ESCUCHARCon esa frase Edgardo Gámbaro, presidente de la Federación Argentina de parques industriales, se refirió a la modalidad a la que se están adhiriendo las distintas áreas industriales radicadas en el país. La Cantábrica, ubicada en el partido de Morón, Buenos Aires, fue la primera en certificar acciones de RSE.
Como titular de la Federación Argentina de Parques Industriales (FAPI) y también presidente de la Rama Industrial de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Edgardo Gámbaro participó activamente del taller sobre parques industriales en el marco del XIII Foro Internacional “Ciudad, Comercio y Turismo” que se llevó a cabo el fin de semana en Termas de Río Hondo (Santiago del Estero).
En esa ocasión, Gámbaro recorrió la historia y la actualidad del Parque La Cantábrica, primero en el país en certificar acciones de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
En diálogo con Comercio y Justicia, quien también es director del complejo que funciona en el partido de Morón, Buenos Aires, hizo mención a la tendencia a la que pretende que se sume el resto de los parques industriales.
-¿Cómo surge la iniciativa de que La Cantábrica certificara RSE?
-El Parque Industrial La Cantábrica nació a mediados de los ‘90 de la iniciativa de hacer algo con una fábrica que estaba abandonada, que en su momento había dado trabajo a 8.000 personas en el conurbano. Fue una pérdida muy importante, no sólo en la actividad industrial sino por la cantidad de puestos de trabajo que generaba, y también para los colegios técnicos de la zona que eran los que la nutrían de operarios. Entonces, a partir de una iniciativa de la Unión industrial del Oeste (UIO) surge la idea de generar un parque industrial pyme. Después de mucho camino recorrido, el gobierno de la provincia de Buenos Aires tomó la iniciativa de comprar la quiebra y generar un ente tripartito de administración y gestión del parque industrial compuesto por el Ministerio de la Producción, el intendente de Morón y el presidente de la Unión Industiral de Morón como ‘pata’ privada del proyecto. La gestión del consorcio la tomó la UIO, es decir, mantener los espacios comunes, realizar las obras necesarias, hacer los distintos saneamientos necesarios y, como la entidad es pyme y tenemos la particularidad de que las pymes siempre estamos muy próximas a las comunidades donde estamos, naturalmente se fueron dando acciones que exedían lo que tenía que ver meramente con las fábricas.
-¿Qué incluyeron esas acciones?
-Por ejemplo, surgió la idea de abrir La Cantábrica a los chicos de los colegios para que la recorrieran, invitar a los jubilados que trabajaron en su momento en La Cantábrica para que vieran cómo está ahora lo que antes quedó abandonado y roto, para que conocieran que la ex siderúrgica ahora alberga 40 empresas industriales pymes. Se hizo una obra importante para conectar las coacas a la red y se aprovechó y se hizo una obra plus para poder conectar un barrio lindero del complejo y así los ciudadanos también pudieran acceder al servicio. La vieja escuela técnica que había, que cuando quebró se cerró, decidimos reciclarla y ponerla en marcha. Hoy funciona allí un centro de formación profesional en donde también se atienden a las necesidades de culminación de escuela primaria y secundaria para adultos; hay cursos de oficios abiertos a la comunidad. Fue de manera natural que se fueron dando algunas acciones.
-¿Hubo participación del Estado?
-Cuando surgió la FAPI y nos empezamos a vincular con autoridades, de Industria pero también con el Ministerio de Desarrollo Social en cuanto a estos proyectos, y vimos que había interés por parte del Estado de lograr que los parques industriales aplicaran acciones de RSE. La iniciativa de ellos tenía que ver con desarrollar un programa en el que se establecieran acciones como las que nosotros desarrollábamos. Por eso es que quedó que La Cantábrica es el primero de los parques con el registro de RSE. Después se sumó el de Chivilcoy y otros, porque en efecto, de una manera u otra, todas las asociaciones entre empresarios pymes van desarrollando acciones relacionadas con las necesidades de la comunidad.
-¿Eso implica que no hay requisitos preestablecidos para certificar RSE?
-Sí, sí los hay. Los fija el Ministerio de Desarrollo Social. No sólo para parques industriales sino que son requisitos que también pueden cumplir las empresas de manera individual para certificar e incorporarse al listado. Se trata del Registro Único de Organizaciones de Responsabilidad Social, una iniciativa conjunta de los ministerios de Desarrollo y de Industria.
-A la hora de entablar negocios, ¿los beneficia tener RSE? ¿Es algo que se demanda?
-Puede que en algunos casos se pueda pedir como condicionante, pero más allá de eso creo que uno no hace RSE para poder vender mejor; creo que quien lleva a cabo acciones socialmente responsables lo hace por convencimiento.
-¿Hay una tendencia a que el resto de los parques que nuclea la FAPI se incorpore a este registro?
-Sí, por supuesto. La FAPI es una gran mesa o ámbito en el que los parques con sus distintas administraciones se reunen para poder compartir experiencias, vivencias de lo que sucede. Es un órgano de difusión y de intercambio del hacer de todos los días.
-¿La FAPI es el producto de esta tendencia de unirse para tener más visibilidad y de que los reclamos o las necesidades tengan más peso?
-No es más ni menos que un “paraguas” institucional. No es una creación para pelear; es para acercar proactividad y a lo mejor soluciones, porque lo que esto permite es un ida y vuelta con empresarios y funcionarios para el intercambio de ideas. Es ni más ni menos que la gremial empresarial con la que se tienden puentes.
-¿Encuentran apoyo financiero en el Gobierno a la hora de emprender desarrollos de RSE?
-Hay apoyo, pero como todo debe estar justificado. Cuando hay un proyecto interesante que pueda generar algo, se encuentra predisposición.
Iniciativa articulada
Los minsiterios de Desarrollo Social; de Industria; y de Trabajo, Empleo y Seguridad Social llevan adelante un programa de concientización en RSE en distintos parques industriales del país. La iniciativa consiste en la organización y ejecución de actividades de capacitación técnica para trabajadores, en el estímulo a la innovación e investigación tecnológica en las distintas industrias y en la promoción de acciones socialmente responsables por las organizaciones que integran los distintos parques industriales.
