La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) presentó un relevamiento realizado a 1743 titulares de micro, pequeñas y medianas empresas de todo el país a fin de contribuir a un diagnóstico de la situación y las perspectivas del conjunto del sector en un marco de progresiva superación de la segunda ola de la pandemia del Covid 19.
El relevamiento fue dirigido de modo abierto a empresarios y empresarias de diversas localidades del país, con alto porcentaje de Pymes no socias de la entidad. Para contextualizar estos datos, es necesario mencionar que las restricciones derivadas de la pandemia afectaron en mayor medida en esta segunda ola a sectores de comercio y servicios, mientras que la industria y la construcción venían elevando paulatina pero sostenidamente sus niveles de actividad desde la recuperación posterior a la primera ola de contagios, que tuvo su pico en julio – agosto de 2020.
La encuesta, de carácter federal, contó con la participación de Mipymes de los conglomerados más importantes del país. Al haberse realizado la consulta en forma no restrictiva, la composición del relevamiento refleja la estructura del universo Mipyme, con un porcentaje notablemente mayor de empresas que tienen hasta 50 empleados/as. En menor medida se refleja también la incidencia de sectores profesionales y de emprendimientos sin personal contratado. Dichas características del entramado Mipyme avalan la necesidad de una correcta segmentación para orientar eficazmente las políticas dirigidas al sector. Predominan en el relevamiento las empresas del sector industrial, mientras que las restantes se reparten parejamente entre el comercio y los servicios.
Una de las primeras conclusiones significativas es que al compararse los resultados globales del segundo semestre de 2020 y el primer semestre de 2021, se indica mayoritariamente una mejora o sostenimiento del nivel de actividad. Esto indica una decidida mejora respecto del año 2020, signado por un mayor periodo de fuertes restricciones que se sumaba las condiciones de emergencia económica que la actual administración debió afrontar a causa de la recesión imperante desde 2018. Estos porcentajes se mantienen estables en relación con las expectativas de recuperación. En cuanto a la utilización de la capacidad instalada, que concierne a las Pymes industriales, la mayoría de las empresas declara operar en niveles superiores al 50%, con un notorio porcentaje con más de 75%, lo que demuestra el crecimiento paulatino pero sostenido de la actividad industrial. También se refleja la heterogeneidad de este crecimiento, ya que no puede pasarse por alto que hay casi un 30 por ciento de empresas con sub utilización de capacidad instalada, con lo cual se evidencia que aún se requiere un mayor nivel de políticas activas del Estado direccionadas para poder acercarlas a un proceso de recuperación. Un dato muy positivo, que apoya las expectativas de recuperación de las Mipymes, es el de las inversiones proyectadas en el mediano plazo, con una importante cantidad que quedan abiertas a la posibilidad de realizar alguna inversión.
El desafío es mejorar el empleo genuino
En cuanto a la creación de empleos en el mediano plazo, las cifras indican que a pesar de las mejoras en la expectativa de actividad e inversiones, el empleo, seriamente dañado durante la pandemia y recesión heredada del periodo anterior, se recupera a un menor ritmo. Esto implica una fuerte necesidad de políticas que fomenten la creación de trabajo genuino por las áreas correspondientes del Estado. Otro indicador auspicioso sobre la recuperación de la actividad es el alto nivel de trabajo realizado en modalidad presencial y con un muy bajo porcentaje en modalidad solamente virtual. Todos estos datos confluyen en una notable prevalencia de las perspectivas optimistas del empresariado Mipyme para el año 2022. En relación con las prioridades de las políticas públicas, el tope de la lista lo constituyen la necesidad de una reforma tributaria progresiva y el acceso al crédito, el desarrollo del mercado interno, la generación de empleo, una más adecuada segmentación del universo Mipyme y la incorporación de tecnología.
Estas preocupaciones del sector en relación con la profundización de las políticas están en línea con lo expresado durante las seis jornadas del V Encuentro de Dirigentes de APYME entre marzo y mayo de este año cuando más de 500 empresarias y empresarios llevaron adelante debates y propuestas en torno de los ejes: Sujeto Pyme; Reforma tributaria progresiva; acceso al crédito; mercado interno; empleo y desarrollo inclusivo. (En apyme.org.ar puede consultarse las síntesis de las jornadas y sus conclusiones.) APYME hace notar que el proceso de recuperación heterogénea pero sostenida que refleja el presente relevamiento es posible en gran medida gracias a la implementación de medidas de regulación macroeconómica y apoyo a los sectores más afectados por las restricciones, entre ellos las Mipymes. “Hoy es preciso continuar apoyando a los sectores pymes más afectado y tomar medidas efectivas para salvar la brecha entre el proceso de recuperación productiva y la indispensable recuperación de la demanda masiva en el mercado interno, principal sustento de las Mipymes y dinamizador de las inversiones y el empleo”, expresaron en el documento los miembros de la Comisiòn Directiva de APYME. Con ese fin, APYME continuará presentando a las autoridades y a los candidatos de las distintas fuerzas de todo el país las propuestas surgidas del V Encuentro y enriqueciendo sus contenidos junto con las organizaciones del trabajo, la producción, el cooperativismo y la economía social, de modo de apuntalar y profundizar el proyecto nacional en curso, que debe contar con un fuerte papel activo del Estado y una amplia participación de todos los sectores de cara a los desafíos por venir en un pos del crecimiento con equidad distributiva.