Después de un 2012 marcado por la preocupación que genera la inflación y el estancamiento en la creación de nuevas empresas, se avizoran algunas oportunidades de negocios en el contexto económico actual.
Mientras durante 2012 el sector mipyme nacional enfrentó las consecuencias de la inflación y el freno en la generación de nuevos emprendimientos, 2013 puede ser más favorable para las micro y pequeñas empresas gracias a un conjunto de oportunidades que ofrece el contexto económico actual, local e internacional.
Ésta es una de las conclusiones a las que arribó Marcos Cohen Arazi (foto), investigador del Ieral, que por él fueron expuestas en el Seminario Pymes Córdoba que se realizó ayer en el centro de convenciones del hotel Sheraton de la ciudad.
Según el especialista, algunas claves económicas están conformando un contexto más acorde con las necesidades del sector. Entre ellas, se destacan una leve mejoría general de la actividad económica, que se manifiesta en distintos indicadores, el crecimiento de la economía brasileña que estimulará los rubros industriales locales (en especial el metalmecánico), un crecimiento a nivel mundial estimado en 4,2% y la aceleración en la compra de bienes durables generada por el tipo de cambio y el control a las importaciones, entre otros aspectos.
En este marco, ofrecen buenas oportunidades para las micro, pequeñas y medianas empresas la existencia de programas de financiamiento subsidiado con tasas de interés negativas, el abaratamiento de las importaciones que permite -en algunos casos- importar maquinaria especializada y la posibilidad de desarrollo de los sectores industriales protegidos por las políticas de importaciones.
Inflación y estancamiento
Durante 2012, la actividad de las mipymes estuvo caracterizada por un crecimiento de la preocupación de los empresarios por la inflación, según explicó Cohen Arazi.
Así, una investigación del Ieral asegura -con base en datos del primer semestre de 2012- que los problemas más importantes que inquietaron a los empresarios fueron: inflación (99%), incertidumbre macroeconómica (93%), costos laborales (87%), presión tributaria (78%) y tipo de cambio (77%).
En tanto, en el transcurso del primer semestre del año pasado también se comprobó un estancamiento en la creación de nuevas mipyes y, según las investigaciones del instituto, en el interior del país se pudo observar un “desgranamiento de pequeñas empresas industriales”.