La relación entre el Gobierno nacional y la Mesa de Enlace se encuentra en uno de sus momentos más críticos desde que se inició el conflicto en marzo de 2008 y, en el marco de la tercera jornada de paro agropecuario, se pone en duda una próxima reunión conjunta para consensuar medidas.
Los ruralistas llevan adelante un cese de comercialización de cereales, oleaginosas y ganado en pie, que terminará el próximo viernes a la medianoche. El Ejecutivo no intervino en ninguno de los puntos de manifestación de los productores, pero expresó, a través del ministro del Interior, Florencio Randazzo, que considera que los piquetes ruralistas son “un mecanismo de extorsión”.
Precisamente, el mayor malestar político y social hasta el momento fue generado por los cortes en las rutas, que se concretan en unos 60 puntos del país con interrupciones intermitentes y control de carga, con mayor intensidad en Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba.
A lo largo de las dos primeras jornadas de paro hubo escenas de violencia y tensión en los caminos. En Santa Fe se denunció el descarrilamiento de un tren por presunto traslado de cereales en pleno paro. En Chaco, una jueza federal ordenó despejar la ruta 95 para garantizar la libre circulación. En Leones, entre 60 y 70 camiones de transportistas cerealeros bloquearon los principales accesos a la ciudad, en protesta porque los productores acopian sus productos y ellos no pueden trabajar por el paro.
Mientras presiona a través de los cortes, la dirigencia rural puso la mira en los legisladores nacionales, a quienes trata de convencer para alcanzar el quórum y permitir así que el Congreso discuta y establezca un nuevo sistema de retenciones. Esta semana los ruralistas buscarán sumar los 21 votos que les faltaron y lograr así el quórum para iniciar el debate en el recinto.
Para ello buscarán la intervención de los intendentes cercanos a los legisladores. En ese sentido, el titular de la Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi, estará hoy en Armstrong (Santa Fe) para reunirse con jefes comunales.
Así, tras tres encuentros que dejaron avances en varios rubros, la relación entre el Gobierno y la Mesa de Enlace vuelve a pender de un hilo ya que, teniendo en cuenta los antecedentes, el Ejecutivo podría no estar dispuesto a reunirse el próximo martes 31 de marzo si los ruralistas deciden prolongar el paro.