Jóvenes: en la región, más de 18% es emprendedor vulnerable

El emprendimiento es una alternativa para mejorar las oportunidades de los jóvenes en América Latina, en particular en un contexto de alto desempleo, “pero para aprovechar su potencial será necesario repensar de forma urgente las políticas destinadas a facilitar la inserción de los jóvenes en la actividad económica”, afirmaron la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en un informe conjunto.
En este momento, 20% de los jóvenes que participa en el mercado laboral califica como emprendedor; sin embargo, la gran mayoría, equivalente a 18,6% del total, es trabajador por cuenta propia, que en general implica condiciones de vulnerabilidad laboral. Sólo 2% es empleador, en su mayoría con pequeños emprendimientos.
El informe titulado “Promoción del emprendimiento y la innovación social juvenil en América Latina” recuerda que, de un total de 156 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años en la región, 39% vive en la pobreza, mientras 20% de aquellos entre 15 y 24 años no estudia ni trabaja. Se prevé que el desempleo juvenil subirá a en torno a 17% en los próximos años.
Sistemas educativos poco inclusivos, la mayor incidencia de la pobreza entre jóvenes del sector rural, la exclusión de los jóvenes indígenas y afrodescendientes y la necesidad de enfrentar el desafío de la empleabilidad de los jóvenes en un mundo de revoluciones tecnológicas, son asignaturas pendientes en la mayoría de los países, según el informe.
“Todas estas transformaciones y retos traen aparejada la necesidad de repensar las formas de inserción socio-laboral de los jóvenes”, advierte el estudio de la OIT y PNUD.
La mayoría de los jóvenes emprendedores tiene una elevada probabilidad de percibir ingresos por debajo de la línea de pobreza por su tarea. Una elevada fracción de quienes se declaran emprendedores admite que ha elegido esta opción por necesidad. “Habitualmente se trata de una forma de enfrentar la falta de oportunidades de empleo, las malas condiciones de trabajo y de generar ingresos en forma relativamente rápida”, dice el estudio regional.
Estos independientes están en una situación de vulnerabilidad con “bajos ingresos corrientes y limitadas posibilidades de acrecentarlos en el futuro”. En muchos países, la mayoría de estos jóvenes emprendedores percibe ingresos por debajo de la línea de pobreza internacional de US$4 diarios.
El informe destaca, además, que en América Latina hay, sin duda, un incremento de programas para apoyar el emprendimiento juvenil, pero “con limitado conocimiento acerca de sus impactos” y con limitaciones para su aplicación a la población más necesitada.