El acceso limitado al financiamiento externo y al capital pueden inhibir su crecimiento potencial,
ya que las puede reubicar en áreas de costo bajo con escasa llegada a nuevos mercados y clientes, asegura un informe
Las dificultades de conseguir financiación y la ausencia de mentores que las acompañen en el desarrollo de su liderazgo son dos de los principales escollos que encuentran las emprendedoras cuando intentan crear sus propias empresas tecnológicas, según un estudio publicado privado.
El informe elaborado conjuntamente por el Instituto Georgetown para las Mujeres y por la Fundación Mulan trató de explicar los motivos por los cuales sólo 17% de las startups tecnológicas en el mundo tienen una fundadora. Los investigadores llevaron a cabo 50 entrevistas online a emprendedoras del sector de la tecnología y 10 entrevistas en profundidad a consejeras delegadas y fundadoras de compañías tecnológicas.
Los tres principales motivos que el informe detectó fueron las limitaciones financieras -las mujeres aseguraron que se sienten en desventaja frente a los hombres a la hora de conseguir capital-, la falta de acceso a mentores y a una red de contactos diversa y las normas sociales y el entorno institucional.
“El acceso limitado a la financiación externa y el capital pueden inhibir el crecimiento potencial de las mujeres emprendedoras, ya que las puede reubicar en áreas de costo bajo con acceso limitado a nuevos mercados y clientes”, apuntaron las autoras del informe.
Perfil de la emprendedora
El estudio también halló que la mayoría de las emprendedoras crean sus negocios entre los 45 y los 54 años de edad y que en ese punto de su vida acostumbran a tener menos patrimonio que los emprendedores hombres a causa de la brecha salarial existente entre ambos sexos.
El segundo aspecto que resaltó el estudio fue la falta de mentores para las emprendedoras, ya que estas normalmente tienen “redes sociales más reducidas que los hombres y a menudo dependen más de las redes personales como esposos y amigos, en lugar de relaciones profesionales”.
Como resultado de esto, las mujeres “disponen de menos oportunidades para acceder a nuevos clientes y tienen un acceso limitado a los conocimientos empresariales y de emprendimiento”, apuntaron las autoras del informe.
Finalmente, las investigadoras hallaron que la “cultura social” también explica en parte la falta de mujeres emprendedoras en la industria tecnológica, ya que “asocia normalmente el emprendimiento con características masculinas y hace que las mujeres emprendedoras sean vistas como alguien que está rompiendo estereotipos prescritos sobre comportamiento femenino”.
En este punto, según el estudio, las mujeres son percibidas como “menos creíbles y menos atractivas para inversiones de capital”, mientras que los hombres tienen mayor confianza en sus posibilidades y en su capacidad de triunfar como emprendedores.
La falta de mujeres en la tecnología es una crítica al sector que cada vez está ganando más presencia mediática y fuerza dentro de la propia industria, ya que actualmente sólo entre 20% y 30 % de los empleos técnicos en Silicon Valley los ocupan mujeres.