Bautizada en papiamento como “tierra dulce”, el destino reúne los atributos del Caribe en su máximaexpresión: un mar de turquesas extremos, playas blancas y suaves como el talco, sol reinante casi todo el año y una población respetuosa y amable como pocas
Por Carolina Brenner – [email protected]
Enviada especial a ARUBA
Eon Dia Dushi. Danki Dushi. Bon Bini Dushi. Cuenta de instagram: @Dushi. Los arubianos incorporan el término en todo contexto. Para saludar, agradecer, dar la bienvenida y como parte de su nombre en las redes sociales, incluso su himno oficial “Aruba Dushi tera”, la suma en su nombre.
El término en papiamento, la lengua nativa simpática y melódica a través de la cual se comunica la mayoría de los isleños, se traduce al español como “dulce, amable, apreciado”. El concepto, además de azucarar su trato y hacerlo más cordial y cálido, identifica a una población que se distingue por su amabilidad y el respeto al prójimo.
Por ejemplo: para cruzar alguna de las pintorescas arterias que dibujan el impecable centro de Oranjestad, es suficiente con acercarse al cordón de la acera y a metros de distancia los vehículos se detendrán al instante. Si, por casualidad, en plena calle, al peatón se le cae algo, los conductores esperarán sin ningún apuro a que regrese a buscarlo.
Si el visitante decide tomar un taxi, la tarifa siempre coincidirá con la cartilla, en tanto que si opta por el bus, el chofer le explicará de manera amable cuál es el costo del boleto y aguardará sin prisa que el pasajero encuentre el cambio.
En los comercios, restaurantes y hoteles lo atenderán con una gran sonrisa y gracias a que dominan cuatro idiomas -papiamento, holandés, español e inglés- harán el mayor esfuerzo por coincidir con el de su interlocutor.
Estas actitudes que comparten los más de cien mil habitantes del país autónomo perteneciente al Reino de los Países Bajos, y que conforman una maravillosa mixtura de casi un centenar de nacionalidades diferentes, demuestran que la hospitalidad forma parte de su identidad intrínseca.
Isla aplicada
Aruba es la isla perfecta, la mejor alumna del Caribe, donde al paisaje de playas de arena blanca y fina como el talco bañadas por un mar turquesa y transparente que encandila, se suma la calidad y calidez de su gente, la prolijidad, la seguridad y el lujo exquisito por donde se la mire.
El glamour por doquier se concentra principalmente en Oranjestad, el centro comercial que se expande frente al puerto y que -dominado por una arquitectura colonial holandesa de pulcritud extrema y colores vibrantes- concentra tiendas de marcas globales de alta gama. La postal céntrica está ornamentada por un tranvía estrenado hace pocos años, que ofrece un recorrido gratuito, principalmente para los turistas.
Para realizar compras, mejor aguardar un día nublado, que en el año son contados con los dedos de las manos junto a la gran ventaja de que la zona se encuentra fuera de la zona de huracanes, por lo que la lluvia también es escasa. Hay que tener en cuenta que los comercios abren de 9 a 18 de lunes a sábados y los domingos permanecen cerrados salvo que arribe algún crucero.
Cuando el sol reina en Aruba, la media es de 28 grados y la brisa fresca concedida por los vientos alisios colabora para amainar el calor y hacer más agradable la jornada de playa. En este aspecto, las opciones se extienden a lo largo de una franja de más de una decena de kilómetros que seduce a los amantes del bronceado con amplias estelas de arenas suaves que milagrosamente no queman, aguas tan límpidas que parecen inexistentes y bañistas que en esta región en particular, son en su mayoría silenciosos.
De todos modos, para quienes prefieren exclusividad absoluta, la cadena Renaissance, cuyos dos hoteles protagonizan la zona céntrica, traslada a sus huéspedes a bordo de una lancha rápida, a una isla privada habitada por flamencos y una impactante manada de iguanas.
