Según un informe nacional, dos de cada diez empresas industriales pequeñas y medianas enfrentan altas cargas impositivas. Piden políticas segmentadas.
De las pymes industriales, 20,7 por ciento tiene frenados sus proyectos de inversión por falta de acceso al financiamiento. Mientras que en Argentina la participación del crédito bancario como financiador del segmento pyme es de 31 por ciento, en los países en desarrollos es de 40 por ciento y en los desarrollados alcanza 70 por ciento.
Los datos surgen del último informe de la Fundación Observatorio Pyme, análisis con el que coinciden empresarios del sector, aunque advierten también sobre otros problemas que tienen que ver con cadenas de pago extendidas, altas cargas impositivas y políticas públicas que –dicen– no están correctamente segmentadas.
Pedidos históricos
El sector pyme viene reclamando mayor acceso al financiamiento, con requisitos más flexibles para los emprendimientos de menor tamaño y tasas acordes con la rentabilidad del sector. Los créditos del Bicentenario y la medida dispuesta por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) de obligar a los bancos a prestar a proyectos productivos cinco por ciento de sus depósitos han dado respuestas en este sentido, pero no alcanzan, según los empresarios del sector.
De acuerdo con el informe de Observatorio Pyme, dos de cada diez de las pymes industriales tienen frenados sus proyectos, cifra que se eleva a 24,7 por ciento entre las que se dedican a la agricultura; a 20,1 por ciento en la construcción; a 18,3 por ciento en servicios; a 16,2 por ciento en comercio y a 9,4 por ciento en informática.
En este marco, Francisco dos Reis, presidente honorario de la Asociación Pyme, planteó que el problema del acceso al financiamiento se agrava entre las empresas más pequeñas. “En la Argentina hay 700 mil pymes con menos de 15 empleados y la mayoría de ellas no tiene crédito”, señaló Dos Reis.
Para el dirigente empresarial, ese 20 por ciento que, según el informe, tiene frenados proyectos de inversión, corresponde a medianas empresas, porque “las micro y pequeñas sólo acceden al crédito al descubierto, a una tasa del 30 por ciento”. Y agregó que lo que se necesita es “segmentar y decir cuánto se va a prestar y a qué tasa”, y que actúe como matriz que rija el peso de las cargas impositivas.
Las trabas más habituales
El entramado pyme es complejo y la situación no es la misma en todos las ramas. Horacio Moschetto, de la Cámara del Calzado nacional, consideró que “los préstamos son burocráticos, pero algunos se están dando”.
Más allá del financiamiento, Moschetto planteó que el mayor problema es el alargamiento en la cadena de pagos, que está trayendo complicaciones. “Hay demanda, tenemos trabajo, pero el problema es la cadena de pagos”, dijo, y cuestionó las altas cargas impositivas. “Hay que sentarse a evaluar junto al Gobierno”, dijo.
Para el presidente de la Cámara Argentina de Proveedores de la Industria Petro-Energética, Sergio Echebarrena, el factor financiamiento es sólo un punto en las necesidades de las pymes, pero no el más urgente.
Así, Echebarrena señaló que los mayores inconvenientes están en la cadena de pagos y en los costos salariales. “Por cada sueldo que pagamos en una pyme debemos sumar 50 por ciento más de cargas impositivas”, señaló, y dijo que sin importar el tamaño todos pagan lo mismo, mientras que los sueldos representan de 30 a 40 por ciento de la facturación pyme y siete por ciento en las grandes empresas.
Por último, para el vicepresidente de la Central de Entidades Empresarias Nacionales, Juan Ciolli, un grave problema es la concentración en los formadores de precios de una punta y otra de la cadena productiva. “Hay importadores que compran al dólar oficial y venden al dólar blue u obligan a comprar en dólares, fijan un precio de la materia prima que no podemos pagar, y del otro lado, quienes compran los productos también están concentrados y fijan el precio de venta”, indicó. Todos coinciden en que hay salida posible y es a partir de una mesa de diálogo con el Gobierno.