Los aportes de los trabajadores al sistema de salud se derivarán directamente a las firmas de medicina privada que hayan elegido y ya no será necesaria la triangulación a través de obras sociales.
Así lo dispuso una resolución de la Superintendencia de Servicios de Salud que complementa un sistema implementado el año pasado.
En la práctica, ya no quedará ningún empleado “triangulando”. En muchos casos, los dependientes no conocían la forma en que se financiaba su prestación de salud y no hicieron el trámite correspondiente.
La medida no implica un cambio para los que tienen el beneficio cubierto por las empresas, pero para aquellos que pagan la diferencia entre el aporte y el costo del plan debería repercutir en una baja del costo mensual.
Lo mismo sucede los monotributistas, que podrán elegir con qué prepaga atenderse (pagando la diferencia si fuera necesario) en lugar de elegir una obra social como paso previo.
En un comunicado, el Gobierno aseguró que la medida es “histórica” porque “transparenta el sistema para siempre, permite que cada beneficiario sepa con claridad dónde destina sus aportes y deje de financiar cajas millonarias que no aportan valor y representaban el negocio de unos pocos”.