ESCUCHARTiene playas paradisíacas, sierras, bosques, cuevas subterráneas y acantilados que se suman a un casco histórico encantador y una propuesta cultural y gastronómica de gran calidad
Palma de Mallorca es sinónimo de paisajes idílicos y diversos protagonizados por playas, acantilados, cuevas subterráneas y sierras, pero también por historia, cultura y buena gastronomía.
Considerada la isla más grande del archipiélago de las islas Baleares y enmarcada por los deslumbrantes azules y turquesas del mar Mediterráneo occidental, este destino es uno de los más elegidos por el turismo mundial durante la temporada estival debido a la infinidad de opciones de balnearios y su clima privilegiado.
También es admirada por su casco antiguo, tan animado, pulcro y pintoresco que enamora a primera vista. Imperdibles de este circuito son la enorme catedral gótica de Santa María, un sitio icónico que comenzó a construirse en el siglo XIII, que domina la bahía de Palma y fue restaurado por Antonio Gaudí; el Palacio Real de La Almudaina, una fortaleza árabe de estilo morisco convertida en una residencia real; la Lonja, uno de los edificios civiles del lugar, construido en 1426, que a la vez está separado por un jardín del Consulado del Mar, palacete de estilo renacentista que funciona como sede del gobierno autonómico.
Caminar por las callecitas angostas, detenerse en algún restaurante a probar las típicas tapas españolas y/o disfrutar de un paseo de compras en locales de marcas internacionales o pequeñas boutiques con joyas únicas, son algunas de las experiencias que también promete este corazón de la urbe, oxigenado por espacios amplios como la Plaza Mayor, la Plaza de Cort y los tradicionales patios mallorquines, testimonio de la época de gloria de la nobleza.
La riqueza cultural de esta zona se completa con el museo del palacio March, que alberga una interesante colección de esculturas contemporáneas y libros antiguos; el convento de San Francisco, con su basílica y claustro gótico de finas columnas; la iglesia de Santa Eulalia, que sorprende por su alto campanario y las diversas gárgolas que asoman en las terrazas; y la Fundación Pilar y Joan Miró, que alberga algunas de las obras pictóricas menos conocidas de uno de los máximos representantes del surrealismo.
Para los sibaritas, entre estas manzanas, también se encuentra el Mercat de l’Olivar, un amplio mercado dotado de decenas de puestos donde se comercializan desde pescado fresco a los típicos jamones ibéricos. Allí también hay bares de tapas y restaurantes con propuestas como bocadillos de jamón de bellota, chorizo o boquerones, tablas y variedades de mariscos, entre otros.
A tres kilómetros del centro histórico, también vale la pena visitar el castillo medieval de Bellver, que se erige sobre un cerro y llama la atención por su estructura circular.
Playas al por mayor
Lo que hace que Palma sea un imán para el turismo de todas las latitudes, principalmente el europeo, son sus playas y paisajes de ensueño. Hay más de 200 para todos los gustos y preferencias, con el denominador común del marco inigualable del mar Mediterráno.
Entre las más concurridas y urbanas resaltan la de S’Arenal, que se encuentra en la bahía de Palma y se extiende con sus palmeras como un largo paseo marítimo; L’Oratori de Portals (o Cala Portals Nous) desde donde se accede al puerto, que impacta por los barcos de lujo y su paseo exclusivo de restaurantes y locales de moda; Cala Major, la más concurrida y cercana al casco céntrico; Palmanova, famosa por su ambiente familiar; y Pagueras, una bahía animada de aguas transparentes y arena suave. Todos estos balnearios cuentan con locales para comer, sombrillas y sillas de alquiler y puestos que ofrecen actividades náuticas sin motor, ya que el silencio y el respeto por el prójimo es primordial en este enclave.
Para aquellos que gusten disfrutar de la paz y un entorno más virgen, no pueden dejar de conocer la increíble Portals Vells y su vecina Playa del Mago, en el municipio de Calviá, ambas enmarcadas por verdes acantilados, cuevas y bosques que contrastan con los turquesas del agua; y la famosa Es Trenc, una extensa lengua de arena fina que bordea un parque nacional pegado al poblado Colonia de San Jordi, en el municipio sureño de Ses Salines.
