Este balneario del nordeste brasileño tiene playas que se destacan por sus transparencia, tranquilidad y belleza. También es famoso por sus piscinas de aguas claras donde es posible interactuar con la fauna submarina sin siquiera sumergirse
Desde Argentina, el nordeste brasileño se encuentra a mitad de distancia y a mitad de precio del Caribe. En esta región, ubicada a sólo 50 kilómetros de Recife y con más de 700 mil visitantes al año, Porto de Galinhas se consolida como uno de los mejores destinos brasileños gracias a las maravillas naturales que ofrece.
Sus aguas cristalinas, que rondan una temperatura superior a 26°, sumadas a sus paisajes soñados, combinan distintas actividades para disfrutar del clima cálido que reina en el lugar todo el año.
Entre sus principales atracciones se destaca la playa de la Vila de Porto de Galinhas, una de las más populares y más buscada por los viajeros por sus famosas piscinas naturales, a las que es posible llegar a pie, ya que se encuentran dispersas a lo largo de la playa.
Otro de los paseos imperdibles es arribar a estos piletones del océano a bordo de una jangada, el barco típico de la zona que parte de Praia da Vila y en diez minutos deposita a los pasajeros en un entorno de aguas transparentes y de baja altura donde haciendo pie se puede interactuar con gran cantidad de cardúmenes coloridos. Es aconsejable llevar una máscara de snorkel para visualizar la diversidad de estas especies con mayor nitidez.
También vale la pena conocer el Pontal do Cupe, al norte de la playa que lleva el mismo nombre y donde el mar es más agitado aunque también alberga una gran barrera de coral y otras piscinas naturales en un entorno paradisíaco.
Un poco más alejada de la ciudad se encuentra Muro Alto, en una área residencial donde es posible encontrar varios resorts. Este sitio es el indicado para los turistas aventureros que buscan realizar distintos deportes acuáticos como windsurf y stand up paddle. Asimismo, es recomendable para aquellas familias con niños pequeños, ya que el mar de esta playa es bastante tranquilo y calmo.
Por su parte, para aquellos amantes del surf, Maracaípe es una opción ideal ya que la zona presenta excelentes olas para barrenar.
En tanto, para quienes buscan realizar paseos más tranquilos en kayak, es recomendable visitar el Pontal de Maracaípe. Ubicado al sur de Porto de Galinhas, este balneario protagoniza el encuentro entre las aguas de río y de mar, revelando uno de los escenarios más bellos del destino, dueño de una biodiversidad única en la región.
Para conocer y disfrutar este santuario natural, la mejor opción es hacerlo embarcados en una jangada. Con una duración promedio de 40 minutos, la excursión permite contemplar de cerca los caballitos de mar que pululan en esta área marítima y cuyas diversas tonalidades van de los amarillos a los marrones y rojizos.
Durante el paseo es posible sumergirse tanto en aguas saladas del mar, como en el agua dulce de la desembocadura del río y en el medio encontrar una enorme franja de arena dorada sombreada por un palmar de cocoteros.
Un dato no menor es que se puede llevar snorkels para adentrarse en el agua y visualizar los extraordinarios colores de las criaturas submarinas.
El paseo es conducido por los jangaderos de la Asociación del Pontal de Maracaípe. Esta entidad lucha por la preservación de estas especies autóctonas, las cuales también se pueden encontrar en la sede del proyecto Hippocampus, ubicado cerca del centro de la ciudad. Además, esta asociación dedicada a la protección de estos seres marinos cuenta con el apoyo del Porto de Galinhas Convention & Visitors Bureau.
Otra opción es recorrer de punta a punta los litorales pernambucanos en buggy, saliendo desde la Playa de Cupe, siguiendo hacia Muro Alto y retornando a Maracaípe, donde los más aventureros van a disfrutar de un paseo a toda velocidad por distintos paisajes.
Todos estos espectáculos de la naturaleza, combinados con un centro comercial que explota por la noche, lleno de tiendas, restaurantes y bares que ostentan gastronomía de calidad internacional, es un gran motivo para vacacionar en este destino. Así, como también para el que elige hospedarse en los distintos resorts, donde tiene una razón extra para no despegarse de la reposera, ya que los servicios que brindan son del más alto nivel.
Villa de pescadores
La región de Porto de Galinhas surge de una villa de pescadores y cuenta con más de 18 kilómetros de playas de arenas claras y aguas esmeralda, alejadas del ruido de la ciudad.
Por otro lado tiene varios ingenios azucareros para interesados en actividades industriales que se pueden apreciar a lo largo de la ruta.
El balneario, que es el quinto destino de placer más visitado del país y el primero del Estado de Pernambuco, ha sido reconocido como la mejor playa de Brasil por los lectores de la revista Viagem & Turismo durante diez años consecutivos.
Anualmente uno de los institutos de investigación más importante de Brasil, Datafolha, lleva a cabo investigaciones para conocer cuáles son las preferencias turísticas de los visitantes y entre los resultados publicados, Porto de Galinhas no sólo fue elegida por tercera vez consecutiva como mejor balneario sino que, además, fue votada como una de las siete playas más visitadas del país.
Vale destacar que del 17% de los viajeros extranjeros que visita el lugar, 70% son argentinos, lo cual se debe a las nuevas conexiones que ofrecen las distintas compañías aéreas desde Buenos Aires y Córdoba.
Agenda de viajes
– Cómo llegar
De Córdoba a Recife operan varias compañías aéreas como Aerolíneas Argentinas, Gol, Latam y Azul (la mayoría con escalas). El precio del pasaje parte de $9.342.
– Dónde dormir
Porto de Galinhas cuenta con varios hoteles y resorts así como también de posadas y cabañas.
– Qué hacer
– Paseo en jangada hasta Pontal do Cupe y/o Muro Alto.
– Visita a las playas de Maracaípe.
– Paseo en buggie a lo largo de las playas del lugar.– Más info
Porto de Galinhas Convention &Visitors Bureau. www.portodegalinhas.org.br