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Es la primera entidad eurolatinoamericana de micro, pequeñas y medianas empresas que fomenta, principalmente, la integración comercial y cultural.
Las estadísticas de cualquier país del mundo, sea desarrollado o en vías de desarrollo, hablan de que entre 70 y 80 por ciento de la mano de obra la generan las mipymes. Este sector merece ser considerado especialmente como el motor del trabajo. Siendo tal su aporte, ¿qué pasaría si realmente este segmento estuviera presente en la agenda de los gobiernos como un sujeto diferente?
Esta pregunta fue uno de los disparadores para que en 1997 se creara la Asociación Latinoamericana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Alampyme), una organización gremial empresarial que nuclea organizaciones pymes de 13 países de América Latina con el ojetivo de hacer escuchar la voz de las micro, pequeñas y medianas empresas de la región.
Con esta misma lógica se formó recientemente Eurolatim, la primera entidad eurolatinoamericana de micro, pequeñas y medianas empresas. “Los desafíos de la globalización nos exigen buscar caminos alternativos para la participación activa en los procesos e instancias decisorias de las políticas económicas locales y globales. Así, esta entidad tiene la finalidad de fomentar las mipymes para que cumplan su papel protagonista mediante la integración comercial y cultural”, explicó a Comercio y Justicia Francisco Dos Reis, presidente de Alampyme y Eurolatim.
Esta integración -completó Dos Reis- pretende construir una alternativa “económicamente viable, socialmente justa y ambientalmente sostenible para colaborar con la inserción calificada de la mayoría de los actores sociales. “Las mipymes deben ser verdaderamente incluidas en las agendas de las organizaciones gubernamentales e internacionales de fomento y desarrollo”, enfatizó.
Por el momento, se está trabajando en la conformación de un grupo operativo que tendrá base en un país a determinar, con la función, principalmente, de captar los negocios de América Latina y Europa y subirlos a una plataforma común para que puedan llevarse a cabo las transacciones entre regiones.
Fortaleza en tamaño chico
“Si hablamos de democracia económica, las mipymes junto a los trabajadores constituyen 98 por ciento de la población activa de las sociedades, pero no tienen un espacio para ser escuchados ni respetados, ni para debatir sus propuestas”, dijo el directivo.
Más aún, denunció que el sector pyme siempre está lejos de las mesas de debate y que los acuerdos se hacen con las pymes después de que se acordó previamente en la superestructura.
“Si el problema social en América Latina y en el mundo es el tema de la inclusión social, las mipymes no son el problema sino parte de la solución: son las que mayor rentabilidad distribuyen; son las que por su carácter contribuyen a la democratización de la economía; por estar los establecimientos ubicados en los barrios, en la periferia, generan trabajo en esos barrios y en esa periferia”, especificó el dirigente pyme.
El Banco del Sur
En otro orden, el empresario consideró que “constituye un avance fundamental en la independencia económica del bloque (Cono Sur) a nivel mundial, la aprobación -en septiembre pasado- que autoriza al país a ingresar al Banco del Sur.
“Nos alegra el gesto político de la oposición, que ha tenido una actitud constructiva al aprobar este proyecto que implica un verdadero avance para el país. Se trata de una señal de madurez, lejana del tradicional mecanismo de obstrucción y palos en la rueda que suelen ser moneda común en los sectores contrarios a los oficialismos”, manifestó.
El Banco del Sur nació tras el acuerdo firmado en 2007 por los ex presidentes Néstor Kirchner, Luiz Inácio Lula Da Silva, Nicanor Duarte Frutos y Tabaré Vázquez, y los presidentes Rafael Correa, Evo Morales y Hugo Chávez, bajo el amparo de la naciente Unión de Naciones del Sur (Unasur).
Según Alampyme
Los problemas de gestión son los más recurrentes en las empresasAl ser consultado sobre las principales deficiencias que atraviesa el segmento de las pequeñas y medianas empresas de América Latina, Francisco Dos Reis indicó “los problemas de gestión”. “Por esta razón se creó en Alampyme un departamento de servicio muy completo, que ayuda a mejorar la gestión de los negocios. Lo que se ha comprobado es que alrededor de 97 por ciento de estas empresas tiene problemas de gestión”.
Agregó Dos Reis que los mayores méritos de estas empresas -a pesar de la dificultad de sobrevivir a las crisis- es el mayor número de empleos generados y la capacidad de ser muy creativas en la realización de reformas.
“Intentamos que los problemas de las pequeñas empresas en sus respectivos países se resuelvan mediante la legislación y por la dinámica particular de cada gobierno.
Estamos analizando los proyectos de éxito que algunos países tienen en temas como los impuestos y la relación con el mercado. Buscamos una interacción entre las naciones y las experiencias de las empresas que nos permitan mejorar las condiciones internas de los países”, agregó el dirigente.
Agregó que otra de las dificultades que tienen todos los países de América Latina, y particularmente la Argentina, es que es “muy difícil que las empresas se unan, por ejemplo, con el fin de formar joint ventures”. “Éste es un problema cultural, una peculiaridad de los países de la región. Difícilmente nuestros empresarios quieran reunirse con los demás”.
