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Por Luz Saint Phat / [email protected]
Los servicios profesionales ocupan el puesto número uno, igualando la situación en América Latina y El Caribe. Cuáles son los otros segmentos de la actividad que marcan el ritmo de innovación en el país
El desarrollo constante de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación marcan de manera permanente nuevos horizontes para los sectores productivos, los cuales deben abordar complejos procesos de digitalización con mayor fluidez.
No obstante, no todas las ramas de la actividad económica tienen el mismo nivel de adaptación e incorporación de procesos e insumos digitales, dado cuenta de un escenario muy heterogéneo.
Así lo demostró un reporte de este año de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el cual analizó cómo se encuentra el proceso de digitalización por rubro y por país.
El informe se titula “Oportunidades para la transformación digital productiva: evidencia estadística sobre el nivel de digitalización sectorial en América Latina y el Caribe” y es una de las últimas publicaciones del Observatorio de Desarrollo Digital de la Cepal.
“El impacto de la transformación digital en la innovación de sectores específicos todavía no se comprende completamente. Si bien el desarrollo de tecnologías digitales ha permitido la creación de nuevos productos y servicios digitales, así como la mejora de los existentes, es probable que el impacto de la digitalización en la innovación difiera entre las industrias debido a las características propias de productos, procesos y estructuras”, explicó el documento en su introducción.
“Por ejemplo, mientras ciertas industrias como los medios y el entretenimiento se han digitalizado completamente, otros sectores y actividades primarias como la agricultura o la minería han permanecido en gran medida sin cambios”, ejemplificó el reporte, señalando que – de igual manera – “la automatización y el despliegue de la robotización han avanzado más en algunas industrias, como la automotriz”.
Aún así, se advirtió de que existe poca evidencia estadística sobre el impacto sectorial de la transformación digital, cuestión “crucial” si el objetivo es implementar políticas que apoyen la innovación.
“Comprender estas diferencias es clave para que los gobiernos y las empresas busquen estrategias para aprovechar todo el potencial de la transformación digital en sectores estratégicos y puedan alcanzar un salto de calidad en materia de productividad”, se aseguró.
En esta línea, el documento analizó un conjunto de datos y estableció un ranking regional y por país sobre cómo cada actividad avanza en materia de tecnologización de sus procesos, considerando dos variables.
En primer lugar, se consideró el porcentaje de insumos indirectos adquiridos por cada sector que pueden relacionarse con lo digital (ya sean equipamiento o servicios de telecomunicaciones, denominados insumos digitales intermedios. En otra instancia, se ponderaron también las mediciones del nivel de adopción de tecnologías digitales a partir de encuestas industriales realizadas por los órganos estadísticos de cada país.
Sobre la base de estos datos y sobre todo teniendo en cuenta la primera variable, se pudo conocer que, en el caso de Argentina, los servicios profesionales son el segmento más avanzado en el proceso de digitalización, sobre un total de doce rubros relevados.
En el podio, le siguen alojamientos y restaurantes y construcción.
Más abajo, se ubican servicios financieros, comercio, transporte y logísticia, y manufactura, en ese orden.
Finalmente, los segmentos con menor grado de digitalización son bienes raíces, sector público, agua y energía, minería y agricultura.
Comparativa
Es importante señalar que la ocupación de servicios profesionales en el puesto número uno se replica en casi toda la región (exceptuando México), constituyendo el segmento más dinámico y permeable a la incorporación de nuevas tecnologías.
Similar análisis se presenta para el caso de agricultura, aunque en dirección opuesta ya que parece ser la actividad con menor tendencia a la incorporación de procesos digitales.
En relación a estos resultados que comparte toda la región, la publicación explicó que “los servicios profesionales presentan un porcentaje elevado de insumos digitales intermedios no sólo por avances que puedan realizarse en términos de su transformación digital (como ser la automatización de procesos) sino también porque las actividades involucradas están basadas en el uso, procesamiento y transferencia de información”.
Mientras, la agricultura, por el mismo tipo de actividad y procesos productivos, presenta un bajo nivel de incorporación de insumos digitales intermedios, aunque siempre con varianzas en la región, dependiendo del desarrollo y políticas de cada país.
Así, sobre este rubro, el documento señala que una variable a ser considerada en el análisis tiene que ver con el procesamiento de alimentos. “El país que presenta el porcentaje de insumos digitales intermedios más avanzado para el sector es Brasil, con el porcentaje más alto en el subsector de procesamiento de alimentos, lo que condice con información cualitativa sobre la digitalización del sector en ambos países, reflejando en el esfuerzo tecnológico del gobierno brasileño y del sector privado especialmente en el sector de agricultura”, se explicó.
Sobre la base de datos de la Cepal, el ranking regional sobre el grado de digitalización de los sectores económico quedó en el siguiente orden: servicios profesionales, bienes raíces, comercio, alojamiento y restaurantes, servicios financieros, transporte y logística, construcción, sector público, manufactura, agua y energía, minería y agricultura.
Finalmente, en sus conclusiones, el documento señala una interesante comparativa de los niveles de digitalización de los diferentes segmentos entre la región y los países con economías más desarrolladas.
“La comparación entre América Latina y las economías avanzadas en términos de digitalización directa e indirecta también demuestra el rezago de la región en términos de transformación digital a nivel sectorial. Sin embargo, corresponde resaltar tres sectores donde el porcentaje de insumos digitales intermedios totales es mayor en América Latina que en los países avanzados: construcción, servicios financieros, y bienes raíces”.
Según los especialistas, esto puede responder a cuestiones relacionadas con el análisis pero también a que estas estructuras sectoriales están más concentradas en esta parte del mundo que en otras y a la presencia de corporaciones multinacionales que tienen mayores niveles de incorporación tecnológica en sus procesos.
AGENDA DIGITAL
En Montevideo se discutieron lineamientos hacia 2026
En este encuentro organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que tuvo lugar en la ciudad de Montevideo (Uruguay), los temas abordados fueron conectividad, habilidades digitales, transformación productiva, inteligencia artificial, ciberseguridad y gobernanza de datos, entre otros puntos clave, según informó un comunicado de la entidad.
La instancia de debate, denominada Reunión Preparatoria para la Novena Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información y Transformación Digital (eLAC), tuvo lugar del 12 al 14 de marzo pasados.
Durante el evento, la Cepal presentó datos cualitativos y cuantitativos que reflejaron el estado actual de los compromisos de la Agenda digital eLAC2024, “relevando el vínculo entre las políticas de transformación digital y las de desarrollo productivo, y proyectando una visión hacia el futuro para un mejor aprovechamiento de la transformación digital”, según precisó el parte de prensa.
Además, la reunión incluyó paneles de debate en los que se analizaron desafíos históricos como el cierre de brechas de conectividad, la relevancia de la transformación digital productiva y la inclusión digital para el bienestar y la innovación pública digital.
En la misma línea, se desarrolló un panel sobre cooperación digital internacional, en el que se analizó el estado de situación de procesos clave como la Cumbre Mundial sobre Sociedad de la Información (CMSI+20), el G-20, la Carta Iberoamericana de Principios y Derechos en los Entornos Digitales, el Pacto Digital Global y la Alianza Digital UE-ALC, resaltando la importancia de generar sinergias entre ellos, entre otros aspectos.
