viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

¿Agregan valor las criptomonedas?

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ECONOMÍA. LA TECNOLOGÍA BLOCKCHAIN, UNA INNOVACIÓN QUE LLEGÓ PARA QUEDARSE

El alza de las monedas digitales puso en discusión su aporte a la economía real. Profundizamos sobre la tecnología que las posibilita y está detrás de todo el ecosistema cripto: la blockchain, encargada de cifrar la información

Por Facundo Piai
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Cuando la criptomoneda más popular, Bitcoin, la propulsora de esta innovación, dio un brinco en su cotización en el año 2017 se llevó todos los reflectores. Pero no es sino hasta unos años después, a partir del incremento exponencial de su precio que su valor llegó a un récord impensado y también su popularidad. El auge de Bitcoin dio paso a la masividad del mundo cripto. El año 2020 fue quizás la bisagra, cuando su cotización comenzó en US$9.000, luego perdió más del 40% de su valor, para empezar un alza vertiginosa. Aquel año terminó en 30.000 dólares, llegando a duplicar su precio tan sólo al cierre del primer cuatrimestre del 2021. La fiebre cripto se desató. 

Actualmente su valor se encuentra en descenso, en torno a US$20.000, dando cuenta que tanto la vorágine de las alzas como la volatilidad del precio representan tanto a Bitcoin como a los criptoactivos en general. No obstante, se trata de un universo nuevo con un mercado incipiente. Las especulaciones sobre la caída estrepitosa o el comienzo de una fase de bull market son tan comunes como infundadas. Dejando de lado las proyecciones basadas en dogmas y ensoñaciones para el futuro de las cripto, cierto es que el mercado de las monedas digitales creció y se diversificó. En la actualidad hay más de 9 mil monedas diferentes, según el sitio especializado coinmarketcap.com. 

A poco más de diez años de la aparición de la primera moneda digital, tras ciclos de alza y baja, la atención de los Estados a través de sus bancos centrales está puesta en las criptomonedas. Las autoridades monetarias en todo el mundo están poniendo la lupa en el universo cripto, en cuanto organismos fiscalizadores del aspecto monetario y financiero de la economía. Pero no sólo persiguen a las monedas digitales para regularlas, los bancos centrales también se interesan en este sistema seducidos por la posibilidad de contar con una criptomoneda propia.

Tecnología de soporte

Más allá de las cotizaciones oscilantes de las monedas digitales y su irrupción en el mundo de los activos financieros, la innovación de este ecosistema está relacionado con la tecnología que usa de soporte todo el mundo de las criptomonedas y sus transferencias. Se trata de la blockchain, cuya traducción literal es “cadena de bloques”. Pero es más que eso. Este soporte, creado con base en un novedoso sistema que combina matemática con tecnología, funciona como un libro de contabilidad en el que se asientan las transacciones de las monedas digitales. 

En la blockchain, todas las transacciones quedan registradas de un modo hasta el momento inalterable. Además, cada operación es verificada por una extensa y descentralizada red de computadoras, en la que no se puede borrar ni modificar el pasado ni tampoco operar fuera de las normas que se ha dado la propia red. Éste es un punto clave; es decir, las computadoras que ofician de soporte físico (servidor) alojan las transacciones con lenguaje criptográfico y funcionan conforme normas programadas preestablecidas. Es decir, todos los servidores que brindan el soporte, que en el caso de las criptomonedas son millones de computadoras, están automatizadas para alojar la transacción y fiscalizar que se haga según las normas establecidas.

Fuerte potencialidad

Aquí radica la innovación de este sistema y la potencialidad para ser aplicado en otras operaciones y transacciones más allá de las monedas digitales. En la actualidad, cualquier compra que se realiza con tarjeta o de manera digital está auditada y validada por una institución jerárquica, como lo es el banco en el cual tenemos una cuenta. Entonces, nuestro banco centraliza la operatoria; se encarga de corroborar que tengamos el dinero en la cuenta para la compra, hace la transferencia y genera la información de esa operación. Por tanto, se trata de una relación comercial entre dos partes con un intermediario que lo posibilita: el banco. 

