29%, como los metalúrgicos o los empleados de comercio. Bancarios, en tanto, acordó un incremento anual de 30% de una sola vez, pero como buena parte del gremio está alcanzado por Ganancias, parte de la suba fue absorbida por este impuesto.
pérdida
Los bonos de fin de año certifican la caída del poder adquisitivo
De alimentos y algo más
Los responsables de la devaluación del salario son los constantes incrementos de los productos de consumo como también de los impuestos y los servicios. Asimismo, cabe destacar la incidencia de la devaluación de la moneda ocurrida en enero, la reducción de los subsidios para el gas y el agua, el fuerte incremento de los combustibles, que llevaron a que la inflación oscile entre 35% y 40%, según quien la mida.
Mientras el Indec hace referencia a un incremento acumulado al mes de septiembre de 18,2% (el IPCnu constata las subas de los productos incluidos en el Programa nacional de Precios Cuidados), el índice que difunden los opositores en el Congreso prevé una inflación anual de 40,3%, y la Defensoría del Pueblo menciona una acumulada a septiembre de 22,5%.
En el mes de junio, según el Indec, el haber promedio de un argentino era de 5.000 pesos
El salario medio de Argentina se ubicó al finalizar el segundo trimestre en 5.000 pesos, 1.200 más que en igual período de 2013, de acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Para el organismo, el salario medio experimentó un alza de 31,5% en un año, mientras que la cantidad de horas promedio trabajadas por semana se mantuvo en 43, nivel similar al del año pasado.
El Indec también señaló que el ingreso promedio de los hombres se ubicó en 5.200 pesos y el de las mujeres en 4.000.
Los datos pertenecen a la Encuesta Permanente de Hogares.Si se tiene en cuenta el ingreso del total familiar, la media se elevó en junio pasado a 8.000 pesos por hogar.
De acuerdo con el estudio, tres de cada cuatro asalariados percibía a mitad de año un sueldo inferior a los 7.500 pesos y la media para los profesionales se ubicó en torno a 8.000 pesos. Asimismo, los haberes de los empleados técnicos finalizó en 5.500 pesos, la de empleados operativos en 5.000 pesos, y la de no calificados en 2.800 pesos.
¿Cuánto se podía comprar en junio con ese dinero? Según los monitoreos de precios efectuados en los principales supermercados de la ciudad de Córdoba por el Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo, en junio un individuo adulto de sexo masculino, de entre 30 y 59 años de edad, precisó de casi mil pesos para adquirir sólo los alimentos, mientras que la Canasta Básica Total (con servicios e impuestos) ascendió a 2.061,17 pesos.
En tanto, un hogar compuesto por dos adultos y dos niños en edad escolar necesitó por lo menos de 6.369 pesos para no ser pobre y 2.811 pesos para no caer por debajo de la línea de la indigencia.