Son juegos colectivos en plataformas globales y con eventos masivos que son seguidos por millones de personas. Detrás de su desarrollo, vienen multinacionales y un nuevo modo de vivir el deporte
Un nuevo fenómeno recorre el mundo; lo hizo silenciosamente durante algunos años pero hoy llena estadios desde Córdoba hasta Seúl, pasando por Johannesburgo o Madrid. Hoy en día uno de los mayores eventos mundiales en audiencia son los eSports, los deportes electrónicos.
Hasta hace dos años, se decía que cerca de 300 millones de personas seguían de forma habitual los deportes electrónicos. La final de League of Legends alcanzó 36 millones, más que la final de la NBA o del Mundial de Rugby. Algunos de sus eventos, como la Major League Gaming, cuenta con 15 millones de espectadores y una media de visionado de más de 150 minutos. Surgieron al calor de títulos como el mítico Counter Strike o el actual hegemónico League of Legends y atraen hoy a audiencias de millones de espectadores.
Hoy, se prevé que la audiencia total de los eSports superará 858 millones de personas a escala mundial en 2022, frente a los 630 millones de usuarios que predice Juniper Research para este mismo año. Cada vez más cerca de los mil millones y un poco más que siguen al fútbol. En esta cifra se engloba tanto las retransmisiones propias de los juegos como los tutoriales y programas relacionados con los contenidos de estos videojuegos.
Dicho de otro modo: uno de cada diez ciudadanos del mundo será espectador de eSports en menos de cuatro años, relegando así a muchos de los deportes tradicionales a un segundo plano de actualidad. Quien sabe si incluso siendo considerado como un juego olímpico.
El debate sobre si son deportes es un tanto polémico pero para los expertos está claro: lo son. Gobiernos como el estadounidense o alemán reconocen a los jugadores profesionales de videojuegos como atletas y el Comité Olímpico Coreano ha concedido el rango de deporte olímpico a los esports.
La concepción de que es necesario un esfuerzo físico para que algo sea considerado deporte es un malentendido común. El ajedrez y el póker son reconocidos como deporte. Pero no hace falta irse tan lejos, existen los ejemplos del tiro olímpico o el billar, donde el factor mental es lo que marca la diferencia.
Portales especializados en la temática señalan que cada vez surgen más estudios que demuestran que los atletas de eSports se ven sometidos a un desgaste similar al de los atletas tradicionales. El último, realizado por la Universidad Alemana del Deporte en Colonia, revelaba que en intensas partidas profesionales los jugadores de eSports generan niveles de estrés similares a los que generan profesionales del motor en rápidas carreras. El estudio concluía: “Los eSports son tan exigentes como muchos otros tipos de deporte, si no más”.
Incluso, advierten que los e-deportistas siguen duras rutinas de entrenamiento. Tienen tras ellos a una compleja infraestructura formada por entrenadores, analistas e incluso psicólogos deportivos. No sólo deben prepararse mentalmente, mantener el cuerpo en forma también es crucial para alcanzar un rendimiento óptimo en la partida, por ello muchos mantienen regímenes de alimentación saludables y van al gimnasio.
No se trata de un simple movimiento deportivo. Forman parte una revolución impulsada por la expansión de Internet y la llegada de nuevas plataformas.
Los eventos de deportes electrónicos son seguidos principalmente a través de Twitch.tv, una plataforma de retransmisión a través de la red. Ahí podemos ver desde programas de cocina hasta el mejor póker en directo. Se trata de una forma de comunicación totalmente aparte de lo convencional. Ya tienen más espectadores que importantes canales de la televisión estadounidenses (muchos más que cualquier canal español) y más de 80% de su tráfico está relacionado con los esports. La empresa de ventas online Amazon adquirió Twitch.tv por 735 millones de euros en 2014, desde entonces no han hecho más que crecer a un ritmo vertiginoso, contando actualmente con más de 100 millones de espectadores. Lo concreto es que el crecimiento de esta industria es imparable, cada vez más personas disfrutan observando estas competiciones. Los deportes electrónicos existen desde hace muchos años, pero es en la actualidad cuando están viviendo su mejor momento en términos de notoriedad, inversión y seguidores, gracias también a la expansión de Internet y las nuevas tecnologías y plataformas.
Mientras que la publicidad en los esports ha sido el pilar de marcas endémicas como Intel y NVIDIA, las marcas no endémicas patrocinarán cada vez más torneos importantes y eventos de retransmisión, con ingresos de publicidad que llegarán a 2.200 millones para el 2022.
No obstante, para los analistas, el desarrollo del eSport como competición madura requerirá usar nuevas estrategias de financiamiento; en particular, los fondos de premios verán una mayor integración de obsequios de contenido como una estrategia de monetización (esto es, paquetes de juego adquiribles que contienen una selección aleatoria de elementos del juego). “Al ofrecer estos como contenido de tiempo limitado durante los eventos populares, los anfitriones de los torneos podrán generar fondos sustanciales e interés por parte de los jugadores”, advierte la consultora Juniper Research.