ESCUCHARDueño de una riqueza natural inagotable, este país centroamericano ostenta paisajes en los que volcanes, bosques, selvas tropicales, playas paradisíacas y abundante vida silvestre dominan el paisaje, además de la población más feliz de América Latina
A Costa Rica hay que recorrerla con ánimo de descubrimiento. Aunque no alcancen los días del año para conocer la infinidad de sus enclaves naturales deslumbrantes, vale la pena tomarse al menos dos semanas para conocer sus principales atractivos.
Alquilar un auto es lo ideal ya que la mayoría de las carreteras atraviesa caminos flanqueados por infinidad de flores multicolores, circuitos en espiral entre picos montañosos, estepas, pueblos detenidos en el tiempo, playas, lagos, ríos y selvas tropicales, entre otras postales inolvidables. El road trip también permite incursionar en paradas improvisadas y acceder a sitios inhóspitos y vírgenes, que abundan en todo el territorio.
Un dato clave es rentar el vehículo a través de Booking.com y retirarlo una vez que se haya arribado al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, de San José, desde donde comienza este viaje hacia los destinos imperdibles según el siguiente circuito, que parte desde el centro del territorio y recorre la costa oeste del océano Pacífico:
1-Volcán Poás
En poco menos de una hora desde la capital costarricense, por una ruta totalmente asfaltada, se accede al Parque Nacional Volcán Poás. Para ingresar es necesario adquirir previamente la entrada online a través de la página https://serviciosenlinea.sinac.go.cr/ y sacar turno para establecer el horario de visita. La entrada cuesta 16 dólares por persona y el lugar cuenta con estacionamiento gratuito, un centro de interpretación, baños y un local de venta de souvenirs.
Desde aquí, basta recorrer pocos metros a pie para acceder al mirador, ubicado a unos 2.500 metros sobre el nivel del mar (MSNM) y apreciar la vista de 360 grados de uno de los cráteres activos más grandes del mundo y la laguna celeste grisácea que lo corona, que conforman un círculo de agua de aproximadamente 300 metros de diámetro que hierve a 40 grados de temperatura y exhala nubes de humo blanco entre las rendijas del escorial de lava petrificada que lo bordea.
La pasarela, que brinda una panorámica completa de la cumbre del volcán, ilustra la experiencia con carteles explicativos sobre la actividad del coloso y colorea sobre los escalones los impactos de las piedras de las últimas erupciones.
Quienes deseen recorrer el entorno, podrán hacerlo a través de un sendero que recorre la selva cordillerana y una laguna de altura.
En las afueras del parque, la zona es reconocida por los cafetales y cultivos de hortalizas y frutos, especialmente de frutillas, que se venden en puestos ubicados a la vera de la ruta, acompañadas de chocolate líquido y crema pastelera.
2- Volcán Arenal
El Arenal, junto a Poás, Irazú, Rincón de la Vieja y Turrialba, es uno de los cinco volcanes activos de los 150 existentes en Costa Rica, según los más recientes datos geológicos, además de los más visitados por el turismo. Llama la atención por su imponencia en medio de la mata selvática y su gran diversidad de fauna y flora.
El pueblo La Fortuna es la puerta de ingreso al parque nacional que lo alberga, donde se puede realizar trekking de dificultad baja por la topografía característica que dejó el coloso durante sus erupciones.
En este marco, también se ofrecen actividades de birdwatching para avistar infinidad de aves exóticas, coloridas y endémicas como tucanes, mieleros y colibríes, entre otras.
Otra opción es visitar un santuario natural de ranas a través de una caminata nocturna por la jungla, todo guiado por expertos que permiten divisar alrededor de 30 especies de estos anfibios; así como bañarse al pie de la gran catarata La Fortuna, que desemboca en el río turquesa que lleva su nombre y a la que se accede después de trepar por un sinfín de escaleras y puentes colgantes entre la selva.
Antes de iniciar el rumbo hacia otro destino, vale la pena detenerse en las aguas termales de Chollín, que se encuentran al lado del Hotel Tabacón. Lo mejor es ir a primera hora de la mañana cuando no hay mucha gente y sumergirse en sus piletas naturales y cascadas que ebullen a una temperatura de entre 20 y 30 grados. El ingreso es gratuito.
3- Matapalo
Desde La Fortuna son unas tres horas de viaje en auto hasta llegar al extremo norte de la provincia de Guanacaste, donde se encuentra la playa de Matapalo, a la que se accede por un camino de tierra, bien conservado, rodeado de selva y montañas. Esta costa se caracteriza por su arena volcánica de color grisáseo y el contraste que provoca con los morros tapizados de la vegetación típica del bosque seco tropical.
