El cotejo genético demostró que no hay vínculo entre el adolescente y la joven secuestrada y desaparecida en Tucumán el 3 de abril de 2002.
La prueba de ADN realizada a un adolescente de 13 años señalado como posible hijo de Marita Verón, la joven secuestrada y desaparecida por una red de trata de personas en 2002 en Tucumán, dio resultado negativo.
La información fue confirmada ayer por la Justicia federal de Córdoba luego de las dos audiencias que se realizaron en la sede del Juzgado Federal N° 2 de Córdoba, en las cuales el juez Alejandro Sánchez Freytes informó por separado al menor y a Susana Trimarco, madre de Marita, sobre el resultado del estudio genético.
Cabe recordar que a principios de agosto, Trimarco denunció que “en un pueblo cercano a la frontera con La Rioja había una señora vinculada a la causa” de su hija, “con seis menores a su cuidado y que uno de los cuales podría ser el hijo de Marita”.
Según Trimarco, los chicos “habrían estado sometidos a todo tipo de abusos y maltratos por parte de esa mujer” y tendrían “papeles falsos y documentación apócrifa, causa que también está en manos de la Justicia Federal”.
“Los resultados de la comparación de los perfiles genéticos fueron negativos tanto para mí como para la que decía ser su madre, tal como figura en la partida de nacimiento del niño”, informó Trimarco en un comunicado que difundió la Fundación María de los Ángeles. “En principio esto no significa que deje de buscar al hijo que Marita tuvo”, dijo, y sostuvo que no dejará de luchar por los derechos de este niño y de los otros que se encontraban en la misma situación.
“Quisiera que la Justicia no se olvide de esos niños y procure su bienestar en todos sus aspectos. Desde la fundación que presido, nos ponemos a disposición para colaborar en todo lo que sea necesario”, remarcó.
El niño, hasta el inicio de esta causa, vivía en un pequeño poblado cerca de Alta Gracia, donde fue criado por Paola Ceballos. Esta mujer está en pareja con Gonzalo “Chenguita” Gómez, condenado junto a su mellizo, José “Chenga” Gómez, a 22 años de prisión por haber regenteado junto a su madre, Lidia Irma “Mamá Lili” Medina, los prostíbulos de La Rioja donde Marita fue vista por otras mujeres, víctimas como ella de los explotadores sexuales.
En más de 12 años de búsqueda, estas mujeres fueron quienes le dieron a Trimarco las primeras pistas sobre la posibilidad de que Marita haya dado a luz mientras estuvo en cautiverio. En 2012, en el juicio por el secuestro de su hija, algunas de ellas volvieron a hablar del niño y señalaron como posible padre de la criatura a José “Chenga” Gómez. En esas audiencias Trimarco denunció que Gómez embarazó a su hija “para chantajearla”.