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Son las Becas de Innovación Tecnológica Socioproductiva (BITS). En esta primera etapa se destinarán a doce proyectos que percibirán un monto promedio de 1.500 pesos mensuales cada uno. Con esto se espera una mayor generación de iniciativas aplicadas tendientes a resolver problemas concretos.
El 1 de enero se pondrán en marcha las primeras doce Becas de Innovación Tecnológica Socioproductiva (BITS), un programa de beneficios económicos que implementó la Universidad Nacional de Córdoba en 2011, para el que se destinarán un poco más 200 mil pesos anuales.
El programa BITS surge para promover nuevos espacios para el desarrollo de experiencias comunitarias, metodologías de identificación de problemas y demandas sociales, así como también para apoyar la formulación y ejecución de proyectos; procesos de producción de nuevos conocimientos y metodologías aplicables a la resolución de problemas socioproductivos.
Según explicó a Comercio y Justicia Joaquín Navarro, subsecretario de Vinculación con la Comunidad de la Secretaría de Extensión de la UNC, en esta primera etapa se seleccionaron 12 proyectos de diferentes unidades académicas, que serán beneficiados durante un año con un aporte promedio de 1.500 pesos por mes.
Modificar la realidad
Básicamente, esta beca es la primera en su tipo que lanza la UNC y está dirigida a proyectos -ya sea de estudiantes o egresados- que tengan el objeto de “solucionar problemas productivos o que afecten a la sociedad”, puntualizó el subsecretario.
Al mismo tiempo, agregó que para que sea posible llevar adelante este proyecto, es necesaria la participación de una contraparte que puede ser una institución o una empresa con la que el becario pueda trabajar en su proyecto.
“Con esto, se propone que la universidad trabaje más en resolver problemas concretos de la sociedad”, completó Navarro e indicó que la idea es que este programa de becas pueda replicarse en los años venideros.
En este contexto, la casa de altos estudios indicó que “para enriquecer la interfase entre investigación y extensión, la universidad asumió la iniciativa de avanzar en una transformación de los modelos de relación entre la investigación académica y los destinatarios del conocimiento, sean éstos empresas de producción o servicios, organizaciones de la sociedad civil o comunidades”.
Se pretende así, completó, que las demandas socioproductivas encuentren un canal de articulación directo con las capacidades instaladas (académicas, científicas, tecnológicas, y de recursos humanos), estableciendo líneas prioritarias de formación de recursos humanos bajo un nuevo enfoque.
“De esta forma se espera una mayor generación de proyectos aplicados, tendientes a resolver situaciones-problema identificadas en un contexto real y por medio de un proceso participativo de construcción entre actores universitarios y extrauniversitarios”, finalizó Navarro.