Otra joya que atesoran estas costas es la playa Estanys, vecina y un poco más pequeña que Es Trenc, pero con el mismo criterio de virginidad y naturaleza pura; y la famosa Cala del Moro, famosa por sus formaciones rocosas que coquetean entre las aguas cristalinas.
Al caer el sol, una de las experiencias obligadas de Palma es apreciar el atardecer en el puerto de Andratx, un pintoresco pueblito asentado sobre las laderas de una sierra que encierra la bahía, donde atracan todas las embarcaciones. El lugar invita a disfrutar una cena a la luz de las velas en alguna de las terrazas de los elegantes restaurantes que se suceden en la rambla, mientras se admira cómo se iluminan las casitas colgadas de la montaña y alguno de los barcos que se mecen en la laguna.
Otro imperdible del lugar es la visita a las Cuevas del Drach, una gruta con más de cinco mil años de historia, famosa por sus estalactitas y estalagmitas, dentro de la cual se emprende una travesía por el lago subterráneo más grande de Europa, acompañada por un concierto acústico de música clásica.
En cuanto a compras, uno de los souvenires típicos del destino son sus perlas majoricas, que se producen en esta zona desde hace más de cien años y pueden adquirirse en cualquiera de sus arterias comerciales, como Sant Miquel, Jaume III o El Born, o en los mercadillos al aire libre que posee la mayoría de las localidades costeras.
Para quienes prefieren llevarse de recuerdo los sabores típicos del destino, pueden probar la sobreasada, un original embutido elaborado con carne porcina, o la dulce ensaimada, pastelería de masa hojaldrada en forma de espiral espolvoreada con azúcar glaseada.
En síntesis, Palma de Mallorca es inagotable en cuanto a belleza natural, pero su encanto va más allá de su paisaje: abarca la calidad y calidez de su gente, lo impecable de la arquitectura de sus poblados y centro histórico, la exquisitez de su gastronomía y su espíritu libre y descontracturado.
AGENDA DE VIAJE
Cómo llegar
- Air Europa opera vuelos directos de Ezeiza a Palma de Mallorca, vía Madrid. Tarifas desde US$710 por persona, con impuestos incluidos.
- Más info: www.aireuropa.com
Dónde dormir
- Aparthotel Aquasol
- Dirección: calle Pinzones, 61, Palmanova
- E-mail: [email protected]
- https://www.aquasol.info/es
Qué hacer
- Excursión en catamarán a Illetes: desde US$20 por persona.
- Se realiza con un guía en español o inglés y tiene duración de tres horas.
- Se puede contratar a través del sitio Civitatis
Requisitos de ingreso
Para ingresar a España es necesario contar con el esquema de vacunación completo antes de los 15 días previos al viaje. Sólo se aceptan las vacunas aprobadas por la OMS: Pfizer-BioNtech, Moderna, Astra-Zeneca, Jansen/Johnson&Johnson, Sinovac y Sinopharm. También hay que completar el Formulario de Control Sanitario (FCS) disponible en Spain Travel Health (SpTH).
Seguro de viajes
España solicita una asistencia de 30.000 euros de cobertura mínima para ingresar. Assist Card la ofrece, junto a otros servicios adicionales como “Covid Extra”, que cubre aquellos imprevistos no médicos que pueden presentarse antes o durante el viaje. También ofrece descuentos para realizarse PCR gracias a una alianza con más de cien laboratorios de todo el mundo.
Dejar el auto en Ezeiza
El Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini -Ezeiza- cuenta con estacionamiento de corta y larga estadías. El precio parte de $180 la hora y $900 el día. También dispone de varios salones VIP, como el Aeropuertos VipClub, que abre durante las 24 horas, ofrece bar y refrigerio con menú a través de código QR, material de lectura, información de vuelos, TV satelital y Wifi. Más info: www.aa2000.com.ar
