ESCUCHARLa localidad mallorquina de Calvià es una de las preferidas por los visitantes por encontrarse en la conjunción perfecta entre la sierra de Tramontana y el mar Mediterráneo, dibujando una costa de más de 50 kilómetros de acantilados, bahías, playas e islotes.
Casas señoriales de los siglos XVI y XVII, villas de campo y molinos antiguos forman parte de sus principales monumentos, además de importantes yacimientos prehistóricos.
Pero lo que más atrae de este municipio son sus playas, que ofrecen un variado catálogo de actividades y una abundante oferta de alojamientos, como los que se concentran en el extenso balneario de Palmanova, con sus más de mil metros de arena blanca y fina y aguas cristalinas. En este sector, la mayoría de los hoteles está pensada para familias y grupos de amigos, como ApartHotel Aquasol, que además de contar con apartamentos equipados con cocina y todas las comodidades, dispone de piscina y restaurantes donde se ofrece el servicio de media pensión con desayuno y cena, y salones animados con espectáculos en vivo todas las noches. También, la zona está rodeada por cinco campos de golf. Se completa con una oferta gastronómica que se ofrece en su pintoresco paseo marítimo, por donde desfilan suculentas recetas tradicionales de la isla como las sopas mallorquinas, los pastanagues negres que se preparan con zanahorias, acelgas, sobrasada, butifarrón, pasas y piñone, y el frito de cordero, aromatizado con laurel, hinojo y ajos; así como tapas españolas, platos a base de pescado y mariscos, y otras opciones de cocina internacional.
