Historia, sabores, talleres centenarios, centros culturales, playas y pueblos pesqueros, el ferrocarril más impactante del mundo, haciendas y bosques, son algunos de los imperdibles de esta ciudad maravillosa.
Son muchas las razones por las que Quito es considerada uno de los destinos líderes de Sudamérica y uno de los mejores por descubrir. A continuación, se enumeran diez motivos ineludibles para visitarla.
La mitad del mundo. Quito es la capital más cercana al sol en sus 2.850 msnm y es también el único lugar que abarca el Hemisferio Norte y el Sur. Además es considerada el centro del mundo por la línea ecuatorial trazada, imaginariamente, por la Misión Geodésica cuando determinó el punto de la Latitud 0°0’0’’. Esta ubicación le otorga virtudes que se evidencian en el clima y la riqueza natural.
Histórica. La imponencia del Centro Histórico, considerado el más grande y mejor conservado de América motivó la declaración de Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad. Allí se destacan: La Compañía de Jesús, la plaza Grande; el complejo religioso de San Francisco y La Ronda.
Sabores mestizos. Los platos tradicionales de la ciudad son mestizos (mezcla de lo precolombino y lo colonial) y tienen una fuerte influencia andina así como ibérica: el locro, el seco de chivo, la fritada, las empanadas, los envueltos (masas de maíz envueltas en hojas y cocidas al vapor), las salsas de ajíes, los jugos de frutas y el helado de paila son algunos de los platos “imperdibles” de esta ciudad que se pueden encontrar en restaurantes o mercados típicos.
Talleres centenarios. En tiempos de la colonia, Quito fue un centro cultural y artístico muy importante. Allí es común encontrarse a varios artesanos que guardan sus oficios centenarios, como cereros, cajoneras, sombrereros, sastres, hierbateras que exponen sus saberes en talleres que, en su mayoría, se ubican en el Centro Histórico.
Centros culturales. Quito promueve la cultura por medio de exposiciones permanentes y temporales, funciones de teatro, música o cine. Se destacan el Museo de la Ciudad, el Museo Casa de El Alabado (con una extraordinaria muestra de arte precolombino), el Museo de Cera, el teatro Sucre, el Centro de Arte Contemporáneo, la Casa de la Música, el de Tulipe y el Rumipamba o La Florida. Los niños también tienen sus espacios en Yaku Parque Museo, el Museo Interactivo de Ciencias y el Museo del Tren.
Fiesta quiteña. Para la noche hay varias opciones en restaurantes, cafés, bares y discotecas en los barrios de La Mariscal, La Floresta, Guápulo y La Carolina.
Odisea en ferrocarril. Desde el barrio de Chimbacalle, en Quito, se emprende el viaje en “el ferrocarril más difícil del mundo”, un tren turístico patrimonial. El país unió la costa y las montañas mediante esta impresionante obra de ingeniería de principios del siglo XX.
Buenas compras. En Quito hay una diversidad de opciones para todos los gustos y bolsillos. Desde modernos centros comerciales como el Quicentro Shopping o Mall El Jardín con marcas de moda locales e internacionales. Mientras que en el barrio La Floresta o La Mariscal, hay tiendas y galerías de diseño contemporáneo, y en el Centro Histórico, tiendas especializadas de artesanías como El Quinde. Para comprar arte, en El Ejido se comercializan pinturas, esculturas y óleos, entre otros.
El páramo y el Bosque Nublado. A una hora de Quito se ofrecen actividades en haciendas localizadas en los páramos de Los Andes donde se disfrutan de aguas termales, cabalgatas, caminatas, y andinismo, entre otros. En la zona del Noroccidente, se destaca el Bosque Nublado, ideal para el avistaje de aves, donde habitan más de 500 especies, con especial dominación de los quindes o colibríes.
Estratégica. Quito, como puerta de entrada a Ecuador, está estratégicamente ubicada para visitar la Costa del Pacífico con playas, pueblos pesqueros y rica gastronomía; los Andes con su Avenida de los Volcanes; la Amazonía; y las Islas Galápagos.
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