sábado 23, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

La isla de los senderos

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Frente a las playas del estado de Río de Janeiro emerge Ilha Grande, una porción de tierra rodeada de un mar verde turquesa y distinguida por su naturaleza casi virgen que convoca a ser descubierta por los circuitos que se dibujan entre morros, ensenadas, ríos, cascadas y playas paradisíacas.

Por Carolina Brenner –  [email protected] – Enviada especial

La escuna recala en una de las dos lenguas de madera que saborean el mar frente a la Vila de Abraão. Los muelles del poblado principal de Ilha Grande crean un puerto improvisado que se adentra en el agua custodiado en sus extremos por dos grandes morros enfundados de una mata atlántica de verde intenso.

Los pasajeros abordan la embarcación con la esperanza de que la brisa generada por el movimiento pueda amenguar el calor húmedo y sofocante que los agobia en el pueblo. Una vez en cubierta, se desembarazan de toda prenda innecesaria a los fines de calmar la sed de refresco. La travesía encara el lado derecho de la isla, la contornea permitiendo a los viajeros apreciar la magnitud de la vegetación que tapiza la geografía montañosa, hasta arribar luego de casi media hora de viaje a Praia do Pouso. Éste es el último tramo para llegar en barco; a partir de allí y continuar viaje, la única opción es caminando. Alternativa que realmente vale la pena.

El sendero penetra en la selva y se devora la mayoría de los rayos solares reduciendo varios grados de temperatura respecto al exterior. Algunos monos se cruzan confiados por el camino, sin siquiera percatarse de los transeúntes intrusos. Como una película de Tarzán, las lianas cuelgan entre cascadas y ríos y la naturaleza se exhibe en todo su esplendor.

La coronación del trekking reina en la espectacular Praia Lopes Mendes, una medialuna de arena blanca y fina bañada por un mar turquesa de olas transparentes.

Considerada una de las diez playas más bellas del mundo, el balneario se ha transformado en la principal atracción del destino. La difícil accesibilidad al lugar y la falta de infraestructura permite que su paisaje se mantenga intacto y ostente la belleza de su virginidad.

brasilCien playas
Lopes Mendes es una de las cien playas que tiene Ilha Grande, que como su nombre lo indica, es una de las mayores islas de la región -también conocida como Costa Verde-. Su territorio se expande a lo largo de 193 kilómetros surcados por un mapa infinito de sendas para realizar las más diversas caminatas hacia lugares prácticamente intactos, cada una con su atributo particular y encanto.

Las playas céntricas no son las más recomendadas puesto que coinciden con el amarre de los barcos, pero a pocos minutos de la villa se abre un abanico de balnearios para todos los gustos y edades.

Una de las sendas más frecuentadas tanto por su cercanía al centro como por su facilidad es el Circuito Abraão, que ofrece un recorrido dinámico y multifacético y atraviesa diversos sitios emblemáticos como Praia Preta, el acueducto construido en 1893 y el Lazareto, edificado en 1871, época de las pestes, para abrigar a viajeros en cuarentena. Este sitio dio origen a la colonia penal, la famosa cárcel de la isla que albergó a presos políticos en el período de la dictadura que gobernó Brasil (1964-1985).

Además de esta propuesta, entre los balnearios más visitados se destaca Saco do Céu, Dois Rios, Laguna Azul y Aventureiro. A todos ellos se puede arribar en barco (con excursiones de media vuelta o vuelta completa al itsmo, que hacen paradas de entre 30 y 40 minutos en cada sitio, con la opción de hacer snorkel y/o buceo), o a través de extensas y no muy accesibles caminatas de más de dos horas por tramo.

Saco do Céu (céu: cielo) ganó su nombre por la transparencia del agua. Cercado de manglares y protegido por montañas, esta bahía es una invitación para relajarse y contemplar el paisaje.

