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Además de ser el canal para acceder al Arroyo Carambola, es cuna de cultura, historia, arraigo y creencias. Por Laura Pantoja – [email protected]
Concepción del Yaguareté Corá es un pueblo “auténtico” de 5.600 habitantes, que debe su nombre – en guaraní “jaguar entre corrales”- a la existencia de la gran cantidad de yaguaretés que habitaban en la zona, y a la abundante vegetación que servía de defensa natural del ataque de estos animales.
Sus habitantes viven del campo, principalmente de la actividad ganadera, del turismo, y -en menor medida- de la actividad comercial.
Es reconocido en el mapa correntino por haber sido sede del ejército liderado por el general Manuel Belgrano en los preparativos de la batalla de Itapúa. En su momento, varios vecinos se alistaron en el ejército revolucionario, entre ellos el niño Pedro Ríos, de 12 años, conocido como el Tambor de Tacuarí, quien obró como tamborilero de combate y fue herido de muerte el 9 de marzo de 1811 en la batalla de Tacuarí. En su honor, la plaza central del poblado – 25 de Mayo- le rinde homenaje con su escultura instalada en su centro.
Entre las actividades de interpretación que se pueden realizar, se halla el Museo Histórico General Belgrano, montado en una Capilla Antigua, que recuerda el paso de Manuel Belgrano con sus tropas y al mismo Pedro Ríos, el “niño héroe”.
También se encuentra el “Museo Temático Infantil La Pilarcita” , montado por la escritora y artista local Marily Morales Segovia, quien donó más de 500 muñecas para su conformación. Además de exhibir una colección de muñecas de todo el mundo, pregona a través de pinturas y relatos, las Leyendas típicas de la zona, como la del “Pombero”. “La Pilarcita” debe su nombre a Pilar Zaracho, una niña que falleció en un accidente de carreta tras pretender “salvar a su muñeca” que se había caído de la misma.
El lugar, fiel a las costumbres de los habitantes correntinos, es otro corolario de religiosidad, más de 70 capillas pueden observarse entre las casas de familias y las calles de tierra. “Las mismas familias montan capillas en sus casas y hacen honor a sus propios santos”, cuenta la guía del lugar. Entre ellos, pululan “Santa Lucía”, “Antonio María”, entre otros.
