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Hay una creciente tendencia al uso y a la participación de los dispositivos móviles en los procesos de negocios. El hecho de que hoy resulte más sencillo tener acceso a equipos como los nuevos smartphones -que no sólo nos permiten hablar por teléfono sino también tener conexión de datos, Internet y demás- permite pensar en sumarlos como herramienta de trabajo.
Por Mariana Buceta * – Exclusivo para Comercio y Justicia
En la mayoría de los casos, el objetivo que se persigue es agilizar la toma de decisiones. Anteriormente, si una persona estaba en la calle o de viaje muchas veces había que esperar a que llegara a su puesto de trabajo frente a la computadora para confirmar una compra o liberar un pedido, por ejemplo. Sin embargo, hoy podemos hacérselo llegar al dispositivo, con los datos que sabemos que necesita o requiere para tomar esa decisión, y en un tiempo muy corto podemos tener una respuesta.
Este tipo de solución es ideal para todas las personas que no tienen un lugar físico permanente durante su horario laboral, ya sea porque viajan frecuentemente o realizan visitas a diferentes empresas, por ejemplo.
Para el área de ventas, otra ventaja es que pueden contar con información relevante para su visita al cliente, en el mismo momento en que ésta se efectúa.
Si es necesario confirmar o no el stock de un producto, el vendedor puede realizar la consulta desde su dispositivo móvil. Y también puede analizar la situación crediticia del cliente para evaluar si puede ofrecerle una alternativa de pago o si debe realizar una venta sólo al contado.
“Bring your own device”
Aunque en Argentina todavía es incipiente, esta problemática (“trae tu propio dispositivo”) ya está teniendo lugar en otros países, donde cada compañía acepta que el usuario utilice su dispositivo propio y personal lo que, desde el punto de vista del área de sistemas de la empresa, produce una serie de complicaciones.
En primer lugar, porque aunque algunas organizaciones pueden homologar un dispositivo en especial, hay un punto en el que prevalece el gusto de cada usuario. Y resulta complejo administrar una variedad importantísima de dispositivos: desde modelos hasta sistemas operativos.
En este sentido, en el mercado hay algo nuevo y muy interesante: una plataforma de movilidad empresarial, que permite conectar cualquier tipo de dispositivo móvil. Esta plataforma resuelve la problemática de tener una proliferación de aplicaciones móviles al servicio de la compañía.
Pero además de la gestión de la diversidad de equipos, surge otro tipo de conflicto: si cada empleado elige y compra su propio dispositivo y lo utiliza para trabajar ¿éste se considera corporativo o personal?
En este punto es el que la plataforma de movilidad empresarial juega un papel muy importante, porque permite hacer toda la gestión del ciclo de vida de ese dispositivo, independientemente de cuál se trate. Porque hay que tener especialmente en cuenta lo relativo a la seguridad de datos, ya que si ese dispositivo tiene información sensible de la compañía, hay que implementar los mecanismos para protegerla.
En este aspecto, la plataforma de movilidad empresarial también aporta una solución al problema, ya que permite resguardar la información mediante backups periódicos, de manera que si el dispositivo es sustraído o se extravía los datos no se pierdan, y llegado el caso puedan ser bloqueados o incluso eliminados.
* Directora de Xioma (www.xiomaconsulting.com), del Grupo Seidor
