ESCUCHARDespués de la pandemia, es la primera vez que las celebraciones de Reveillon regresan a su formato original y multitudinario. Algunas de las más famosas se encuentran en las ciudades más visitadas por los argentinos
Por primera vez tras la pandemia, Brasil recupera, en su formato original y multitudinario, sus tradicionales festejos de Reveillon, término con el que se denomina la fiesta de Año Nuevo. Entre los mejores sitios para disfrutarlas se encuentran las siguientes ciudades brasileñas, que también están entre las más visitadas por el turismo argentino.
Río de Janeiro
Esta ciudad es la sede de la fiesta de fin de año más multitudinaria y conocida de Brasil -ha habido oportunidades en las que hasta tres millones de personas se han concentrado en la playa de Copacabana para esperar el fin del año, corear la cuenta regresiva y disfrutar el show pirotécnico-. Democráticamente la fiesta se replica en siete puntos de la ciudad y sus alrededores, como la Lagoa Rodrigo de Freitas y la playa de Flamengo; el Piscinão de Ramos, IAPI de Penha (zona norte de la ciudad); playa de Sepetiba (zona oeste), playa de Bica (Ilha do Governador, donde se encuentra el aeropuerto internacional), playa de Capela y la playa da Moreninha.
La celebración tiene una fuerte carga simbólica -la tradición sugiere asistir vestido de blanco- y, al contrario de lo que puede pensarse, es pacífica y familiar, con gran despliegue de seguridad y una energía contagiosa. Después de la quema de fuegos artificiales -en balsas ubicadas a 150 metros de la playa-, los shows (con música pop, samba y funk) se extienden a lo largo de la madrugada con tres escenarios ubicados en distintos puntos de Copacabana.
Quienes no están alojados en la zona deben caminar un buen trecho porque los accesos vehiculares a la zona se cierran en las horas previas, así que conviene llevar calzado cómodo, algún refrigerio y buena disposición.
Por otro lado, quienes no desean sumergirse en la multitud cuentan con múltiples opciones de fiestas privadas en hoteles ubicados en la costa (en algunos casos no hace falta estar hospedado), restaurantes y símbolos de la ciudad como el Museo del Mañana o el Jockey Club.
Recife
Según estadísticas de la empresa Decolar.com divulgadas en noviembre, después de Río de Janeiro como el destino brasileño más demandado para las fiestas de fin de año por turistas locales e internacionales, se encuentra Recife, capital del estado de Pernambuco, donde las fiestas, con su tradicional show pirotécnico y musical, se llevan a cabo en las playas de Boa Viagem y Pina, en el núcleo urbano de la ciudad, una de las más pujantes del noreste del país. Allí los ritmos protagonistas son el frevo y el maracatú, típicos de Pernambuco. Recife así se prepara anímicamente para su mayor celebración popular, que es el Carnaval. En las cercanías, en la ruta norte, hacia el vecino estado de Alagoas, se encuentra uno de los litorales más hermosos del país, conocido como Costa de los Corales.
Florianópolis y Camboriú
En el sur, las ciudades catarinenses de Florianópolis y Camboriú también retomarán su agenda festiva, interrumpida en 2020, y el 31 de diciembre está confirmado el con un espectáculo de fuegos artificiales en la playa de Beira-mar Norte y en el puente Hercílio Luz, símbolo de la ciudad, y objeto de renovación en los últimos meses. En Camboriú, la despedida del año será en la Playa Central, que el año pasado recibió una obra de ampliación en su franja de arena (de 25 metros pasó a 70) y en la noche de fin de año de 2019 -última fiesta antes de la pandemia-, recibió a un millón de personas, por lo que ahora podría recibir con comodidad el doble de este total. Tras la agitación de la fiesta de Año Nuevo, Florianópolis y Camboriú disponen de cientos de playas (e islas) para disfrutar de los encantos de una de las regiones de Brasil más visitadas por los turistas chilenos y argentinos.
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