El mar de aguas transparentes y cálidas alberga varios arrecifes de corales que garantizan un snorkel nutrido de peces de todos colores y formas, mantarrayas y hasta delfines.
Desde Matapalo se pueden realizar diferentes paseos, como un trekking hasta las playas Matapalito y Blanca, ambas totalmente vírgenes, dotadas de arena blanca y fina, y habitadas por monos, iguanas e infinidad de aves exóticas.
4- Tamarindo
Continuando desde Matapalo hacia el sur, a una hora aproximadamente de ruta, se encuentra Tamarindo, un balneario de gran popularidad, famoso por sus olas, la práctica de surf, ambiente nocturno muy movido en bares y restaurantes de cocina internacional y una amplia playa enmarcada por palmeras y el típico árbol que lleva el nombre del poblado.
Es el enclave indicado donde surfistas, turistas y costarricenses (ticos) disfrutan por igual el incomparable ocaso sobre el océano, que regala un estallido de formas en el cielo entre ocres, amarillos y naranjas.
5- Santa Teresa
Son 150 kilómetros los que separan Tamarindo de Santa Teresa pero la ruta serpentea varios poblados y trayectos sinuosos propios de la península de Nicoya, lo que hace que el recorrido se extienda por poco más de tres horas.
El balneario ubicado en la provincia de Cóbano, en Puntarenas, es uno de los destinos costarricenses de mayor crecimiento de los últimos tiempos. Aunque aún conserva el espíritu de pequeña aldea de pescadores con calles de tierra y ritmo lento, el incesante desarrollo de su infraestructura hotelera y gastronómica lo ha convertido en la meca del turismo internacional de la costa del Pacífico.
Sus playas extensas escoltadas por tupidos palmerales de un lado y un mar de fuerte oleaje del otro la hicieron famosa entre los amantes del surf, pero también entre los que aprecian la naturaleza y los atardeceres cinematográficos en el horizonte oceánico. No hay reposeras, sombrillas, tumultos de gente ni vendedores ambulantes. En Santa Teresa, la vida de los visitantes transcurre entre clases de surf y yoga, caminatas prolongadas por la playa y sunsets en bares iluminados por velas, donde se celebra el ocaso al ritmo de la música en vivo.
6- Isla Tortuga
Montezuma es otro pueblo pesquero de la costa oeste, de pocas cuadras céntricas y playas paradisíacas. Está a poco menos de una hora de Santa Teresa y como su acceso es por camino de tierra, puede mantener los atributos de privacidad y exclusividad.
Desde este poblado se recomienda tomar la excursión a isla Tortuga, una de las experiencias imperdibles de la costa oeste, cuyo precio oscila entre 60 y 120 dólares por persona e incluye la navegación hasta el istmo, almuerzo y snorkel.
La isla está deshabitada y se caracteriza por su playa de arena blanca y fina salpicada por palmeras y aguas transparentes, además de una abundante fauna submarina de tortugas, peces multicolores y delfines.
7- Parque Manuel Antonio
Para ir desde Santa Teresa al Parque Nacional Manuel Antonio es necesario tomar el ferry de Paqueras a Puntarenas. La travesía dura aproximadamente una hora y el trayecto en total, sumando las carreteras de ambos lados, es de alrededor de cinco horas y media.
Manuel Antonio abarca una superficie de casi 700 hectáreas selváticas habitadas por monos capuchinos cara blanca, monos aulladores, osos perezosos, iguanas, cocodrilos y decenas de aves exóticas. Al ser una reserva protegida, es necesario adquirir previamente la entrada de 18 dólares por persona a través del sitio https://serviciosenlinea.sinac.go.cr/. Está prohibido ingresar alimentos y sólo se permite transportar agua en un recipiente retornable.
Dentro del área silvestre hay diversos senderos bien señalizados que conducen a distintos puntos panorámicos y a dos playas ideales para refrescarse luego de las caminatas.
En los alrededores hay varios hoteles y una decena de bares y restaurantes donde se sirve el típico “casado”, un plato a base de pescado, pollo, camarones o carne, acompañado por frijoles, arroz, ensaladas y papas. Toda esta atracción confluye en la playa Espadilla, de acceso público y gran amplitud.