Más adelante, ubicada en el extremo norte del destino, la Laguna Azul, como su nombre lo indica, se luce por el color de sus aguas. Es un verdadero santuario de vida marina y uno de los puntos más atractivos para disfrutar del snorkel y el buceo.

A Dois Rios se la descubre luego de una travesía de casi tres horas atravesando los morros que reinan en el corazón de la isla. En el trayecto se observa sin gran esfuerzo la fauna local integrada en su mayoría por monos y una gran diversidad de aves. El esfuerzo se justifica al arribar a esta playa paradisíaca abrazada por dos ríos cristalinos que desembocan en el mar.

Finalmente, entre los más elegidos por los mochileros y con unos 600 metros de extensión, arena fina, aguas verdes, un pequeño pueblo y 18 campings, la Praia do Aventureiro tiene un mar inquieto que lo convirtió en una de las mecas del surf. La playa forma parte de la Reserva Biológica de Praia do Sul.

DOIS RIOS MEJOREspíritu libre
Vila do Abraão concentra la mayor densidad de la población de la isla en apenas una decena de manzanas delineadas por calles de tierra y nutridas de posadas, restaurantes -algunos con mesas directamente sobre la arena-, agencias de turismo y uno que otro comercio de venta de recuerdos, mallas y bijouterie.

Su población en su mayoría se distingue por una actitud descontracturada, protagonizada por jóvenes de espíritu libre que no necesitan mas que días soleados y noches estrelladas para colmar sus necesidades básicas. Se los ve vendiendo artesanías al atardecer a lo largo de la costanera, tocando música en un pub, recostados en el muelle apreciando la inmensidad del mar en el ocaso, conduciendo las escunas o vendiendo cahipirhhna en un puesto improvisado.

Algunos argentinos, otros viajeros latinoamericanos y unos pocos europeos y norteamericanos se mezclan con los oriundos de la isla aportando una población de unas cuatro mil almas, cifra que se multiplica por cuatro con el ingreso diario del turismo, que se ha incrementado en los últimos años con la llegada de los cruceros.

Pese al flujo incesante de visitantes, la isla conserva un ambiente relajado y un entorno salvaje, de aquellos que cada vez son más difíciles de encontrar.

Cómo Llegar
Con Gol, Aerolíneas Argentinas y LAN. Pasajes ida y vuelta a Río de Janeiro desde Córdoba desde $5.500 con impuestos incluidos (en temporada baja). El trayecto desde Río a Ilha Grande (incluye bus hasta los puertos de Mangaratiba o Angra dos Reis + catamarán hacia la isla) desde 100 reales por persona por tramo.

Dónde dormir
– Ilha Grande ofrece infinidad de posadas que aunque no son lujosas la gran mayoría se destaca por la cordialidad y hospitalidad de sus dueños. Entre algunos recomendados se destacan:
– Pousada Recanto das Estrelas desde 280 reales la noche en habitación cuádruple.

Qué hacer
La empresa de viajes Ilha Grande Vip, ubicada frente al muelle de Vila do Abraão, ofrece:
– Excursión en barco a la Playa Lopes Mendes. Desde US$14 por persona.
– Excursión media vuelta a la isla en lancha rápida: desde US$55 por persona.
– Excursión vuelta completa a la isla en lancha rápida desde US$90 por persona.
– Más información: Grupo PP Forster Travel Group

Excursiones: Ilha Grande VIP.

Receptivo (cruceros): Island Travel.

Dónde comer
En la isla se destacan menúes a base de pescado frito o empanizado, algunos restaurantes ofrecen platos con langostinos y camarones, y lo más común son las pizzas y pollo asado con ensalada, y feijoada.

Más información
Embajada de Brasil
Sector de Turismo – Centro de Atención al Turista
Cerrito 1350, EP,
C1010ABB. Buenos Aires
Tel. (011) 4515-2400 ó 22
Fax: (011) 4515-2403.
E-mail:
[email protected]
Web: http://buenosaires.itamaraty.gov.br

Imágenes: Embajada de Brasil – Martín Mangudo

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