Puede ocurrir que el sistema del banco sea vulnerado por hackers (de hecho, ocurre) y que por cada transacción haya pequeñas sumas que son fugadas, perjudicando ya sea al comprador o al vendedor. Es precisamente el tipo de estafas que impide el sistema en el que están montadas las monedas digitales, posibilitado por la blockchain, ya que no se trata de una institución jerarquizada la que corrobora y realiza la transacción sino de millones de computadoras que funcionan automatizadas bajo una misma norma o contrato. Aquí todo el entramado de servidores fiscaliza al mismo tiempo que el comprador cuente con los fondos y se encarga de validar la transacción. Este proceso genera información sobre la transacción que quedan registrados como bloques de datos, creando una cadena de bloques.

Hoy, las aplicaciones de blockchain se están explorando en muchos sectores como una forma segura y rentable de crear y administrar una base de datos distribuida y mantener registros para transacciones digitales de todo tipo. Actualmente, se estudia la implementación de este tipo de arquitectura en gobierno electrónico, cadena de suministro, energía y en el sector financiero. La potencialidad de esta arquitectura informática por ser confiable y transparente está siendo confirmada cada vez con más determinación en su empleo para la trazabilidad de alimentos o insumos. 

Trazabilidad asegurada

En las cadenas de suministros, su uso está siendo determinante ya que esta herramienta aporta soluciones al problema de la falta de información, confiabilidad y disponibilidad de datos claves sobre las condiciones en que fueron producidos determinados insumos. ¿De qué manera? Este sistema permite alojar información sobre algún segmento del proceso productivo, preservarla en su arquitectura inalterable y visibilizarla, ya sea para un interesado particular o el público en general. 

Hay experiencias concretas de casos en los que se aplica para la trazabilidad de alimentos, por ejemplo, la leche, en cuyo caso se mide con instrumental la temperatura en que se refrigera el producto en los tambos y usinas lácteas. La información recogida por esos instrumentos de medición se aloja en una blockchain, a la cual el consumidor puede acceder escaneando con su celular un código QR impreso en el empaque. De este modo se cerciora de que no se haya roto la cadena de frío en el lote del que provino un sachet de leche durante todo el proceso, por ejemplo. La utilidad de este sistema es variada. 

Es tal el potencial de esta herramienta que la corporación IBM, líder mundial en informática, brinda servicios de soluciones empresariales utilizando blockchain. “A través de la tecnología de un libro mayor distribuido que proporciona una única versión compartida de la verdad, las soluciones de cadena de suministro de IBM Blockchain ofrecen a los participantes con permisos una mayor visibilidad sobre todas las actividades de la cadena de suministro”, se explica. En efecto, la multinacional propone su utilidad para la distribución de vacunas e insumos médicos; para crear un sistema alimentario más eficiente y seguro; transparentar la cadena de suministros; o supervisar la logística de contenedores, entre otras aplicabilidades comprobadas. 

“Blockchain genera valor desde el resguardo de la información y su accesibilidad” 

Dos profesores investigadores, junto a dos becarios, armaron un laboratorio de blockchain homologado por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). De esa experiencia surge Andén, la incubadora de emprendimientos de la UTN, desde la que actualmente monitorean cuatro emprendimientos que aplican esta nueva herramienta. Comercio y Justicia entrevistó a su director, el ingeniero Oscar Medina, quien destacó que este centro de investigación “cumple las tres funciones que tiene la universidad: educación, investigación y extensión”. Desde 2019 dicta cursos y talleres orientados a “decisores”, “el dueño de una empresa o un emprendedor o un funcionario público”, quienes no son necesariamente informáticos.

