Se refiere a proyectos que surgen gracias a la capitalización de ideas y recursos dentro de una organización. El desarrollo de prácticas gerenciales es lo que se necesita para consolidarlos, según un informe de la CAF.
En Argentina, 69 por ciento de la población ocupada trabaja en empresas de uno a nueve empleados, según un reporte elaborado por la Corporación Andina de Fomento (CAF).
Además, el estudio encontró que más de 30 por ciento de los emprendedores de las principales ciudades de la región nace a partir de un spin-off, esto es, la capitalización de ideas, recursos y conocimientos desde otra organización. Este factor -completa- aumenta en forma considerable las probabilidades de éxito, ya que están asociadas a un nivel mayor de formalidad y capacitación.
El informe que se divulgó esta semana consigna que 75 por ciento de los emprendedores de América Latina emplea cerca de 40 por ciento de los trabajadores asalariados del sector privado, y un cuarto de ellos tendría potencial para crecer. La CAF es una de las principales fuentes de financiamiento multilateral en América Latina y un importante generador de conocimiento para la región.
En este marco, Latinoamérica se caracteriza por una alta tasa de emprendedorismo entre su población activa, según el nuevo Reporte de Economía y Desarrollo (RED 2013) de la CAF.
El emprendimiento tiene un rol destacado en el desarrollo de la región y es el punto inicial para la creación de empresas que generen aumentos sostenidos de empleo y productividad.
Según el reporte, un cuarto de estos emprendedores de la región puede tener potencial para crecer. Para ello, plantea la necesidad de favorecer políticas públicas con enfoque multidimensional que integre la liberación de las restricciones de financiamiento y el apoyo para mejorar las prácticas empresariales y la innovación, como motores para un mejor desempeño y la creación de nuevos puestos de trabajo.
Datos nacionales
“En Argentina, 69 por ciento de la población ocupada trabaja en empresas de uno a nueve empleados, una posición intermedia entre los países desarrollados y el promedio de América Latina”, explicó Pablo Sanguinetti, director de Investigaciones Socioeconómicas de la CAF, al presentar la novena edición de la publicación, que se tituló Emprendimientos de América Latina: desde la subsistencia hacia la transformación productiva.
“La principal oportunidad para consolidar los microemprendimientos y pymes se presenta en el desarrollo de la calidad de las prácticas gerenciales. Hoy Argentina se ubica en niveles similares a Chile y Brasil, que tienen niveles bajos comparados con países desarrollados; de ahí la necesidad de una intervención pública eficaz, dirigida a potenciar las posibilidades de crecimiento de largo plazo”, señaló.
El informe se realizó sobre una muestra de 500 entrevistas a hogares en 17 ciudades de América Latina y en Los Ángeles, California. Se presentó oficialmente ayer en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con presencia del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, y el representante de la CAF en Argentina, Rubén Ramírez, así como el subsecretario de Desarrollo Económico de la ciudad de Buenos Aires y expertos de la UBA, Universidad T. Di Tella, Universidad de General Sarmiento y emprendedores.
Impulso económico de la CAF
Las aprobaciones de la CAF para programas de desarrollo en América Latina en el último quinquenio alcanzaron 45 mil millones de dólares.
En 2011, las aprobaciones, que superaron 10 mil millones de dólares, han estado dirigidas casi en 50 por ciento al financiamiento de infraestructura económica y de integración, 30 por ciento a desarrollo social y ambiental y 20 por ciento al desarrollo de los sectores productivos.
La CAF concentra su apoyo en las pymes latinoamericanas mediante diversos instrumentos financieros y de políticas públicas, para que puedan alcanzar mayores niveles de eficiencia y competitividad a escala global.