Cercano al parque nacional, en un promontorio de Punta Quepos, se encuentra playa Biezans, una pequeña bahía de aguas calmas y arena fina a la que se accede luego de descender por un morro habitado por monos y osos perezosos.
Al finalizar el recorrido de este tour, una vez de regreso a San José, vale la pena detenerse en el puente del río Tárcoles y apreciar numerosos cocodrilos de dos metros de largo -promedio- tomando el sol en las orillas. Se los puede fotografiar desde la ruta, sin pagar excursión ni entrada. Están ahí, a la vista de todo conductor. Es la imagen más representativa de Costa Rica, un despliegue inagotable de animales, selvas, bosques y playas, y muestra de uno de los territorios de mayor diversidad de fauna y flora del mundo.
El Parador, un ecorresort de lujo en pleno bosque tropical
El Parador Resort & Spa perteneciente a la cadena Aken Mind Collection es uno de los complejos ecológicos de lujo más espectaculares de Costa Rica. Está inmerso en un entorno selvático que abarca unas cinco hectáreas del bosque lluvioso tropical, donde su vasta vegetación y árboles frutales atraen monos cara blanca y aulladores, osos perezosos, guacamayos, tucanes, iguanas y otras decenas de especies de animales que aparecen entre los huéspedes como si fueran residentes permanentes del hotel.
El resort regala una vista maravillosa del océano Pacífico y se ubica a pocos metros de la paradisíaca playa Biezans, una bahía exclusiva ideal para tomar sol y hacer snorkel. También ofrece traslado gratuito a la playa Espadilla y la entrada al Parque Nacional Manuel Antonio.
El establecimiento cuenta con spa, piscinas con vistas al mar, gimnasio, tres restaurantes, cancha de minigolf y tenis y un circuito interno llamado Monkey Trail (circuito de los monos), donde los visitantes pueden realizar caminatas entre la naturaleza y encontrarse cara a cara con la fauna local.
Reconocido internacionalmente como uno de los resorts más prestigiosos del país, epítome del lujo responsable, se asienta sobre el promontorio de Punta Quepos y es el único de servicio completo en Manuel Antonio.
Su propuesta de alojamiento contempla 130 habitaciones, entre las cuales se destaca el complejo Ocean Vista, construido en el punto más alto del establecimiento, que alberga 34 suites panorámicas y lujosas, todas con jacuzzi privado en sus balcones con vista al océano y al bosque lluvioso, además de fácil acceso a la piscina de borde infinito privada, sólo para adultos, y el restaurante y bar gourmet La Fragata, donde se sirven mariscos frescos y otras opciones saludables disfrutando de las postales que regala el mar y el entorno selvático.
Su propuesta gastronómica se completa con el restaurante La Galería, donde se sirve un menú variado para desayuno, almuerzo y cena con ingredientes de temporada que fusiona comida local e internacional, opciones vegetarianas, veganas y sin gluten; el Bar Don Juan, ideal para disfrutar un cóctel y bailar; La Reina, espacio exclusivo para un máximo de diez personas donde se sirven cenas sensoriales; el bar Piscina El Galeón, cuyo menú ofrece opciones para el almuerzo integradas por aperitivos, bocadillos y sándwiches junto a una variedad de cócteles y jugos de frutas tropicales recién preparados, cervezas y bebidas de primera; y La Cava, una bodega privada de estilo medieval donde se puede contratar una cena romántica con capacidad para un máximo de cuatro personas.
Agenda de Viaje
Cómo llegar
Latam ofrece vuelos desde Córdoba a San José de Costa Rica, con escala en Lima. Son aproximadamente tres horas y media por cada tramo y un par de horas en el aeropuerto peruano. Más info: Latam Airlines
Dónde Dormir
El Parador Resort & Spa de Aken Mind Collection
Punta Quepos, Manuel Antonio, Costa Rica
Tel.: +506 2777 1414
Alquiler de auto
Para recorrer Costa Rica resulta indispensable alquilar un auto. Se puede realizar a través de la web o aplicación de Booking.com, plataforma que ayuda a explorar y comparar precios y opciones para todos los viajes, como alojamientos, transporte y actividades en destinos alrededor del mundo.
A través de este sitio, los viajeros pueden alquilar y retirar autos en más de 50.000 ubicaciones en 158 países, por medio de más de 800 proveedores de alquiler de autos del mundo.
El servicio brinda cancelación gratuita hasta 48 horas antes de la fecha de retiro del vehículo y provee servicio de atención al cliente en más de 30 idiomas.
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