Otras opciones se extienden hacia el norte, como Eagle Beach, autoproclamada como una de las más bellas del mundo quizás por ostentar un entorno sereno y estar dotada por las sombras naturales regaladas por los típicos arboles insulares: el divi divi y el fofoti, cuya fisionomía inclinada da muestras de la intensidad del viento, el soberano que impera en el clima local.
Más adelante se encuentra Palm Beach, mucho más animada que la anterior, pero sin perder el código de tranquilidad que como un precepto religioso se cultiva en toda la isla.
Ver peces en este rincón del planeta es una garantía. Aunque los pequeños cardúmenes se pueden divisar desde la costa, la excursión “Jolly Pirates” a bordo de un barco pirata promete tres inmersiones con snorkel para empalagarse de fauna marina: una frente a Malmok Beach, otra a metros de Boca Catalina y la tercera que regala en una aventura en torno a uno de los 11 naufragios esparcidos a pocos metros de la costa y que incluyen remolcadores, buques de carga, un avión y barcos hundidos como el Antillas y el Pedernales.
Desierto insular
El noreste del territorio contrasta con su lado opuesto por estar dominado por un terreno desértico, agreste y salvaje donde sólo sobresalen cactus multiformes y el oleaje embravecido del mar abierto.
La mejor manera de recorrerlo es a través de excursiones en vehículos todoterreno como el que ofrece la empresa ABC Tours, que parte desde el faro y se detiene en puntos panorámicos como la capilla Alto Vista, las ruinas de Bushiribana (la primera empresa de fundición de oro), el puente natural y la misteriosa formación rocosa de Casibari Rock. El paseo culmina en una grieta escarpada del acantilado cuya morfología diseñó una piscina natural de aguas cristalinas.
“Aunque este sitio tiene más de 50 años, hasta hace poco no lo conocían ni los locales. Es excelente para darse un chapuzón”, invita un histriónico Jorge “Tequila”, el conductor del vehículo 4×4 que adoba la travesía con chistes y anécdotas sobre su vida.
Jorge cuenta que allí todos tienen trabajo, que su vida es alegre y armónica y que ama lo que hace.
El guía es un fiel reflejo de la mayoría de los habitantes de Aruba, quienes como por un mandato interno destellan simpatía y amabilidad. Dignos de un lugar al que también llaman “la isla feliz”.
Agenda de viaje
– Cómo llegar
Copa Airlines ofrece una frecuencia diaria de Córdoba a Panamá y son 11 frecuencias semanales las que unen el Aeropuerto Internacional de Tocumen de Panamá con el Aeropuerto Internacional Reina Beatriz de Aruba.
Las tarifas Córdoba- Aruba parten de US$1.052 con impuestos incluidos.
Más info: www.copaair.com– Dónde dormir
Renaissance Aruba Resort and Casino cuenta con dos hoteles renovados en la zona del centro de Oranjestad frente al puerto. El Renaissance Ocean Suites es para familias y el Marina está reservado solo para adultos. Los huéspedes de ambos establecimientos tienen acceso a las únicas playas privadas en la Isla Renaissance, a la que se llega través de un taxi acuático gratuito que sale cada 15 minutos del muelle y del lobby del hotel Marina. Allí se encuentran las playas Iguana y Flamingo, que hacen honor a su nombre por estar habitadas por dichos animales. Más info: www.renaruba.com-Qué hacer
Excursión Jolly Pirates en un barco pirata con tres paradas de snorkeling. Desde 60 dólares por persona. www.jolly-pirates.com
Excursión North Coast Explorer a bordo de un jeep 4×4 por la costa norte de la isla y paradas en Light House, Bushiribana y Casibari. Desde 79 dólares por persona. Más info:www.ABC-ARUBA.com-Más info
www.aruba.com
Twitter: @arubaBonbini
Instagram:@arubabonbiniPara más información ver:
https://comercioyjusticia.info/salidas/destinos/mucho-mas-que-playas/