Valparaíso y Viña del Mar son dos ciudades vecinas que regalan experiencias diferentes y complementarias. Una cultural, bohemia, histórica y con vistas sorprendentes desde las alturas. La otra, activa y agitada, agraciada por playas extensas y dunas únicas
Playas, arte, palacios, vida nocturna y coloridos callejones, entre un sinfín de atributos conforman la oferta turística de Valparaíso y Viña del Mar, ambas ciudades consideradas las más visitadas de Chile, tanto por extranjeros como locales.
Valparaíso es la capital cultural del país vecino gracias a sus laberínticos cerros, pasajes misteriosos y centro histórico, gracias a lo cual fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003.
Entre sus “imperdibles”, se destaca el recorrido por el barrio Puerto en trolebús, transporte eléctrico que opera desde la década de 40 y permite apreciar el espíritu del lugar y sus edificaciones antiguas.
Esta ciudad se aleja del molde clásico, ya que sus casas de variados estilos arquitectónicos están construidas en los cerros, desafiando a la gravedad e invitando a conocerla desde las alturas, gracias a sus escaleras, pasajes e históricos ascensores o funiculares.
Estos ascensores comenzaron a utilizarse en 1883 para conectar de manera eficiente a los habitantes de los cerros. Algunos de ellos se mantienen en uso y siguen siendo el medio preferido por los locales, como por ejemplo los conocidos Polanco, Artillería, Reina Victoria, El Peral y Concepción, entre otros.
Es posible visitar algunos miradores para tener acceso a las mejores vistas del borde costero y sus monumentos, como la torre del reloj Turri, o los paseos Atkinson, Yugoslavo, Gervasoni, Dimalow y 21 de Mayo. Allí, se encuentran plazoletas y asientos para descansar, galerías, museos, hoteles boutique y los artistas que ofrecen sus obras, así como los puestos con souvenires del puerto.
Los cerros coloridos que dibujan el destino como el auditorio de un gran teatro con el mar de fondo son el refugio de una gran expresión de arte callejero. Entre sus arterias prácticamente no hay muros que no hayan sido intervenidos por artistas nacionales e internacionales.
Por ejemplo, en el Cerro Bellavista se destaca el Museo a Cielo Abierto, una colección de 20 murales que data de 1992. Pintados en los faldeos del cerro, dejaron su huella importantes artistas, como Roberto Matta.
Por su parte, en los cerros Alegre y Concepción se descubre el arte en cada esquina, además de los encantadores y pequeños café, bares y hoteles boutique que nutren la intensa vida cultural de la zona.
Algunos imperdibles son los pasajes Gálvez y Templeman, los barcitos de la calle Almirante Montt y las vistas fotográficas desde el paseo Dimalow.
Una de las visitas más emblemáticas del lugar, es la Casa Museo La Sebastiana en el Cerro Florida, donde Pablo Neruda encontró su rincón en el mundo para escribir en paz enamorado por la belleza de su construcción y su magnífica vista a la bahía del puerto.
En estos espacios se conserva una serie de objetos del poeta, como mapas antiguos, pinturas y algunas piezas curiosas para descubrir.
Al igual que Neruda, estudiantes, extranjeros, pintores, poetas y escritores se reúnen en Valparaíso, inspirados por el puerto y sus secretos. La escena artística y bohemia se extiende por la noche, en los clásicos como el bar Cinzano, al lado de la plaza Aníbal Pinto, los espectáculos de música en vivo en la Piedra Feliz o la fiesta en el bar La Playa, el más antiguo del puerto.
Ciudad jardín
A sólo diez kilómetros de Valparaíso, se encuentra Viña del Mar, también conocida como la “Ciudad Jardín” y destacada por sus playas amplias, su noche entretenida, y variedad de hoteles, casinos, bares, clubes y restaurantes, entre otros.
Mientras que en Valparaíso la noche es de los bohemios, en Viña es de aquellos que aman el buen vivir.
Este destino se destaca por contener diversos espacios para actividades culturales y deportivas que congregan a visitantes durante todo el año.
Entre ellos se encuentra el Parque Quinta Vergara, donde se realiza el Festival Internacional de la Canción. Sin embargo, el palacio de estilo neogótico de la Quinta Vergara es la estrella del espectáculo.
El litoral de la urbe tiene más de una docena de playas, entre las que sobresale Reñaca, el balneario más popular, donde se congregan los más jóvenes durante los meses de verano.
A lo largo de la costa se suceden desde restaurantes de alta cocina hasta los tradicionales puestos de ceviche.
Asimismo, a pesar de ser una ciudad moderna, es el hogar de monumentos arquitectónicos sorprendentes que evocan imágenes vívidas de la época dorada de principios del siglo XX. Entre ellos figuran el grandioso Palacio Vergara, el Museo Palacio Rioja de estilo neoclásico francés y el palacio presidencial de verano de Cerro Castillo. También se suman a la propuesta turística, el museo de Bellas Artes y el museo Francisco Fonck.
Aunque una de las atracciones más fotografiadas por los turistas es el famoso reloj de flores que data de 1962, uno de los espacios más atractivos de Viña son las dunas de Concón.
Ubicadas en el camino costero que une la localidad con Concón, el sector donde se encuentran las dunas, también conocido como campo dunar, fue declarado monumento nacional en la categoría de Santuario de la Naturaleza en 1993. Desde la cima se puede ver la costa, hacer actividades como paseos, sandboard y tomar fotos maravillosas del atardecer.
Un último dato: vale la pena probar las deliciosas empanadas de Concón, hechas con masa rellena, abundante queso y camarones o machas, entre otros mariscos.
Agenda de viaje
Cómo llegar
Varias compañías aéreas ofrecen vuelos directos entre Córdoba y Santiago de Chile (Latam y Sky). Desde allí se accede a ambos destinos en bus o auto, en una hora y media de viaje.Qué hacer
En Valparaíso: visitar el barrio Puerto, en trolebús. Apreciar la vista desde las alturas, gracias a sus escaleras, pasajes e históricos ascensores.Funiculares y la Casa Museo
La Sebastiana en el Cerro Florida, donde vivió Pablo Neruda.En Viña del Mar: disfrutar de sus playas, entretenida vida nocturna,
tomar fotos al reloj de flores y hacer sandboard en las dunas de Concón.Más info
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