ESCUCHARMás de 1.500 víctimas fueron rescatadas el año pasado. La mitad era sometida por redes dedicadas a la explotación sexual.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, fue contundente al establecer como uno de los principales objetivos de 2014 “completar el marco legal para ir contra el cliente de la trata, que es la pata principal de un delito que expresa el retorno a la esclavitud y el único negocio en donde el cliente nunca tiene la razón”.
Días atrás, la cartera que encabeza este funcionario distribuyó un informe estadístico que revelaba que desde la sanción de la ley 26364, de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, en 2008, se rescataron 5.884 personas tras 2.745 allanamientos.
Asimismo, el informe reveló que más de 1.560 víctimas de este delito fueron rescatadas durante los primeros diez meses de 2013.
En tal sentido, Alak sostuvo que “esta lucha se convirtió en una política de Estado de primer orden en el país, que ya tiene alcance regional en el marco de un proceso de integración cada vez más vigoroso con los gobiernos hermanos de Sudamérica”.
Lo cierto es que ese ministerio señala que 2014 será el año en que se ultimarán los detalles para perseguir la cadena delictiva que se encuentra detrás de la trata de personas, y en ese sentido en Argentina “se renovará y profundizará el año entrante con la sanción definitiva de la ley que penaliza al cliente, porque, como decía Cervantes, los delitos siempre tienen en la espalda un castigo”, dijo el funcionario.
Las estadísticas
Según las cifras oficiales, entre abril de 2008 y octubre de 2013 el número de víctimas rescatadas de las redes de trata asciende a 5.884.
Las estadísticas, difundidas por el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, indican que el número de rescates se incrementó de manera notoria durante los últimos tres años y que 52% de las personas liberadas era víctima de explotación laboral, mientras que el 48% restante era sometido a explotación sexual. Las víctimas son, en 88%, mayores de edad y 55% de nacionalidad extranjera.
A su vez, el estudio señala que durante 2013 la principal causa de denuncia a la línea 145 fue por explotación sexual (70%), por personas desaparecidas (12%) y por explotación laboral (5%). También se comprobó que la gran mayoría de los llamados –60%– provenía de la región que incluye la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Neuquén, seguida por la región de Córdoba, Santa Fe y Santiago del Estero, con 14 por ciento.
La proliferación del delito
Según lo explicó el titular de la Procuraduría de Trata de Personas, Marcelo Colombo, la proliferación del delito de trata se debe en parte a la “connivencia dentro de alguna de las esferas del Estado”, y destacó la incapacidad de los operadores judiciales de “ponerse en los zapatos de las víctimas”.
“Las reglas del sistema prostibulario han sido naturalizadas por los operadores de la Justicia. Al colocarlo como algo incuestionable nos llevó a no analizar detenidamente algunas causas”, aseguró Colombo.
“La trata debe entenderse como un delito que se comete de manera organizada, con expectativa de permanencia y donde actúan dos o tres personas. El máximo objetivo es obtener beneficios económicos poco comparables con otros mercados ilegales. Además, para que exista este grupo de personas cometiendo este delito debe haber connivencia dentro de alguna de las esferas del Estado para que la organización o mercado ilegal pueda proliferar”, subrayó el fiscal.
Colombo establece una distinción entre explotación sexual de terceros y lo que es el ejercicio autónomo de la prostitución: “Una cosa es si en plena libertad uno decide poner en venta su cuerpo y cobrar dinero. En cambio, la explotación de la persona ajena en los términos de la trata está pensada por un tercero, un proxeneta, que administra un sistema prostibulario y se beneficia económicamente de la cantidad de mujeres que integran ese prostíbulo”.
Lo que vendrá
Con la ley original, la pena de trata era de 3 a 15 años y con la modificación esa pena pasó a cuatro años la mínima -para que ningún caso sea excarcelable- hasta 15 años la máxima.
En este camino, en 2013 se presentó un proyecto de ley que ya tiene media sanción en el Senado y que a principios de 2014 será tratado en Diputados para que exista una sanción legal al cliente de trata. “Otro debate que vendrá de la mano de esto será también sancionar al cliente de la prostitución”, dijo Colombo
