Por Luz Saint Phat / [email protected]
Estudios internacionales muestran que las transformaciones en el mundo del trabajo causan incertidumbre a escala global. Observaciones del campo de la psicología
Más allá de las crisis económicas que pueden atravesar particularmente diferentes países, como es el caso de Argentina, la inestabilidad laboral parece ser una realidad que se vivencia globalmente, según se puede derivar de diferentes informes realizados por entidades internacionales.
De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un informe reciente advirtió de que durante 2024, y a medida que decrecen las tasas de actividad y se desacelera el crecimiento del empleo en todo el mundo, 2 millones más de personas buscarán un puesto de trabajo en los próximos once meses. Esto, a su vez, elevará la tasa de desempleo mundial a 5,2%, frente al 5,1% registrado el año anterior.
Sobre este tema particular, un artículo que resume los principales tópicos de ese informe en lo relacionado al mundo del trabajo y titulado “¿Qué quiere realmente la gente en su trabajo? Propósito y estabilidad” reflexionó sobre cuáles son los factores que contribuyen a una situación de volatilidad generalizada, destacando el avance de la inteligencia artificial, el impacto de la pandemia y diseño de los puestos y las tareas laborales, entre otros aspectos.
Así, uno de los principales desafíos de las empresas y organizaciones es lidiar con estos cambios y ofrecer a los equipos de colaboración una percepción de mayor solidez en su entorno laboral, considerando los resultados de encuesta y estudios realizados particularmente en la población de Estados Unidos, pero cuyos resultados tienen puntos de anclaje en comunidades de otros puntos del planeta.
“La inestabilidad en el trabajo es algo que ha sido parte de la humanidad, y parece que está empeorando en algunos aspectos”, dijo David Blustein, profesor del Departamento de Consejería, Psicología Educativa y del Desarrollo del Boston College, quien es citado en el artículo de APA.
“Lo primero que la gente anhela en este momento es estabilidad, especialmente en sus lugares de trabajo”, dijo por su parte Ella Washington, psicóloga organizacional y profesora de práctica en la Escuela de Negocios McDonough de la Universidad de Georgetown}, también dentro de la misma nota.
Aún así, Anna Medaris, la autora de la publicación, advirtió de que “el futuro del trabajo no es del todo sombrío: un terreno inestable está fortaleciendo la determinación de los trabajadores de abogar por el propósito, el bienestar y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal en el trabajo, y los psicólogos están dispuestos a ayudar”.
Definición y transformaciones
El artículo de APA explicó que no siempre la inestabilidad laboral implica una amenaza o realidad en relación a la falta de trabajo, sino que se trata principalmente de un “desajuste entre las capacidades funcionales y/o cognitivas de un individuo las demandas de su trabajo”, lo cual puede amenazar la continuidad del empleo si no se resuelven.
Los factores que contribuyen a ese desacople pueden ser múltiples como, por ejemplo, una paga deficiente, un ritmo de trabajo difícil de sostener, la falta de un sentido de pertenencia o un ambiente laboral “tóxico”.
“La pandemia es quizás el factor más flagrante de inestabilidad en el trabajo: continúa sacudiendo el terreno literal en el que se encuentran muchos empleados mientras los empleadores experimentan con horarios híbridos”, aseguró el texto.
“Si bien las investigaciones sugieren que una mayor flexibilidad beneficia en gran medida la salud mental y la productividad de los trabajadores, los cambios rápidos en los mandatos sobre quién debe trabajar, dónde y cuándo pueden ser desorientadores, al igual que un entorno de oficina que simplemente no es el mismo”, aseguró la publicación, al referirse a las transformaciones que implica el trabajo híbrido.
Otro aspecto a considerar es el diseño de los puestos de trabajo y de sus tareas. “Muchos trabajos han estado tan fragmentados que la gente no puede completar una labor de principio a fin y no pueden enorgullecerse de ello“, indicó Susan Lambert, co directora de la Red de Académicos sobre Inestabilidad Laboral, Bienestar Familiar y Política Social de la Universidad de Chicago.
Por otro lado, los desarrollos de inteligencia artificial también implican desafíos en este terreno. De hecho, la forma en que estos avances afectarán al empleo “está contribuyendo a la inestabilidad tanto práctica como emocional entre los trabajadores”, aseguró la publicación.
Datos específicos de una encuesta realizada entre trabajadores de Estados Unidos para el estudio “Work in America 2023 de APA”, indicaron que 38% de los encuestados informó que “les preocupaba que la IA pudiera hacer que algunas o todas sus tareas laborales quedaran obsoletas”. Mientras, 64% de los que estaban preocupados dijeron que “normalmente se sienten tensos o estresados. durante la jornada laboral”.
A estas variables también se suman aspectos de precariedad laboral, políticas de subcontratación del personal y otras cuestiones vinculadas a la inclusión de minorías, que son parte de la realidad laboral en la actualidad.
Propósito y pertenencia
Aunque diversas encuestas y estudios que se conocen a diario muestran una relación más despersonalizada de las nuevas generaciones con el trabajo, tener un propósito en las tareas diarias y un sentido de pertenencia con el empleo, continúa siendo central para muchas personas, indicó APA en la misma nota publicada en su sitio web.
Específicamente, en la encuesta de esta entidad , 93% señaló que creía que es “muy o algo importante” tener un trabajo con “propósito”.
“Afortunadamente, la mayoría de los trabajadores sintieron que sus trabajos cumplían con los requisitos”, dijo la organización. De hecho, sedestacó que la ‘importancia en el trabajo’- que se define como significado y dignidad- fue incluida por el Cuerpo Comisionado del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos como uno de los “cinco elementos esenciales” para la salud mental y el bienestar en el lugar de trabajo, explicó la entidad que agrupa a profesionales de salud mental.
Esto considerando que el trabajo con propósito y pertenencia también debe coexistir con una delimitación firme en relación a la vida privada o personal, una aspiración que crece en todo el mundo aunque todavía está lejos de ser una realidad para todas las personas trabajadoras.
Esta cuestión resulta hoy un aspiracional que, aseguran los especialistas, se “desdibujó”, con la pandemia.
En esta línea, las empresas y las organizaciones son responsables de diseñar roles, cultivar ambientes de trabajo saludables y fomentar la relación de pertenencia con la labor cotidiana. Esto también compete a quienes formulan políticas públicas y a las instituciones sanitarias encargadas de apoyar la salud mental de las personas que trabajan, aseguró la publicación de APA.
“La buena noticia, dicen los psicólogos, es que los empleadores se están dando cuenta de esta realidad, que también respalda sus resultados”, concluyó el artículo.