¿Cuál es el valor agregado o la ventaja competitiva que destaca esta tecnología?

Blockchain no es como el aloe vera que va a resolver cualquier problema. Sí es muy horizontal y viene a traer alternativas de solución en un aspecto en el que Internet tenía cierta carencia. Internet sirve para comunicar, pero también es un medio inseguro para la transmisión de información; blockchain aporta seguridad a esa información. El desarrollo de la Internet permite captar información constantemente, generando bases de datos de una gran magnitud, pero eso también tiene riesgo de seguridad. Es allí donde blockchain aporta soluciones

¿Por qué es más segura que las redes tradicionales?

Porque tiene una regla que hasta el momento no se rompió desde que fue creada en 2009, según la cual cada bloque en el que se registra una información específica no puede ser modificado ni eliminado. En el proceso de grabación de esa información tampoco han podido intervenir ciberdelincuentes para corromperlo. Ésta es una verdad de hecho, no una postulación teórica. Esto permite múltiples aplicaciones. Tiene un gran potencial de uso en los procesos de negocios, más allá de las criptomonedas. 

¿Cuáles son los otros usos que puede tener?

Los casos de uso son variados y, de una forma disruptiva, está cambiando los procesos de negocios. En mi opinión, hoy tenemos cuatro casos de uso, que son los que están llevando esta tecnología a un crecimiento exponencial y que están cambiando muchas de las cosas en nuestra vida cotidiana. Por lo pronto se está viendo una implementación muy extendida en lo que son los activos digitales. Esta tecnología permite transaccionar en línea, aun sin tener una cuenta bancaria. 

El otro uso está relacionado con el éxito del primero. A tal punto funciona que hoy ocho de cada 10 bancos centrales ya tienen su proyecto de criptomoneda oficial. Éste es el segundo caso de uso, las CBC (criptomonedas emitidas por los bancos centrales). Luego viene todo lo que es identidad digital, una de las falencias de la Internet tradicional que no puede garantizar la certeza de saber quién está conectado del otro lado. Hay muchos avances con proyectos que permiten tokenizar la identidad y a partir de ello poder firmar. Se usa en el arte digital, pero también en el mundo de los negocios.

¿Por qué se utiliza para la trazabilidad de los insumos en el sector productivo? 

Claro, sí. Éste sería el cuarto caso de uso: las cadenas de suministros. En las que, aplicando esta tecnología, se puede saber la historia de todo el producto. Hoy la información de la que se dispone de cualquier producto en la góndola de un supermercado es el lote y la fecha de elaboración y vencimiento. Aplicando de manera extendida esta tecnología, vamos a tener productos con código QR que, al escanearlos, se va a poder acceder a toda la historia del producto.

¿Cómo sabemos que esa información es verdadera y no fue adulterada o directamente inventada?

Si la información está en la blockchain, puede ser auditada por terceros. Ahí está la diferencia, además del acceso, porque si hoy yo tengo que auditar la base de datos de una empresa, necesito un permiso de acceso, lo cual es complicado porque muchas veces brindar información va en contra de las normas de la propia empresa. Eso es lo que aporta la herramienta, un lugar compartido y seguro en el que se puede grabar información en forma inviolable e inmutable, pero además se puede poner a disposición para que con métodos estándares alguien lo pueda auditar. 

¿En Córdoba se está implementando?

La agroindustria lo está implementando. Particularmente la manisera, que es muy importante en producción y exportaciones para Córdoba y el país. Ellos desean agregar valor a su producción incorporando esta herramienta. La cámara del maní se acercó junto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología y solicitó asesoramiento; actualmente se está trabajando con una de las empresas maniseras como prueba piloto en lo que tiene que ver con la trazabilidad del alimento.

