Invertir mal el dinero, la principal falla entre las startups

Un gráfico muestra las principales razones por las que falla 90% de las startups. La información se recolectó con base en artículos publicados entre 2000 y 2016. Según se desprende del análisis, “invertir mal el dinero o no generar un modelo de negocios viable” son las principales razones por las que sólo 10% de los emprendimientos logran sobrevivir a largo plazo.
Para el informe, el mayor inconveniente está en que muchos crean “productos que nadie quiere”, es decir que no hay necesidad de mercado para su oferta.
Los problemas, sin embargo, varían según la industria. Las compañías de moda suelen tener más inconvenientes con el dinero mientras que los emprendimientos de redes sociales luchan por ganar impulso y crear un modelo de negocios viable.
Por otro lado, el talón de Aquiles de las empresas de software es concentrarse demasiado en los aspectos técnicos e ignorar lo que los clientes realmente quieren.
Muchas de las startups que consiguieron grandes cantidades de financiación no pudieron administrar bien el dinero y se vieron frustradas por la presión de los inversores. Esto no fue un problema citado por las empresas que recaudaron menos de $1 millón, pero sí entre las que recaudaron $10 millones o más.
Por último, los investigadores comentaron que sólo 18% de los casos analizados tenía por lo menos una líder mujer. En cierta forma, este dato acompaña las conclusiones de First Round, firma que demostró que los emprendimientos que tienen al menos una líder mujer superan aquellos que fueron fundados sólo por hombres. La información también refleja la necesidad de fundadoras que tiene el ecosistema emprendedor.
Aunque esclarecedor, el informe es limitado porque se basa en menos de 200 publicaciones de fundadores que quieren compartir parte de sus historias con el mundo.
“Las reflexiones son personales, no pertenecen a una entidad externa que analizó metodológicamente qué pasó con cada empresa”, aclara una de las investigadoras.
Sin embargo, la misma persona dice que “en muchos casos, los fundadores no podían señalar qué había ido mal hasta después de intentarlo todo. El fracaso los hizo más sabios y el hecho de que compartan su sabiduría es de gran ayuda para los emprendedores actuales”.