Ochenta y dos por ciento de las pequeñas y medianas empresas industriales se encuentra en esas zonas. El 18 por ciento restante se distribuye así: ocho por ciento en Cuyo, dos por ciento en el Sur, cinco por ciento en el NEA y tres por ciento en el NOA.
La Fundación Observatorio Pyme divulgó esta semana datos de una investigación que analiza las asimetrías regionales y el desarrollo empresarial de las pequeñas y medianas industrias en Argentina.
Entre los datos más importantes, determinó que la concentración de la riqueza y la población está en muy pocas provincias. El estudio concluyó que 82 por ciento de las pymes industriales argentinas se encuentra en Capital Federal, Buenos Aires y la región centro del país.
El 18 por ciento restante del total de las pymes industriales argentinas se distribuye así: ocho por ciento en Cuyo, dos por ciento en el sur, cinco por ciento en el NEA y tres por ciento en el NOA.
El mismo organismo aclaró que no hay consenso sobre cuál es la política regional adecuada y más eficiente para revertir las desigualdades. Las opiniones están divididas entre los que promueven la utilización de una política de desarrollo sectorial y los que piden una política basada en los territorios o regiones.
Los que defienden el esquema de desarrollo sectorial deben buscar modelos para lograr que la periferia (concretamente, 18% de las Pymes industriales) se transformen en centro a partir del incentivo de algún sector o sectores. Se apunta a poder acumular en ellos conocimientos, tecnología, capital de trabajo, infraestructura, capacitación del personal etcétera. Así, se fomentaría el crecimiento en escala de estas pequeñas empresas industriales.
Las ventajas competitivas a analizar pueden ser también a nivel regional, como -por ejemplo- el clima, el paisaje, la obtención de materias primas, fuentes energéticas, aptitudes personales de determinados sectores de la población, historia, entre otras, que son las que en definitiva hacen la diferencia.