El flamante presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Lucas Magnano, se refirió a los desafíos del sector agropecuario y cómo encarará su gestión al frente de la entidad. En sus declaraciones, destacó la necesidad de trabajar hacia el futuro y salir de la coyuntura económica actual, afirmando que “las cooperativas deben fortalecerse hoy más que nunca”.
Magnano, productor agropecuario de Santa Fe y representante de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), es un joven dirigente de 41 años oriundo de Villa Trinidad, provincia de Santa Fe, un pequeño pueblo de la provincia vecina con fuerte tradición agropecuaria. A lo largo de una década, ha estado vinculado a cooperativas de servicios, y fue presidente de la Cooperativa La Trinidad antes de asumir su rol en Coninagro. “Las cosas no se cambian solo trabajando dentro del campo, sino también desde la política”, apuntó en el inicio de la charla.
Villa Trinidad, ubicada en el Departamento de San Cristóbal, se destaca como una de las zonas más ganaderas del país, con cerca de un millón y medio de animales, y una importante actividad lechera. Magnano destacó que los cambios en la macroeconomía argentina impactarán significativamente en la producción, no solo por las transformaciones internas, sino también por la baja en los precios internacionales. “Sabemos que la carga fiscal es muy grande, tanto de los gobiernos municipales, provinciales como nacionales”, expresó.
En este contexto, el dirigente subrayó que “las cooperativas deben fortalecerse hoy más que nunca”. En su visión, la unión de los productores es clave para capturar más valor dentro de la cadena, siempre en beneficio del propio productor. “Esa es la razón de ser de las cooperativas, y por la que decidimos organizarnos. Será fundamental gestionar con los mayores niveles de eficiencia, brindando apoyo técnico y de aprovisionamiento de insumos a los productores”, afirmó.
En cuanto a la dirección que tomará Coninagro durante su gestión, Magnano indicó que continuará con las acciones positivas que ya se han implementado, como la defensa del productor y el sistema cooperativo. “Queremos trabajar en un horizonte de mediano y largo plazo, saliendo de la coyuntura agobiante del presente”, destacó.
Respecto a la polémica en torno al planteo de la Federación de Acopiadores contra las cooperativas, Magnano prefirió no entrar en detalle. “No es algo que me corresponde opinar, es una postura de los acopiadores. Nosotros estamos enfocados en lo nuestro”, aclaró.
El tema de las regulaciones también fue abordado por el presidente de Coninagro, quien se mostró a favor de la desregulación económica. “El Gobierno hace bien en desregular, porque no se puede vivir con tantos tipos de cambio y tantas trabas a la importación, que solo generan burocracia y costos”, señaló. En relación con las retenciones, destacó que “tarde o temprano deberán empezar a bajar”. “Como país necesitamos crecer, y para ello es crucial enviar señales claras a los mercados. Eliminar las retenciones sería una gran señal para el sector agropecuario”, afirmó.
Por otro lado, se refirió a la difícil situación de los productores yerbateros tras la desregulación del sector y la eliminación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). “Las economías regionales son una base muy importante dentro de Coninagro. Este tema debe ser debatido internamente para definir una posición institucional. No solo en yerba, sino también en otros sectores como el vino, las hortalizas o el arroz”, comentó.
En cuanto a los indicadores de consumo, Magnano mostró optimismo al señalar que los datos recientes apuntan a una posible mejora. “Los indicadores de alta frecuencia vienen mejorando, lo que podría ser un impulso importante para las economías regionales”, afirmó.
Finalmente, se refirió a la relación que debe existir entre el gobierno y los representantes del campo, sosteniendo que “es fundamental que el campo se reúna periódicamente con el presidente de la Nación, cualquiera que sea, para generar una agenda común y una visión de país. Argentina es agro dependiente, y la planificación es clave”. En este sentido, cuestionó la idea de que Argentina es un país rico, argumentando que “Argentina es potencialmente rica, pero sólo genera riqueza cuando sus agentes económicos invierten. Si no, no lo es”.