La empresa Bondarea elaboró un programa para las instituciones de microfinanzas, que baja los costos administrativos y permite ordenar datos, evaluar y planificar.
Entre los desafíos que enfrentan las entidades dedicadas a las microfinanzas, la necesidad de reducir costos operativos y simplificar la gestión es uno de los que están siempre presentes. Que haya alguna mejora en esos aspectos es lo que se propuso la firma Bondarea, que desarrolló un software para compartir con instituciones dedicadas a brindar pequeños préstamos a emprendedores con bajos recursos. Se trata de una herramienta, llamada Bocs, que se utiliza online y que reduce los tiempos de proceso de las operaciones y ayuda a ordenar y transparentar datos.
El proyecto resultó ganador, a fines del año pasado, del premio microfinanzas “Impulsando ideas innovadoras”, organizado por el banco Citi y las fundaciones Avina y La Nación.
Cómo funciona
Bondarea es una plataforma que genera el vínculo entre personas que necesitan dinero y quienes pueden prestarlo, algo que hacen a manera de inversión. A partir del desarrollo tecnológico que implicó poner en marcha esa comunidad para préstamos, la empresa adaptó la modalidad a las necesidades de instituciones que dan microcréditos. Un análisis de datos aportados por un grupo de instituciones de microfinanzas a la Red Argentina de Instituciones de Microcrédito (Radim) reveló que 50% de los costos de esta actividad está vinculado con las personas que trabajan en la gestión, en tanto que otro 30% corresponde a los gastos administrativos. Luego, 16% se va en costos financieros y el 4% restante, en los incobrables.
“La herramienta ya fue implementada en un banco comunal de la zona de Don Torcuato (Buenos Aires); allí cada socio puede, con su usuario y contraseña, acceder al sitio para verificar el avance de los préstamos y el reporte mensual de los movimientos”, señala Juan Viglione, uno de los socios de Bondarea. También se está aplicando el sistema en una ONG de Rosario, donde hay 25 grupos solidarios que permiten acceder a préstamos a más de 100 emprendedoras.
“El programa les ofrece agilidad para administrar los préstamos y monitorearlos; además, permite hacer proyecciones, para anticipar la liquidez del programa y aumentar la eficiencia del uso de los fondos”, contó Viglione. Según indican en la empresa, los costos de administración podrán reducirse 50% con el uso de esta plataforma, que se extenderá a otros bancos comunales, que son grupos de personas con iniciativas que buscan la forma de financiar sus proyectos, muchas veces desarrollados en la informalidad.
Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que cita un trabajo de Bondarea, en la región de América Latina unas 600 instituciones de microfinanzas atienden a más de 10 millones de personas de bajos ingresos en la región.
Pero los problemas y desafíos pendientes, como la dispersión geográfica de los posibles beneficiarios, atentan contra el crecimiento de la actividad, que podría ayudar a bajar la pobreza.
El mencionado informe señala que menos de uno de cada 20 potenciales usuarios de micropréstamos accede a ellos en nuestro país.
Otro trabajo, elaborado por el economista Martín Grandes, de la Universidad Católica Argentina (UCA), basado en la encuesta de la deuda social de esa institución, indica que algo más de dos millones de personas de bajos ingresos estarían dispuestas a endeudarse, ya sea para financiar una actividad, para mejorar su vivienda o para algún consumo familiar.
En números
– 30% de gastos administrativos. Es la porción del costo total que, en las microfinanzas, se destina a lo operativo.
– 600 instituciones. Dan microcréditos en América latina, según un informe del BID.
– 5% bajo alcance. Ese porcentaje de personas accede a un micropréstamo en el país, entre los potenciales clientes.