Esto no sólo le otorga beneficios económicos a la empresa y le permite tener un diferencial que después será obligatorio sino que también le permite acceder a nuevos mercados. Existe una demanda internacional exigente que requiere de información precisa y confiable sobre lo que se está comprando. Cuando esa exigencia se haga extendida en el mercado, los que puedan satisfacerla van a tener grandes ventajas. 

La industria del software crece y se consolida en Córdoba y el país

En la última década se crearon en promedio 100 empresas de software al año en todo el país, llegando a contabilizarse más de 5.000 firmas en la actualidad que abastecen al mercado interno y también generan divisas, la industria del software y los servicios informáticos muestra indicadores solventes. Es uno de los pocos sectores que se mantuvo activo en el mundo, frente a la debacle económica durante la pandemia. En parte, esto se explica por la solvencia de la demanda que invierte en innovación para resolver problemas y ganar competitividad. Argentina no fue la excepción.

Tanto reportes oficiales como los generados por el propio sector muestran que, en los últimos seis años, la facturación del sector supera 20 mil millones de dólares, representando las ventas al exterior alrededor de la mitad de todos los ingresos. Según información del observatorio de la Cámara de la Industria Argentina del Software (Cessi), luego de registrar contracciones en los años 2019 y 2020, las divisas generadas por la demanda externa se recuperaron y en 2021 marcaron un récord de U$S2.213 millones.

Según informó el Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos de la Argentina, las ventas aumentaron todos los años por sobre la inflación, acumulando así 596% de crecimiento entre 2016 y el año 2021; cuando las subas registraron en ese periodo 482%, de acuerdo con los reportes oficiales que publica Indec. Estas cifras surgen de relevamientos realizados por el observatorio con base en una muestra de 214 empresas del sector del software. 

La performance de la actividad también se refleja en la demanda de empleo, que aún permanece insatisfecha. Sólo en el último trimestre de 2021 el empleo en esta industria creció 13%, generando durante todo el año 14.800 trabajadores registrados. Se trata del mayor crecimiento anual desde el año 2008. Datos generados por la misma cámara muestran que, tomando los salarios de principios de este año, la mediana salarial casi que triplicó el valor de la canasta básica que mide Indec ($78.600), al llegar a $210.600. A este nivel salarial se suma que las empresas generaron casi 15 mil nuevos puestos de trabajo en 2021, llegando el sector a 132 mil asalariados.

Con un crecimiento de 12,6% registrado durante el año pasado, de acuerdo con estadísticas del Ministerio de Trabajo, la industria del software y servicios informáticos fue la actividad que más creció en términos relativos. Además, la expansión del sector no es sólo un fenómeno del puerto y las provincias del centro del país. En los últimos años, el empleo vinculado al software se expandió en La Rioja, Jujuy, Catamarca, Formosa, San Juan y Tierra del Fuego. Después de Buenos Aires, Córdoba es el segundo polo tecnológico según cantidad de empresas, volumen de facturación y empleo. 

El presidente del Córdoba Technology Cluster, Pablo Gigy, dijo a este medio que Córdoba “ocupa un lugar muy importante a nivel nacional y regional como polo de desarrollo de tecnología”. De acuerdo con datos de Economic Trends de 2019, hay en la provincia mediterránea 550 empresas del sector software. La misma consultora especifica que el sector genera más de 14 mil trabajos registrados de alta calificación, con la posibilidad de sumar 10 mil en el próximo lustro.

Enfatizan en el sector que los recursos humanos son una de las ventajas competitivas más importantes. Esto, sumado a que Brasil (con un sector muy desarrollado) prioriza su mercado interno, le permitió a Argentina erigirse como el principal exportador de Latinoamérica. Sin embargo, con la pandemia hubo un proceso ambiguo: por un lado, se aceleraron “procesos de transformación digital”, señala el presidente del cluster. Esta demanda hizo avanzar “los procesos innovativos”. Por otro lado, la modalidad remota facilita la contratación desde el extranjero, reduciéndose la disponibilidad de recursos humanos para la industria local.

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