Los cinco imperdibles de la Ciudad de los Reyes

Reconocida por su buena gastronomía, Lima cuenta con atractivos que van más allá de sus famosos restaurantes: desde su bien cuidado centro histórico hasta sofisticadas tiendas de diseño y galerías de arte. Un paseo por sus barrios es la excusa perfecta para conocer a fondo la sazón limeña

Ubicada a menos de cuatro horas en avión de Córdoba, la capital peruana pasó de ser el lugar de paso para viajar a Machu Picchu a una de las ciudades preferidas por los argentinos para pasar vacaciones. A continuación, se detallan cinco atractivos imperdibles de esta fascinante ciudad.

Ruta gastronómica
Una de las razones para visitar Lima es su reconocida gastronomía, que en los últimos años se ha difundido en el mundo entero, dado la riqueza de los insumos y preparación de la cocina peruana. Un buen lugar para partir conociendo sus bondades culinarias es la avenida La Mar, en el barrio de Miraflores. En esta arteria se encuentran conocidos restaurantes, como La Mar, propiedad del reconocido cocinero Gastón Acurio, y el también famoso Pescados Capitales, célebre por su pisco sour y frescos cebiches. En el mismo barrio está Central, de Virgilio Martínez, considerado uno de los mejores restaurantes de la región y probablemente de Latinoamérica.
La cocina nikkei, que combina los ingredientes de la gastronomía peruana con la japonesa, también conquista los paladares de los turistas. Uno de los mejores representantes es el restaurante Maido, de Mitsuharu Tsumura, conocido como “Micha”, con sus finas creaciones como el arroz con pato al wok, el sushi de conchas con maca, el sushi de cecina, el tiradito y el ceviche Nikkei, el nigiri a lo pobre o el asado de tira cocido por cincuenta horas. En Lima también tiene gran éxito la cocina chifa, fusión de la comida china con insumos peruanos, que se puede degustar en el restaurante Royal, en el barrio de San Isidro, donde el plato estrella es el pato asado pequinés.

De compras
Lima es una ciudad cosmopolita, plagada de barrios de moda y sofisticadas tiendas de diseño. Por ejemplo, San Isidro, centro financiero y uno de los más modernos, donde se encuentran algunas de las mejores tiendas de la ciudad, desde lujosas joyerías y boutiques, hasta ateliers de destacados diseñadores peruanos; principalmente sobre la avenida Conquistadores.
En el barrio Miraflores también hay muy buenas tiendas y centros comerciales, pero el sector que más se destaca hoy es Barranco, con tiendas como Dédalo o Las Pallas, ambas especializadas en artesanía contemporánea.
En este barrio, las casonas antiguas lucen restauradas para albergar los bares más animados de la ciudad, galerías de arte contemporáneo y tiendas de diseño joven.
Un buen lugar para conocer el arte limeño actual es la galería Mate, del destacado fotógrafo Mario Testino o la galería Lucía de la Puente, en el Paseo Sáenz Peña. Larcomar y Jockey Plaza son también algunas alternativas para los amantes de las compras. En cuanto a artesanía, el Mercado Indio es el más grande en todo el país.

Vida nocturna
El corazón de la vida nocturna se centra en Miraflores, San Isidro y Barranco. Los bares y discotecas de música en vivo del Parque Kennedy y los locales (Aura y Gótica) del centro comercial Larcomar, son los que dominan la vida nocturna de Miraflores. San Isidro, en tanto, ofrece un ambiente más sofisticado.
Para descubrir la noche limeña es un deber caminar al atardecer por el Puente de los Suspiros, en Barranco. Allí se encuentran los mejores bares de la ciudad, como Santos o Picas, donde además de ofrecer diversas versiones del clásico pisco sour, también preparan chilcanos –uno de los tragos más populares de Perú, que consiste en pisco, ginger ale y limón– y distintos cocktails con el pisco como protagonista.
Un lugar tradicional incluso para las nuevas generaciones es el Queirolo, en el distrito de Pueblo Libre, donde se venden vinos y piscos.

Historia y cultura
Su bien conservado centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, da fe de su esplendoroso pasado. Desde su fundación en 1535, Lima fue la capital del Virreinato del Perú y eso queda demostrado con sus opulentas construcciones y, por cierto, con sus iglesias. La más famosa es la Basílica de San Francisco, que además de poseer un museo y un convento, en su subterráneo esconde las famosas catacumbas con osamentas que datan de hasta principios del siglo XIX.
Para retroceder aún más en el tiempo y conocer en profundidad el pasado de esta urbe y el resto del país, una muy buena opción es visitar el Museo Larco, que muestra la historia del Perú precolombino y una de las más finas colecciones de oro y plata del mundo.

Lima Neoclásica
La ciudad también cuenta con centros de esparcimiento, cultura y diversión modernos, como el Circuito Mágico del Agua, ubicado en el Parque de la Reserva, que ostenta el record Guinness por ser el “Complejo de fuentes más grande del mundo en un parque público”. Cuenta con 13 fuentes –una de las cuales tiene un chorro que alcanza los 80 metros de altura- que parecen ejecutar una sincronizada danza de música, luz y color.
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