La Organización Mundial de la Salud investiga una nueva variante de Omicron, denominada BA 2.75, que fue detectada en la India a principios del mes pasado y que ya se extendió a diez países, en una propagación muy rápida para este tipo de variantes.
Soumya Swaminatahn, jefa científica de la OMS en la India, dijo a través de las redes sociales que esta subvariante “aun no tiene una denominación oficial, algunos científicos la llaman BA 2.75. Primero se originó en la India y después se extendió a 10 países”.
La científica destacó que se trata de “una subvariante de las llamadas de segunda generación de Omicron” y tiene “secuencias limitadas que admiten ser analizadas. Pero esta subvariante parece tener pocas mutaciones en la proteína Spike y por supuesto tiene la llave del virus” para ingresar a la célula.
Para la científica india “es temprano para saber si esta subvariante tiene propiedades para una invasión adicional inmune. Esto aún no lo conocemos, tenemos que esperar que es lo que diga el Comité de Científicos de la OMS, que está analizando todos los datos en todo el mundo”.
Swaminatahn dijo además que “se trata de una subvariante que es muy diferente a las anteriores y que tiene propiedades suficientes para que la veamos con inquietud”.
De acuerdo al portal Noticias de Israel esta subvariante presenta nueve mutaciones inusuales en su proteína de espiga y se ha extendido a países de todo el mundo algo más rápido que otras variantes de este tipo.
Se encontró por primera vez en una secuencia tomada en la India a principios de junio y luego se la ha detectado en Australia, Canadá, Japón, Alemania, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos. En cuestión de semanas, la variante apareció en más de 80 secuencias de todo el mundo.
El número de mutaciones y su aparentemente rápida propagación por una amplia zona geográfica hacen que los científicos estén pendientes de ella.
Shay Fleishon, del Laboratorio Central de Virología del Centro Médico de Sheba, en Tel Hashomer, Israel, calificó a la nueva subvariante de “alarmante” y subrayó que, aunque es demasiado pronto para saber si será la “próxima variante dominante”, podría implicar una tendencia futura.
Fleishon explicó en un hilo de Twitter que en los últimos meses se ha observado una tendencia de variantes basadas en linajes de Omicron con mutaciones en la sección S1 de la proteína de la espiga y, concretamente, en la parte de la proteína de la espiga que el virus utiliza para conectarse y entrar en las células, a un nivel que no se había visto en las variantes de segunda generación.
Hasta ahora, sin embargo, estas variantes de segunda generación sólo se habían encontrado en unos pocos casos dentro de una región. Esta es la primera vez que una variante de segunda generación de Omicron se extiende a múltiples regiones.
El laboratorio Bloom del instituto de investigación Fred Hutch tuiteó que la variante es “digna de seguimiento” debido al “apreciable cambio antigénico” en comparación con su progenitor, el BA.2. El laboratorio señaló dos mutaciones como clave: G446S y R493Q.
Los científicos coincidieron que se necesita más información antes de saber qué importancia tendrá la BA.2.75, y se espera que en las próximas semanas se sepa si puede competir con la BA.5 o no.
Según el diario británico I news, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido está al tanto de la nueva variante, pero una fuente dijo al periódico que era sólo una de las nuevas cepas que se estaban vigilando y que todavía no era motivo de preocupación.