Por el Colegio de Agrimensores de la Provincia de Córdoba
La labor experta de medición, determinación y delimitación de inmuebles, desempeña un papel crucial en la creación de los documentos cartográficos que dan origen a la información básica que luego se registra
El Catastro es la disciplina que se encarga del ordenamiento territorial de un espacio determinado y tiene vinculaciones permanentes con organismos públicos de los diversos estamentos del Estado y con los habitantes de ese territorio.
Tomando una definición más exhaustiva, podemos decir que la agrimensura es “la disciplina que se ocupa de la ubicación, identificación, delimitación, medición, representación y valuación del espacio y la propiedad territorial, ya sea pública o privada, urbana o rural, tanto en la superficie como en la profundidad, así como también de la ubicación y control geométrico de obras, organizando y conduciendo su registro, es decir, el catastro.”
Entonces, ¿en dónde se registra la información que tiene origen en las operaciones de agrimensura?
El trabajo que los agrimensores desempeñamos queda registrado en organismos públicos que son los encargados de administrar la información pública sobre la propiedad y el valor de los inmuebles.
Trabajo conjunto: agrimensura y notariado
Cuando hablamos de “seguridad jurídica en el tráfico inmobiliario” nos referimos al trabajo que desde diversas profesiones realizamos para garantizar que en la compra y venta de inmuebles haya transparencia y precisión, tanto en los objetos que se transfieren, como así también en su registración.
El trabajo de agrimensores y notarios resulta clave para que los organismos públicos puedan ordenar y publicitar información correcta sobre la propiedad, ubicación, valuación, límites y demás elementos que permiten organizar, clasificar y ordenar los inmuebles en un determinado territorio.
En nuestra provincia, el Registro General de la Provincia (R.G.P.) –nombre que recibe el registro de la propiedad inmueble– es el organismo encargado de almacenar y organizar, desde el año 1884, toda la información sobre la propiedad de la tierra en nuestra jurisdicción. Además de publicitar información sobre la titularidad a los inmuebles, también se asientan allí cuestiones fundamentales como embargos, donaciones, inhibiciones, servidumbres y otras figuras que pueden limitar el uso de la tierra en diversos sentidos.
Registros en Argentina
En Argentina, los registros de la propiedad inmueble desempeñan un papel esencial en la garantía de los derechos a la propiedad y en el fomento de la seguridad jurídica en las transacciones inmobiliarias. Estos organismos actúan como una base de datos centralizada que documenta y autentica la titularidad, los límites y las características de las propiedades inmuebles en todo el país. Sin embargo, detrás de estas instituciones se encuentra una disciplina fundamental para alimentarlas y actualizarlas: la agrimensura.
La agrimensura se erige como una disciplina esencial en la generación de la información básica que los catastros y registros a la propiedad inmueble organizan y gestionan. Los agrimensores, expertos en medición, determinación y delimitación de inmuebles, desempeñan un papel crucial en la creación de estos documentos cartográficos que dan origen a la información básica que luego se registra. Su trabajo se convierte en el cimiento sobre el cual se construye la integridad y la confiabilidad de los catastros y de los registros de la propiedad.
Contexto histórico
En los primeros años después de la independencia, nuestro país se encontraba en un proceso de organización administrativa, territorial y legal, y la necesidad de establecer un sistema eficiente para registrar la propiedad inmueble se hizo evidente.
Fue en 1829 cuando Argentina dio el paso crucial hacia la creación de un registro a la propiedad, con la promulgación de la Ley de Mensura y Catastro, un hito en la historia de la Agrimensura y la gestión de la tierra en el país. Este evento marcó el inicio de la sistematización de la información sobre propiedades y parcelas en Argentina.
Sin embargo, no fue hasta 1884 cuando se estableció oficialmente el Registro de la Propiedad de la Provincia de Córdoba, convirtiéndose en uno de los registros más antiguos y respetados por su importancia en Argentina.
Desde entonces, ha desempeñado un papel esencial en la organización y gestión de datos sobre la propiedad inmueble en nuestra provincia.
Agrimensura y registros
Los agrimensores somos los responsables de medir, delimitar y determinar y ubicar los inmuebles. Nuestro trabajo es la base sobre la cual se construye la integridad y la confiabilidad de los registros de propiedad y de los catastros. Es nuestra labor, junto a la de los escribanos, la que otorga transparencia y seguridad jurídica en las transacciones inmobiliarias.
En un mundo donde la propiedad privada y la transparencia de la información pública son esenciales para el funcionamiento de una sociedad justa y equitativa, el papel de los agrimensores adquiere una relevancia aún mayor.
En ese sentido, la historia de los registros de la propiedad inmueble en Argentina y en Córdoba es un testimonio de la evolución de la gestión de la tierra en el país. Y en esta historia, los agrimensores desempeñamos un papel central, asegurando que la información sobre la propiedad sea precisa, transparente y segura para todos. Nuestro trabajo es un pilar fundamental en la preservación de los derechos de propiedad y la promoción de una sociedad justa y equitativa.
Una pregunta surge ante la forma de registrar la propiedad: ¿Qué es la registración documental escrita? Es importante destacar que, más allá del lenguaje oral, es el lenguaje escrito o la escritura quien vuelve al acto jurídico publicitado y oponible a terceros. Como soporte a la narración de un título, el documento cartográfico realizado por el agrimensor es de donde surge la dimensionalidad de la cosa inmueble.
Hoy se hace imposible pensar en un título de una parcela que no surja de un plano base y eso es debido a que la sociedad ha ido integrando y amalgamando la idea de la representación física de una porción del territorio con título papel respaldatorio.
Para ello, escribanos y agrimensores trabajan mancomunadamente en pos de tan mentada seguridad jurídica.